2020

El Betis de Rubi en tierra de nadie

By Fernando Campelo | marzo 2, 2020
2020

El Betis de Rubi en tierra de nadie

Tras los últimos resultados, el Betis se encuentra en una encrucijada donde no tiene claro si seguirá cayendo en la tabla y tendrá que fijar la mirada en el horizonte de puntos que da la permanencia o si será capaz de reaccionar justo cuando llegan dos partidos claves: la visita del Real Madrid y el derbi sevillano.

Esta incertidumbre no le es ajena al seguidor bético que ya vivió una última temporada con Quique Setién en la que el balance de Goles Esperados (xG) y la crisis de resultados metieron al Betis en el centro de un tornado de negatividad que sólo se calmó con la permanencia y dos victorias finales para dejar una foto optimista de la 2018/19.

Con Rubi en el banquillo, los altibajos también han sido constantes, como muestra este gráfico que compara sus goles esperados a sus goles esperados en contra, utilizando una media móvil de 10 partidos.

Cada vez que parece que el rumbo se encamina a una ilusionante lucha por las plazas europeas, una mala racha lo abandona de nuevo en tierra de nadie. Debería ver el vaso medio lleno gracias a los números de goles esperados pero los resultados lo dejan en una tesitura bastante pesimista.

Esta situación desespera al aficionado bético, exigente por pasión, historia y presupuesto. El límite salarial verdiblanco lo sitúa en disposición de jugar en Europa cada año o, al menos, de pelearlo hasta el final. También el talento y la inversión en futbolistas con calidad en los metros finales como Nabil Fekir, Sergio Canales o Borja Iglesias son los de un equipo ambicioso.

El ataque del Betis, sin embargo, no está siendo tan brillante como podría imaginarse con tal nómina.

Por ver el lado positivo, es de los equipos que más tiros claros (en situaciones de uno contra uno con el portero) consigue y también muestra calidad para completar pases en el área rival. No es de extrañar cuando a menudo el equipo se dispone en 4-1-4-1 con Fekir y Joaquín jugando en banda a pie cambiado para ir hacia dentro y juntarse con Canales, Andrés Guardado o Carlos Aleñá.

En punta, han alternado Loren Morón y Iglesias. Si bien Loren es un jugador que subió del filial y nunca ha sido considerado la principal referencia del equipo, su rendimiento es claramente superior al de Borja en un número muy similar de minutos.

Loren no tiene un volumen de tiros muy elevado pero las zonas desde las que remata son excelentes, consiguiendo muchas ocasiones en el área pequeña y un elevadísimo 0.19 de xG por tiro, el segundo mejor registro de La Liga entre todos los jugadores con una media de al menos 1.5 tiros cada 90 minutos.

Loren Morón La Liga 2019_2020 (1)

Por otro lado, lo que funcionó para Rubi con Borja Iglesias en el Espanyol no está dando el mismo resultado con los verdiblancos. Su volumen de tiros es pobre y predominan los remates de cabeza en las zonas más peligrosas donde casi no consigue finalizaciones con los pies. Son números no justifican la cantidad de minutos de los que está disponiendo y decepcionan teniendo en cuenta que fue la mayor inversión del Betis para esta temporada.

La aportación ofensiva que le está faltando al delantero gallego se ha visto compensada con un Joaquín más goleador que nunca y por el fichaje que sí está rindiendo al nivel esperado, Nabil Fekir. Curiosamente, ambos jugadores muestran perfiles muy distintos.

Joaquín-La Liga-2019_2020 (1)

Joaquín ha conseguido pocos remates pero bastante claros por lo que ha sabido convertirlos en gol y también está creando buenos pases para remates de sus compañeros (xG Assisted).

Por su parte, Fekir acumula mucho la posesión, quizás demasiado. Más ataques terminan, para bien o para mal, en sus botas que en las de cualquier compañero. El internacional francés es el jugador que más remata del equipo, no siempre desde buenas posiciones, y muestra su calidad con la pelota, siendo el futbolista que más faltas recibe de La Liga.

El principal lastre de este Betis parece estar en la defensa. Existe una falta de contundencia y al equipo le cuesta reponerse de los golpes. Muchas miradas apuntan a la portería, donde Joel Robles tiene unos números acordes con los tiros a puerta que recibe, incluso mejorando un poco el valor de goles esperados posteriores al tiro (Post-Shot xG).

De acuerdo con las características y colocación de los tiros que ha recibido entre los tres palos, Joel Robles razonablemente podría haber encajado más de 27 goles sin contar penaltis y ha encajado 26. Hay que recordar que Dani Martín jugó la mayoría de los dos primeros partidos y encajó siete goles (cinco de ellos contra el Barcelona).

En cuanto a los remates que recibe el equipo, vemos que está rindiendo por debajo de lo esperado en defensa, pues ha recibido 34 goles cuando lo normal habrían sido 29 o 30. Para colmo, es el tercer equipo que más penaltis lleva en contra con ocho y sus rivales transformaron todas esas penas máximas. Estos números podrían ser utilizados como una excusa pero, con seis penaltis a favor, la diferencia no es muy grande. Parece normal que en sus partidos se produzcan tantas penas máximas dado que el Betis consigue y permite muchos pases en las áreas.

El Betis tiene más indicadores defensivos preocupantes. Si nos fijamos en las alineaciones, vemos que ha optado mayoritariamente por un solo medio defensivo aunque en todo caso ha sido una posición sin ninguna estabilidad por la ausencia de un perfil específico para las prestaciones que demanda el juego del Betis. Por ese puesto, ya sea en solitario o en un doble mediocentro, han pasado un montón de futbolistas esta temporada: Marc Bartra, William Carvalho, Edgar González, Guardado, Wilfrid Kaptoum...

Como ya comentamos en este artículo, parece que al Betis le van mejor las cosas cuando juega en esa posición un central reconvertido que principalmente dé apoyo a la defensa, ya sea Bartra o el jugador del filial González.

Detectada esa falta de medios defensivos, en el mercado invernal se fichó a Guido Rodríguez proveniente del América de México. Sin embargo, su adaptación al fútbol europeo está siendo complicada. Le falta mucha soltura con balón, ritmo de juego y comprensión del sistema. No parece que vaya a funcionar a corto plazo.

Al observar el mapa de la actividad defensiva, notamos que el sistema tiene ese problema para defender en la zona central y la mayoría de las acciones defensivas se reservan para el área propia.

Algunos números son realmente preocupantes: el Betis es el segundo equipo que más tiros recibe tras contrataque rival, el tercer equipo que permite más pases en las inmediaciones de su área y el quinto al que más pases le completan dentro de su propia área. También es el segundo equipo que menos recupera la posesión tras presión. Juntar tanto talento en la línea de centrocampistas (Fekir, Canales, Joaquín) se está notando en una falta de sacrificio y eso, unido a las carencias de perfiles específicos en el medio defensivo, está siendo una deficiencia muy grande en el centro del campo bético.

Repasadas las tendencias y los números, pese al pesimismo que reina en el Benito Villamarín, parecería que Rubi no está tan lejos de encontrar las respuestas. Sin embargo, no queda tiempo para experimentos y el puesto del entrenador catalán parece correr peligro. Los verdiblancos ya no tienen margen de error si no quieren acabar otra temporada en decepción y, aunque parezca increíble, metidos en la lucha por evitar el descenso.