2020

Lo que aprendimos de la vuelta de la Bundesliga

By Nick Dorrington | mayo 22, 2020
2020

Lo que aprendimos de la vuelta de la Bundesliga

La Bundesliga volvió este pasado fin de semana después de dos meses de inactividad con una jornada completa de nueve partidos. Como la primera de los grandes ligas europeas en reanudar había muchos ojos puestos en Alemania para ver la nueva realidad del fútbol, sin público, sin alma quizás, pero con un ritmo y nivel de juego sorprendentemente bueno.

¿Qué aprendimos de la vuelta de la Bundesliga? ¿Podemos ver los efectos del parón en los datos de la jornada?

Al nivel de jugadores todo parecía seguir igual. Erling Håland marcó, Jhon Córdoba hizo otra actuación impresionante como activador del juego directo de la Colonia y Konrad Laimer cubría un montón de terreno en el mediocampo del RB Leipzig. Thiago Alcântara siguió dando una gran variedad de pases:

La historia fue la misma entre los equipos. El Bayer Leverkusen dominó la posesión, el Bayern Múnich hizo una presión alta y constante, y el Borussia Mönchengladbach siguió creando ocasiones de alta calidad. El Freiburg recibió mucho tiros:

Asimismo a un nivel más global. A pesar de los dos meses de inactividad y las extrañas condiciones de entrenamiento, los datos demuestran que, con algunos matices, la jornada 26 de la Bundesliga pareció mucho a las jornadas anteriores.

Empezamos con los goles, los Goles Esperados (xG) y los tiros.

Los registros son más bajos que la media de la temporada, pero nada fuera de serie. El promedio de tiros fue exactamente lo mismo que el de la jornada 25.

La cantidad de tiros claros (en situaciones de uno contra uno con el portero) fue un poco baja (25 entre las 26 jornadas) y hubo más tiros tras presión alta que la media de la temporada, pero los efectos del parón no fueron muy visibles en este aspecto del juego.

Tampoco existen indicios de la situación en los datos que intentan medir el ritmo del juego. La velocidad y verticalidad con las que los equipos atacaron quedaron cerca de la media de la temporada. Hubo menos posesiones distintas y el balón estaba en juego más tiempo que en todas las jornadas anteriores menos una, pero otra vez nada muy llamativa.

Donde sí podemos ver un impacto más consistente es en los datos de presión y agresividad defensiva. Tanto el PPDA (pases por acción defensiva), como el porcentaje de acciones defensivas que calificamos como agresivas (acciones registradas a dos segundos de que el oponente reciba el balón), como la cantidad de presiones figuraron entre los registros más bajos de la temporada. Como consecuencia, el porcentaje de acierto en el pase (79.39%) fue el tercero más alto de la campaña.

Sin embargo, los registros están otra vez entre un rango normal. Entre todos los datos que normalmente recogemos y analizamos no existe ni uno en que la jornada 26 fue líder ni colista entre todas las jornadas de la temporada. Si hubo un efecto inmediato del parón fue algo más sutil de lo que podemos ver a través de esta muestra pequeña de datos.

Podría ser que los efectos sean más visibles con el paso del tiempo. A pesar de que la mitad de los equipos aprovecharon la nueva regla que les permite utilizar cinco suplentes, la vuelta dejó a ocho jugadores con lesiones musculares. Con un programa condensado de partidos, no sería de extrañar que sean más problemas físicos que provocan algunos cambios en los estilos de juego de los equipos y como consecuencia, partidos un poco más lentos.

No obstante, hasta ahora, la nueva realidad del fútbol se parece mucho a la anterior.