Previa de la final de la Copa Libertadores 2021: Flamengo vs. Palmeiras

El Flamengo y el Palmeiras son los dos últimos ganadores de la Copa Libertadores y uno de ellos volverá a levantar el trofeo cuando se enfrenten en la final de la edición de 2021 en Montevideo el sábado. Es la segunda final consecutiva entre dos equipos brasileños, en este caso entre dos que provienen de los dos principales ciudades del país: Rio de Janeiro y São Paulo.

Es probable que ambos equipos terminen la temporada de la Serie A entre los tres primeros de la clasificación, aunque sólo el Flamengo aún tiene la oportunidad de luchar con el Atlético Mineiro por el título, y aunque el Flamengo ha sido el mejor equipo según tanto los resultados como los números subyacentes, la diferencia no es tan grande como para pensar que el resultado de la final ya está cantado.

El Flamengo es un equipo que apuesta por el balón, construyendo juego desde atrás con pases cortos y dominando la posesión en sus partidos. En promedio, tiene un 60% del balón, cuatro puntos porcentuales más que cualquier otro equipo. La cifra del Palmeiras es mucho más cerca de un 50% y es un equipo más directo, con una longitud media de pase que figura entre las más largas de la liga.

Esta diferencia queda evidente cuando echamos un ojo a las zonas del campo desde las que los dos equipos generan más peligro. Con la ayuda de nuestro nuevo modelo On-Ball Value (en adelante, OBV), un modelo que mide el cambio en la probabilidad de un equipo de marcar/conceder como resultado de una acción dada, podemos visualizar los sectores del campo desde las que los dos equipos generan más valor respecto a la media de la liga.

El Flamengo es mucho más activo en las zonas centrales, sobre todo en los pasillos interiores del último tercio donde crea la mayoría de sus ocasiones. Desde la izquierda, los pases incisivos de Giorgian de Arrascaeta y las conducciones directas de Michael son las acciones que agregan más valor; desde la derecha, los pases del delantero centro Gabriel Barbosa.

Barbosa, que marcó el doblete en los dramáticos momentos finales de la final de 2019 contra el River Plate que le dio la Libertadores al Flamengo, juega como el único delantero centro en el esquema de Renato Gaucho y es el máximo goleador del equipo en la Libertadores con 10 tantos. Sin embargo, no es su única amenaza goleadora. El Flamengo tiene los mejores números atacantes de la Serie A tanto reales como subyacentes, además de haber marcado una media de 2.75 goles por partido en la Libertadores, y Bruno Henrique y Michael también han marcado más de 10 goles de liga.

En cuanto a la tarea de hacer llegar el balón al ataque, es Filipe Luís que sobresale. El ex-lateral del Atlético Madrid es mucho más activo en zonas interiores que la gran mayoría de los laterales de la Serie A y lidera tanto su equipo como la liga en incursiones en el último tercio (mediante pases o conducciones), distancia avanzada en campo contrario y con las acciones directamente relacionadas a los tiros eliminadas del cálculo, OBV. Aún a sus 36 años, tiene un papel muy importante en el equipo.

En lo que se refiere al avance del balón, hay una balanza más igualada entre los dos lados del campo en el Palmeiras, con los pases y las conducciones de Dudu desde la banda izquierda acoplados con las subidas del lateral Marcos Rocha, o su suplente Gabriel Menino, por la derecha. Más atrás, Luan figura entre los centrales de la Serie A que más valor agregan con sus pases según OBV.

Sin embargo, es desde la derecha que el equipo de Abel Ferreira crea la mayoría de sus ocasiones. El cuadro de rojo oscuro dentro del área en el gráfico de arriba de OBV representa las aportaciones de Rocha, el delantero Rony y el mediapunta o extremo Gustavo Scarpa.

Scarpa es el jugador del Palmeiras que más tiros ha realizado y más ocasiones ha creado (ambos por cada 90 minutos en el campo) en la liga brasileña esta temporada y ha sumado tres goles (sin contar penaltis) y 11 asistencias. Asimismo, ha acumulado la cifra más alta de OBV por 90 entre todos los jugadores de la Serie A que han disputado al menos 900 minutos. Sin embargo, no ha jugado tanto en la Libertadores y es probable que empiece la final desde el banquillo.

Con la baja probable de Luiz Adriano, lesionado, es probable que Rony sea el elegido para ocupar el puesto de delantero centro en una formación que podría variar entre un 4-2-3-1 y un 3-4-2-1 en línea con el posicionamiento de Felipe Melo, aún jugando a sus 38 años. En liga, Rony ha jugado más en banda que la temporada pasada, lo que ha supuesto una bajada consecuente en su producción de tiros y goles, pero es el máximo goleador del equipo en la Libertadores con seis goles, 0.78 por cada 90 minutos en el campo.

En defensa, siguen las diferencias entre los equipos. El Flamengo no sólo defiende más lejos de su portería que cualquier otro equipo de la Serie A sino también figura entre los equipos más agresivos a la hora de intentar recuperar el balón, sobre todo tras pérdida.

En cambio, el Palmeiras defiende más cerca de su portería que la media de la liga y es claramente menos activo en campo contrario.

Dicho esto, ambos equipos parecen igualmente eficientes cuando se trata de convertir las recuperaciones de balón en ocasiones de gol. Ambos figuran entre los equipos que más tiros realizan y más goles marcan en los 20 segundos posteriores a una recuperación.

El Flamengo y el Palmeiras ya se han enfrentado dos veces en la liga brasileña este año, y el ganador en ambas ocasiones ha sido el Flamengo. Dominó en una victoria por 1-0 en casa en el primer partido de la temporada y otra vez, por 3-1, en el estadio del Palmeiras hace dos meses en un encuentro que fue más igualado en cuanto a la cantidad y calidad de ocasiones.

El Flamengo es el ganador más probable de la final, pero el Palmeiras, el campeón vigente, ya ha eliminado dos equipos brasileños para llegar a este punto y hará que sea un partido competitivo.

La Liga 2021-22, previa de la temporada: Real Madrid, Real Sociedad, Sevilla, Valencia y Villarreal

En la parte final de nuestra previa de la temporada 2021-22 de La Liga analizamos al Real Madrid, a la Real Sociedad, al Sevilla, al Valencia y al Villarreal. Podéis ver aquí una lista de todas las previas.

Real Madrid

El Real Madrid finalizó la temporada pasada en el segundo puesto de la tabla, solo dos puntos por detrás del campeón Atlético Madrid y cinco por encima del Barcelona en tercer lugar.

El equipo de Zinedine Zidane sufrió tres de sus cuatro derrotas en sus primeros 10 partidos de la temporada, pero a partir de ahí ningún equipo sacó más puntos que el 67 del Madrid, conseguidos a un ritmo muy alto de 2.39 por partido. Sus números esperados también mejoró a medida que la temporada fue avanzando, de una diferencia de goles esperados (xG) de 0.69 por partido en la primera vuelta a una de 0.83 por partido en la segunda.

El gráfico utiliza una media móvil de 10 partidos. Verde = goles esperados (xG); Morada = goles esperados concedidos.

En suma, los de Zidane tuvieron números esperados casi iguales que los de la 2019-20, cuando ganaron el título con tres puntos más que consiguieron en la 2020-21.

Con tres puntos más en la 2020-21 habrían ganado el título de nuevo. Los márgenes son finos. En la 2019-20, el Madrid marcó 11 goles de penalti y concedió solo dos; en la 2020-21 marcó tres y concedió siete. En cualquier caso, los números de la 2020-21 hablaron del Madrid como un equipo que habría estado bien posicionado para luchar de nuevo por el título en la 2021-22. Sin embargo, Zidane decidió salir al final de la temporada y el club ha traído a Carlo Ancelotti como reemplazo. El entrenador italiano ganó la Champions League y la Copa del Rey en su primera etapa en el club entre 2013 y 2015 pero ha llegado de nuevo al banquillo del Bernabéu tras un año y medio en el que no consiguió mejorar mucho el Everton de Inglaterra. Representa una opción más segura que progresiva.

Asimismo, existen dudas sobre la plantilla, sobre todo en el centro de la defensa. Tanto Sergio Ramos como Raphaël Varane, los titulares en las últimas temporadas, han salido. Como titulares, Ancelotti tiene a Eder Militão, que hizo algunas actuaciones impresionantes la temporada pasada, y a David Alaba, que ha llegado como agente libre del Bayern Múnich. Alaba es un muy buen jugador pero es débil en el juego aéreo y queda por ver si podrá adaptarse a una línea defensiva menos adelantada a la que está acostumbrado.

Detrás de los titulares, Ancelotti solo tiene a Nacho Fernández y Jesús Vallejo.

En general, el club no ha sido muy activo en lo que ha ido del mercado, con Alaba la única llegada hasta ahora. Hay dudas sobre los futuros de jugadores como Dani Ceballos, Gareth Bale o Martin Ødegaard, entre otros, y aunque parece que el club sigue con ganas de poder hacer un fichaje estrella, no queda mucho mercado para hacerlo.

Real Sociedad

En abril, la Real Sociedad ganó su primer trofeo desde 1987 al derrotar al Athletic Club en un derbi vasco en la final retrasada de la Copa del Rey de 2019-20. Fue un éxito merecido para un club que parece tener una idea muy clara de cómo competir en la cima del fútbol español.

En La Liga, la Real finalizó la temporada en quinto lugar, así siguiendo su mejora en los últimos años tanto en los números reales como en los números subyacentes.

En defensa, mejoró sus números reales, concediendo 10 goles menos que la temporada anterior, pero sus números subyacentes fueron un poco peores. Concedió casi 1.5 tiros menos por partido pero de una calidad media más alta.

Fue en ataque que el equipo de Imanol Alguacil realmente mejoró. Realizó una cantidad igual de tiros por partido (11) pero de una calidad media mucho más alta. De hecho, solo el Barcelona creó tiros de una mayor calidad. Dependió menos en los centros para hacer llegar el balón al área y realizó sus tiros desde más cerca de la portería que cualquier otro equipo.

En suma, la Real tuvo la tercera mejor diferencia de goles esperados (xG) de la división y eso con la plantilla más joven de La Liga en una base ponderada de minutos. El club ha apostado fuerte por jugadores jóvenes, sean de la cantera o de fuera, y ha creado una plantilla que puede mejorar en conjunto y/o generar muchos beneficios en el mercado.

Alexander Isak (21 años de edad) fue el máximo goleador del equipo con 17 goles. Solo Lionel Messi y Youssef En-Nesyri acumuló más goles esperados por cada 90 minutos en el campo que su cifra de 0.55.

Sin embargo, el fue solo uno de los ocho jugadores con 25 o menos años de edad que disputaron al menos 2,000 minutos la temporada pasada, un grupo que también incluye a los internacionales españoles Martín Zubimendi, Mikel Merino y Mikel Oyarzabal. La Real tiene una plantilla muy interesante, con muchos jugadores en o cerca del pico de forma de sus carreras.

Hasta ahora, el club ha hecho solo dos fichajes: el portero Mathew Ryan (libre) del Brighton y el lateral izquierdo Diego Rico (€500,000) del Bournemouth, este último que vuelve a España tras tres temporadas en Inglaterra.

Sevilla

El Sevilla consiguió la mayor puntuación de su historia en la 2020-21, finalizando la temporada en cuarto lugar con 77 puntos, 15 más que la Real Sociedad en el quinto puesto y solo dos menos que el Barcelona en tercer lugar.

Eso a pesar de que comenzó la temporada de manera un poco más irregular, sumando 20 puntos de sus primeros doce partidos y registrando una diferencia negativa tanto de goles (sin contar penaltis) como de goles esperados (xG) entre su tercer partido y su duodécimo. De ahí en adelante, solo el Barcelona y el Real Madrid sumaron más puntos o registraron una mejor diferencia de goles esperados que el equipo de Julen Lopetegui.

¿Qué cambió? El Sevilla comenzó a defender más cerca de su propia portería, limitando la calidad de los tiros de sus rivales y creando espacio para atacar. Dependió menos en los centros para crear ocasiones y hacer llegar el balón al área, y comenzó a crear más ocasiones en fases de transición, así aumentando de manera significativa la calidad media de sus tiros.

Youssef En-Nesyri fue quizás el jugador que sacó más beneficio de los cambios. El joven delantero aumentó de manera importante tanto su cantidad de tiros (de 2.14 por cada 90 minutos en el campo a 3.10) como la calidad de los mismos (de 0.14 xG/tiro a 0.21 xG/tiro), así produciendo un cambio drástico en sus goles esperados por 90, de 0.31 a 0.65, la mejor cifra entre todos los jugadores de La Liga en ese periodo. En suma, marcó 18 goles en la 2020-21.

Dadas las dudas que existen alrededor del Barcelona y el Real Madrid de cara a la nueva temporada y el hecho de que si juega a un nivel parecido a el de la temporada pasada es improbable que el vigente campeón Atlético Madrid consiga la misma puntuación en la 2021-22, es no una imposibilidad que el Sevilla pueda luchar por el título.

El club no ha sido muy activo en el mercado hasta ahora, aunque esto puede cambiar en las próximas semanas si salen algunos jugadores. El portero Marko Dmitrovic ha llegado como agente libre del Eibar, mientras que Erik Lamela ha llegado como parte del acuerdo con el Tottenham Hotspur para el traspaso de Bryan Gil al conjunto inglés. Lamela, héroe de culto de los hinchas de los Spurs, es un jugador muy competitivo que parece un buen encaje en el Sevilla.

Valencia

El Valencia finalizó la temporada pasada en media tabla con números subyacentes muy similares a su puesto final en la tabla. Sus partidos fueron entre los más abiertos de La Liga, con más tiros que los que cualquier otro equipo, y sus números subyacentes en defensa figuraron entre los peores de la división.

En una situación normal habría sido una temporada decepcionante para el club como el Valencia pero dadas las circunstancias representó un buen resultado. En la pretemporada, el club había dado salida a nueve jugadores que entre ellos habían disputado un 39% de los minutos de la 2019-20, y no había fichado recambios.

Con la necesidad de completar la plantilla, Javi Gracia dio minutos a mucho jugadores jóvenes. Tanto Yunus Musah (18) como Lee Kang-In (20) jugaron más de 1,300 minutos y ocho de los diez jugadores de campo que disputaron más minutos tuvieron 26 o menos años de edad. El Valencia fue el segundo equipo más joven de La Liga en una base ponderada de minutos, con una edad media de 25.6 años.

Fue una situación difícil pero aun así, Gracia fue destituido a falta de cuatro jornadas para el final de la temporada. El nuevo entrenador es Pepe Bordalás, ex del Getafe, un preparador que tiene un estilo de juego muy particular, combinando presión alta y agresiva con ataques directos y rápidos. No quiere posesión de balón, de hecho no quiere que ninguno de los dos equipos la tenga. En las últimas temporadas, los partidos del Getafe han sido los con menos tiempo de balón en juego.

Si implementa el mismo planteamiento en el Valencia supondría un cambio bastante grande respecto a las últimas temporadas en las que el equipo ha sido uno de los más pasivos de la división.

No parece que tenga una plantilla mucho más amplia que la con la que trabajó Gracia. Kevin Gameiro ha salido y la única llegada hasta ahora ha sido Omar Alderete, un central rocoso que pareció más cómodo en el Basel en la 2019-20 que en el Hertha Berlin la temporada pasada.

En lo que queda del mercado, el club se considera prioritario el fichaje de un mediocentro, mientras que sigue trabajando en el fichaje de Marcos Andre, el delantero del Real Valladolid.

Villarreal

En la 2020-21, el Villarreal consiguió el primer trofeo de su historia al ganar la Europa League, un triunfo merecido para uno de los clubes mejor gestionados de España. Su campaña de liga sufrió un poco cuando la prioridad de la temporada cambió a la competición europea, como suele ocurrir con los equipos de Unai Emery, y finalizó la temporada en séptimo lugar.

El submarino amarillo fue uno de los mejores equipos de La Liga en la primera vuelta de la temporada. Solo cuatro equipos sumaron más puntos en los primeros 19 partidos, mientras que el Villarreal tuvo la tercera mejor diferencia de goles esperados (xG) de la división en dicho periodo, con una diferencia positiva de 0.54 por partido.

La cosa cambió por completo en la segunda vuelta. El Villarreal fue un poco mejor en ataque pero mucho peor en defensa. Defendió más cerca de su propia portería y tuvo problemas en limitar tanto la cantidad como la calidad de tiros que concedió. Sus rivales realizaron tres tiros más por partido. Ocho equipos sumaron más puntos que el Villarreal y su diferencia de goles esperados bajó a 0.08 por partido. Siete equipos registraron cifras mejores.

El nivel mostrado en la primera vuelta de la temporada sugiere que el Villarreal puede luchar por un puesto entre los cuatro mejores de La Liga en la 2021-22, pero mucho dependerá en su progreso en la Champions League y/o la Europa League si está eliminado en la fase de grupos de la Champions. Si su enfoque principal es La Liga, tendrá posibilidades de conseguir un puesto así. Gerard Moreno fue el segundo máximo goleador (junto a Karim Benzema) de La Liga en la 2020-21, aunque cabe mencionar que su suma de 23 goles incluyó a 10 penaltis.

Aún así, acumuló 13 goles sin contar penaltis y siete asistencias, y fue el líder del ataque del equipo. Le recompensó con un nuevo y mejorado contrato hasta 2027.

Ha habido mucho movimiento de piezas en la plantilla este verano. Varios jugadores periféricos han salido, mientras que el club ha fichado de forma permanente a Juan Foyth del Tottenham Hotspur y ha repatriado a Manu Morlanes tras una muy buena temporada en la Segunda División con el Almería.

Hasta ahora, ha habido dos llegadas: Aïssa Mandi, ex del Betis, parece un buen fichaje libre para el centro de la defensa, mientras que el club también ha fichado por 12 millones de euros al delantero Boulaye Dia del Stade Reims de Francia.

 

La Liga 2021-22, previa de la temporada: Levante, Mallorca, Osasuna, Rayo Vallecano y Real Betis

En la tercera parte de nuestra previa de la temporada 2021-22 de La Liga analizamos al Levante, al Mallorca, al Osasuna, al Rayo Vallecano y al Real Betis. Podéis ver aquí una lista de todas las previas publicadas hasta ahora.

Levante

En las últimas dos temporadas el Levante ha sido un caso aparte en la liga menos goleadora de las cinco grandes de Europa. Ha jugado un estilo de juego muy abierto, de mucha ida y vuelta y con muchos tiros para ambos equipos.

Asimismo, ha sido un equipo que desde la llegada de Paco López a su banquillo en marzo de 2018 ha rendido por encima o muy por encima de sus números esperados.

El gráfico utiliza una media móvil de 15 partidos. Verde = diferencia de goles; Morada = diferencia de goles esperados (xG).

En la temporada 2019-20, convirtió una diferencia de goles esperados (xG) de -17.47 en una diferencia de goles (sin contar penaltis) de -8, una puntuación de 49 puntos y el puesto duodécimo de la tabla; en la 2020-21, convirtió una diferencia de goles esperados de -14.61 en una diferencia de goles (sin contar penaltis) de -11, una puntuación de 41 puntos y el puesto decimocuarto de la tabla. En ambas ocasiones sus números esperados fueron entre los cuatro peores de la división.

El Levante tuvo números esperados particularmente preocupantes durante la segunda mitad de la 2020-21. Tuvo la segunda peor diferencia de goles esperados de La Liga (-0.57 por partido) en la segunda vuelta de la temporada y sus números fueron todavía peores en sus últimos 15 partidos.

La historia nos dice que tarde o temprano sus números reales comenzarán a asemejarse a los números esperados y es probable que el Levante tenga que mejorar la calidad de sus actuaciones en la 2021-22 si quiere evitar una batalla contra el descenso.

Hasta ahora, la plantilla no ha cambiado mucho. El club ha fichado al experimentado delantero Roberto Soldado, que marcó siete goles en Primera la temporada pasada, del Granada y también a Enric Franqueza del Villarreal tras una temporada sólida como lateral o carrilero en el Girona de la Segunda División.

Sigue necesitando a un central y un extremo, pero no puede acelerar estas operaciones hasta que salgan algunas de sus jugadores traspasables. De hecho, puede que se vea forzado a dar salida a uno de sus jugadores con más mercado como José Campaña, Enis Bardhi o Jorge de Frutos, el máximo asistidor del equipo la temporada pasada.

Mallorca

El Real Mallorca finalizó la temporada pasada de la Segunda División en el segundo puesto de la tabla y así cumplió su objetivo de volver inmediatamente a La Liga. Terminó la campaña con la misma puntuación que el Espanyol y aunque su ataque no fue tan potente como el del campeón, en defensa encajó solo 28 goles, la mejor cifra de la división junto al Espanyol y el Sporting Gijón. Fue también el segundo mejor equipo de la liga por los números esperados.

¿Puede el Mallorca evitar un nuevo descenso en la 2021-22?

Parece mejor preparado esta vez. El último ascenso llegó solo un año después de su ascenso de Segunda B a Segunda y también a través de los playoffs tras finalizar la temporada en quinto lugar. Llegó a Primera como un equipo aún en construcción, sin un estilo de juego bien definido y con algunas carencias en la plantilla.

Esta vez, llegó como uno de los mejores equipos de Segunda y con un planteamiento mejor definido, al menos en defensa. El conjunto de Luis García Plaza defendió más lejos de su propia portería que cualquier otro equipo de la división y fue uno de los equipos más agresivos en la disputa del balón en campo contrario.

En contraste con el clásico perfil de un equipo que hace presión alta para limitar la cantidad de tiros de sus rivales, el Mallorca concedió una cantidad de tiros cerca de la media de la división. Lo que sí hizo fue limitar la calidad de los tiros que concedió. Solo dos equipos concedió tiros de una calidad media más baja.

En posesión, el Mallorca tuvo un estilo paciente. No aprovechó mucho de sus recuperaciones de balón para lanzar ataques rápidos al espacio y puede que tenga que acelerar un poco su juego en fases de transición para marcar una cantidad adecuada de goles en Primera.

La plantilla parece más apta que la de la 2019-20 para afrontar la meta de quedarse en la máxima categoría. Aun así, existen algunas dudas sobre la producción que se puede esperar de delanteros como Adbón Prats o Amath Ndiaye y si, a sus 37 años, Salva Sevilla será capaz de asumir una cantidad de minutos adecuados para tener la misma influencia que tuvo en el mediocampo la temporada pasada.

El club ha reforzado los puestos de lateral con los fichajes de Pablo Maffeo (cesión) y Jauma Costa (libre) y la delantera con el fichaje como agente libre de Ángel Rodríguez del Getafe. Asimismo, el portero Dominik Greif ha llegado del Slovan Bratislava tras un impresionante 2021-22 en la que evitó más de cuatro goles más que razonable puede esperarse de un portero medio dada la calidad de los tiros a los que se enfrentó.

Osasuna

A primera vista, la temporada 2020-21 del Osasuna se pareció mucho a la anterior. Terminó la campaña en un lugar muy parecido en la tabla (11º vs 10º en la 2019-20) y con una diferencia de goles casi igual (-11 vs -8 en la 2019-20). Sin embargo, los números subyacentes hablaron de un declive más notable tanto en ataque como en defensa.

En ataque, el Osasuna aumentó marginalmente la calidad media de sus tiros pero realizó casi dos tiros menos por partido que la temporada anterior, 80 menos a lo largo de la temporada.

El equipo de Jagoba Arrasate dependió un poco más en los centros para hacer llegar al balón al área, y como se muestra este gráfico de sus pases sobrerepresentados (vs. la media de la liga) la idea fue bastante clara: balón a la banda izquierda y centro al área.

No era de extrañar que los tres jugadores que realizaran más centros exitosos al área por cada 90 minutos en el campo fueron futbolistas que principalmente jugaron por la banda izquierda: Jony, Manu Sánchez y Rubén García.

En defensa, concedió una cantidad similar de tiros pero de una calidad media un poco más alta que la temporada anterior. Sus rivales también crearon más goles esperados (xG) en juego dinámico, quizás porque la presión del Osasuna fue tanto menos agresiva como menos eficaz que en la 2019-20. Sus rivales completaron un mayor porcentaje de sus pases y avanzaron el balón al último tercio con más facilidad.

En suma, el Osasuna tuvo la quinta peor diferencia de goles esperados de la división y algo tiene que mejorar si quiere disfrutar de otra temporada cómoda en la 2021-22, sobre todo porque la calidad de la plantilla parece más o menos igual que la de la temporada pasada.

El club ha fichado de forma permanente a Ante Budimir tras una muy buena temporada como cedido en el que marcó 11 goles y funcionó muy bien como punta de referencia.

Jonás Ramalho también ha fichado de forma permanente del Girona, mientras que Kike García y José Ángel ‘Cote’ han llegado como agentes libres del Eibar. Cote es un lateral que aporta mucho tanto en el avance el balón el último tercio como en la creación de ocasiones con sus buenos centros al área. Parece un encaje perfecto para el estilo de juego del equipo.

Si Chimy Ávila es capaz de recuperar el nivel que tuvo antes de las lesiones es un jugador que puede tener un efecto transformativo en el ataque del equipo.

Rayo Vallecano

Después de dos años en Segunda División, el Rayo Vallecano ha regresado a la máxima categoría del fútbol español. Finalizó la temporada pasada en sexto lugar para clasificarse a los playoffs y ahí derrotó al Leganes y al Girona para conseguir el ascenso.

No fue una casualidad. El Rayo tuvo la cuarta mejor diferencia de goles esperados de la división y practicó un estilo de juego muy agresivo, con una línea defensiva adelantada y presión constante. Andoni Iraola, el ex jugador del Athletic, había implementado un planteamiento parecido en el Mirandés en la 2019-20, pero su Rayo fue más agresivo aún.

Aggression = la proporción de recepciones de rivales que reciben presión en los dos segundos posteriores.

De hecho, tuvo el perfil clásico de un equipo de presión alta. Concedió menos tiros (8.09 por partido) que cualquier otro equipo pero de una calidad media más alta que los otros equipos de los primeros puestos de la tabla. En ataque, aprovechó de su presión para rápidamente crear ocasiones de gol. Solo tres equipos realizaron más tiros en los 20 segundos posteriores a una recuperación de balón y solo uno creó más goles esperados (xG) en estas situaciones.

Puede ser una preocupación que no fuera un equipo sobresaliente en Segunda, pero en las últimas temporadas el hecho de tener una presión bien engrasada ha demostrado ser un recurso importante en la batalla contra el descenso. Parece que el club está dispuesto a invertir en la plantilla y entre eso y su estilo de juego, los de Iraola tendrán posibilidades de quedarse en Primera.

En lo que va del mercado, el Rayo ha fichado de forma permanente a Fran García, el lateral izquierdo del Real Madrid que ya jugó en el club la temporada pasada, y dos jugadores del Fuenlabrada, centrocampista Pathé Ciss y mediapunta o delantero Randy Nteka.

Asimismo, Iván Balliu ha llegado como agente libre del Almería como reemplazo de Luis Advíncula, y parece que el club está muy cerca de firmar las cesiones de Martín Merquelanz y Kevin Rodrigues de la Real Sociedad. Hace dos temporadas, Merquelanz jugó bajo las ordenes de Iraola en el Mirandés, destacándose sobre todo por su buena pegada a balón detenido.

Real Betis

El Real Betis disfrutó de una muy buena temporada en su primer año con Manuel Pellegrini en el banquillo, finalizando la campaña en sexto lugar y así clasificándose para la Europa League. Subió nueve puestos en la tabla respecto a la temporada anterior, junto al Celta Vigo la mayor subida de la división.

Pellegrini hizo algunos cambios al estilo de juego de la temporada anterior. El Betis defendió un poco más lejos de su propia portería y presionó de una manera un poco más intensa. Asimismo, aprovechó mejor de las recuperaciones de balón para crear ocasiones de gol. Solo el Barcelona y el Real Madrid realizaron más tiros en las 20 segundos posteriores a una recuperación.

Sin embargo, a pesar de estos cambios y la mejora en los resultados, sus números subyacentesse mantuvieron casi iguales, de una diferencia de goles esperados (xG) de 0.1 en la 2019-20 a una de 0.55 en la 2020-21. Es decir, una diferencia de menos de medio gol a lo largo de la temporada.

En términos de goles esperados, el Betis fue un poco mejor en defensa. Concedió dos menos tiros por partido pero de una calidad media más alta.

En ataque, fue un poco peor. No consiguió convertir el aumento en la cantidad de tiros que realizaron en fases de transición a una mejora en la calidad media de sus tiros.

¿Cómo finalizó la temporada en sexto lugar con estos números? No fue que el Betis rindiera por encima de sus números esperados. Rindió un poco por encima en ataque y un poco por debajo en defensa. Ni que beneficiara de una balanza ventajosa en los goles de penalti. Tanto marcó como concedió ocho de estos goles. Fue simplemente que sacó más puntos de su diferencia de goles de cero que dos de los siete equipos que tuvieron una mejor diferencia.

Es fácil decir que si el Betis hace una 2021-22 igual es improbable que finalice la temporada entre los seis primeros de La Liga, aunque cabe mencionar que tanto los resultados como los números subyacentes del equipo mejoraron en la segunda vuelta de la temporada.

El club ha completado tres fichajes hasta ahora, todos agentes libres. En el lateral izquierdo, Juan Miranda ha convertido su cesión en fichaje permanente, mientras que en el otro lateral, Youssouf Sabaly ha llegado del Bordeaux como reemplazo de Emerson Royal, que ha vuelto al Barcelona.

El tercer fichaje es el de Rui Silva del Granada, un portero que tiene una buena reputación pero que ha rendido por debajo de sus números esperados en sus dos temporadas en La Liga. Cabe señalar que cuando ajustamos los números en función de la cantidad de tiros a los que cada portero se enfrentó, solo Jan Oblak del Atlético Madrid rindió más por encima de sus números esperados que Claudio Bravo, el portero titular del Betis, la temporada pasada.

Con la necesidad de formar una plantilla capaz de compaginar su temporada de liga con una campaña europea, el Betis podría ser uno de los equipos más activos en lo que queda del mercado.

Un análisis de los tipos de pase en las ligas latinoamericanas

Los pases son muy interesantes de analizar y las variables incluidas en la base de datos de StatsBomb nos dan la oportunidad de tratar cuestiones como: ¿Quiénes son los equipos y jugadores más ambidiestros? ¿Existe una diferencia en el porcentaje de acierto en el pase con cada pie? ¿Hay jugadores que varían mucho la altura de sus pases?

El 17 de marzo en nuestro evento online StatsBomb Evolve presentaremos el nuevo salto adelante en los datos avanzados de fútbol con StatsBomb 360. En el periodo previo al evento, estamos publicando una serie de artículos en los que explicamos la utilidad de algunos de los datos y métricas actualmente disponibles de StatsBomb, los más precisos y detallados de la industria.

Ya hemos tratado nuestros datos exclusivos de presión y su utilidad en el análisis tanto de equipos como de jugadores. Esta vez, vamos a hablar de los pases, y más concretamente sobre dos variables exclusivas de StatsBomb: el pie con el que se realiza el pase y la altura del pase.

Para este análisis vamos a utilizar los datos de cada una de las ligas latinoamericanas que cubrimos. Para obtener una muestra lo suficientemente grande como para hacer un análisis adecuado hemos usado los datos de la temporada 2020 de Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay, del año calendario de 2020 de Argentina y de la temporada 2020-21 de México.

Cabe mencionar que a partir de este año también cubrimos las máximas categorías de Costa Rica y Paraguay.

El Pie

Empezamos con los datos del pie con el que se realiza cada pase. Esta tabla muestra el porcentaje de pases intentados con cada pie en cada una de las ocho ligas.

No sorprende que domine el pie derecho, pero existe un rango bastante grande de porcentajes, del 73.52% de Ecuador al 65.12% de Brasil, la liga más equilibrada en este sentido. Asimismo, podemos ver la diferencia en el porcentaje de acierto en el pase con cada pie en cada uno de los tres tercios del campo. Tiene sentido que el porcentaje de acierto sea mayor en los pases realizados con el pie derecho dado que es el pie natural de la mayoría de los jugadores, aunque es interesante que no existe mucha diferencia entre los dos pies en el tercio medio del campo en las ligas de Brasil, Chile, Ecuador y México.

A nivel de equipos, el León de México es el conjunto más ambidiestro, realizando un 48% de sus pases con el pie izquierdo. El Flamengo de Brasil (45%) y el Deportivo Palestino de Chile (44%) son los próximos equipos en la lista. Podemos visualizar la diferencia entre un equipo que tiene muchos jugadores zurdos y uno que no los tiene con esta comparación entre el León y otro equipo de la Liga MX de México, el Tigres UANL. Entre todos los equipos de Latinoamérica incluidos en este análisis, sólo dos, Sport Huancayo de Perú y Técnico Universitario de Ecuador, realizan un menor porcentaje de los pases con el pie izquierdo que el 20% del equipo de Tuca Ferretti.

A nivel de jugadores, Fernando Mora del Macará de Ecuador es el jugador más ambidiestro. De hecho, ha conseguido un equilibrio perfecto, con 131 pases realizados con su pie derecho u otros 131 pases realizados con su pie izquierdo. Pablo Sabbag de La Equidad de Colombia y Osnar Noronha del Carlos Mannucci de Perú son los próximos jugadores más ambidiestros.

Entre todos los jugadores que han realizado una cantidad razonable de pases, Danilo Lerda de Deportivo Maldonado de Uruguay es el jugador menos ambidiestro, realizando sólo un 2% de los pases con el pie más débil. Charles del Ceará y Juan Quintero del Fortaleza, ambos de la liga brasileña, son los próximos en la lista.

La altura

En StatsBomb recogemos tres alturas de pase: raso, medio (por debajo del nivel del hombro) y alto (por encima del nivel del hombro). Esta tabla muestra la distribución de cada una en las ligas latinoamericanas.

Como es de esperar, el porcentaje de acierto es mucho más alto en los pases rasos, entre un 89 y un 93%. Entre un 62 y un 70% de los pases medios y un 40 y un 44% de los pases altos son realizados con éxito. Ya sabemos por qué la liga uruguaya tiene el menor porcentaje de acierto en el pase de todas las ligas latinoamericanas. Podemos visualizar las diferencias estilísticas entre las ligas con gráficos como este, que muestra el porcentaje de pasos rasos en cada zona en comparación con la media de las ligas latinoamericanas.

Podemos hacer lo mismo a nivel de equipos, en este caso los de la Serie A de Brasil. Se pueden identificar los equipos que priorizan la salida en corto desde atrás, como el Flamengo o el São Paulo, o los que atacan de una manera en un flanco y de otra manera en el otro, como el Bahia o el Santos.

A nivel de jugadores podemos intentar identificar los futbolistas con los mejores rangos de pase. Por ejemplo, podemos filtrar a los jugadores que consiguen mantener un porcentaje de éxito en el pase de más de un 70% en cada una de las tres alturas. Entre todos los jugadores que han intentado al menos 200 pases en total y 50 pases de cada altura, sólo cinco pasan el filtro:

  • Lorenzo Reyes del Atlas de México (ahora del Mazatlán)
  • Didier Moreno del Junior de Colombia
  • Kevin Medel de La Serena de Chile (el hermano menor de Gary Medel)
  • Moisés Caicedo del Independiente del Valle de Ecuador (ahora del Brighton de Inglaterra)
  • Willian Arão del Flamengo de Brasil

Caicedo es indudablemente el jugador con más proyección. Con sólo 19 años de edad, ya aporta mucho en ambos extremos del campo.

Conclusión

Este ha sido un resumen de algunas de las investigaciones que se pueden hacer alrededor del tema de los pases, hechas posibles por variables que se pueden encontrar únicamente en los datos de StatsBomb, los mejores de la industria.

Ya hemos revolucionado los datos avanzados en fútbol una vez y lo haremos otra vez. Únete a nosotros el 17 de marzo para conocer el próximo avance en StatsBomb Evolve.

Sevilla 2020-21, previa de la temporada

El Sevilla superó las expectativas en la 2019-20 en su primera temporada con Julen Lopetegui en el banquillo, ganando la Liga de Europa y terminando la campaña de liga en cuarto lugar, igualado en puntos con el tercero, el Atlético Madrid.

Había muchas dudas alrededor de la figura de Lopetegui antes del comienzo de la temporada y no fue universalmente popular la decisión de elegirle como el nuevo entrenador del equipo, pero al final se convirtió en todo un acierto por parte del director deportivo Monchi, de vuelta en el Sevilla tras su paso menos exitoso por el Roma.

El técnico guipuzcoano creó un equipo sólido y bien estructurado que en términos de tanto goles como goles esperados (xG) combinó el quinto mejor ataque de la división con la tercera mejor defensa para la cuarta mejor diferencia de goles.

La cohesión que consiguió fue más impresionante aún dada la cantidad de movimientos en el mercado de fichajes previo al inicio de la temporada. Pareció que Monchi no le gustó para nada el trabajo de sus predecesores porque empezó una revolución total del grupo, con 13 llegadas y una cantidad similar de salidas. Solo un 38.32% de los minutos en la 2019-20 fueron disputados por jugadores de la plantilla de la temporada anterior, el menor porcentaje de toda La Liga.

La base de la solidez defensiva del equipo fue la combinación de Diego Carlos y Jules Kounde en el centro de la zaga con Fernando como un seguro de vida por delante de ellos. Todos fueron nuevos fichajes y todos hicieron su trabajo de manera perfecta. Los dos centrales se mostraron cómodos defendiendo tanto en campo abierto como en su propio área.

Eso era un requisito porque al nivel colectivo variaba mucho la altura de la línea defensiva, entre momentos de presión alta y otros de una presión concentrada en campo propio.

El Sevilla recibió una cantidad de tiros por debajo de la media, mientras que solo el Atlético Madrid concedió tiros de una menor calidad media. Sus rivales tuvieron problemas en crear buenas ocasiones dentro del área.

En el otro extremo del campo, el Sevilla acumuló una buena cantidad de tiros (12.50), pero la calidad media de esos tiros fue por debajo de la media de la división. Fue un ataque suficientemente bien dada su solidez de la defensa pero aún existe espacio para mejoras en la nueva temporada.

El equipo realizó una cantidad respetable de tiros en fases de transición, con los dos laterales Jesús Navas y Sergio Reguilón primordiales en el avance del balón a través de sus conducciones largas y rápidas desde campo propio. Ambos figuraron entre los laterales que más metros ganaron en las conducciones por cada 90 minutos en el campo. Lucas Ocampos también contribuyó mucho en este aspecto, como en todos los aspectos del ataque sevillista.

Sin embargo, en situaciones más estáticas, el Sevilla tuvo problemas en generar ocasiones claras. Ensanchó bien el campo y creó superioridades en las bandas a través de combinaciones entre los laterales, los extremos y los interiores en su 4-3-3 habitual, pero confiaron demasiado en los centros como manera de crear ocasiones. Solo el Getafe creó una mayor proporción de sus tiros así, mientras que ningún equipo utilizó los centros para intentar entrar en el área con más frecuencia que el Sevilla.

En general, los centros representan una manera ineficiente de crear ocasiones de buena calidad. Con las llegadas en enero de Suso y Youssef En-Nesyri, el equipo disponía de un par de jugadores capaces de aportar cosas diferentes al ataque pero el planteamiento no cambió mucho. Puede ser que haya alteraciones más evidentes en la 2020-21.

Parece que este va a ser un mercado más tranquilo que el habitual en el Sevilla pero eso no quiere decir que no haya habido movimientos ni que no habrá más llegadas antes del fin de mercado en octubre.

El club ha sufrido una baja sensible con la marcha de Éver Banega, la piedra angular del medio campo durante mucho tiempo y en la conversación para ser, más allá de los del Barcelona y el Real Madrid, el mejor centrocampista de La Liga en los últimos años. La temporada pasada, avanzó al balón al último tercio más a menudo que cualquier compañero y también lideró al equipo en asistencias tanto reales como esperadas por cada 90 minutos.

El Sevilla ya tiene un reemplazo en Óliver Torres, aunque parece que le falta la capacidad de combinar tan bien la creatividad y eficiencia que hace de Banega uno de los mejores en su posición. Monchi también ha recurrido al mercado para traer dos centrocampistas nuevos: Ivan Rakitić y Óscar Rodríguez.

Rakitic es bien conocido en Nervión y aunque no será el mismo centrocampista todoterreno de su primer paso por club, aportará mucha calidad e inteligencia. Rodríguez llega después de una buena temporada en el Leganés como cedido del Real Madrid. Se perfila como un jugador que toma riesgos en busca de profundidad en vez de uno capaz de controlar el ritmo del equipo, pero eso podría cambiar en un contexto diferente. Sin embargo, el Sevilla tal vez no debería esperar que se repita el ritmo de goles desde situaciones a balón parado que consiguió en la 2019-20.

Youssef Bounou ha llegada de manera permanente después de sus buenas actuaciones bajo palos en la Liga de Europa y podría desplazar a Tomáš Vaclík como portero titular en Liga. Los datos de los porteros son susceptibles de cierta varianza, pero Bounou estuvo entre los mejores de La Liga en el Girona en la 2018-19 y también pareció rendir a un nivel por encima del de Vaclík en la 2019-20.

Existen algunas tareas pendientes. Navas jugó más minutos (3658) que cualquier compañero la temporada pasada y parecía incombustible a pesar de sus 34 años de edad. Queda por ver si es capaz de sostener otra vez una carga de minutos tan alta. Después de una cesión prometedora en el Mallorca, ¿puede el canterano Alejandro Pozo entrar en la rotación allí en la 2020-21? ¿Si no, el Sevilla entrará en el mercado?

En el otro lateral, el club quiere seguir contando con Reguilón después de un año impresionante como cedido del Real Madrid, pero su continuidad no es nada fácil. Si no llega, el Sevilla buscará otro jugador con características similares. Marcos Acuña del Sporting de Portugal ha sido mencionado como opción.

No obstante, la plantilla está más o menos completa y el Sevilla parece bien situado para repetir su clasificación entre los cuatro mejores de La Liga. No será fácil, pues el Villarreal y la Real Sociedad ya tenían niveles muy similares al Sevilla la temporada pasada, pero con un modelo de juego que incluso con algunas limitaciones en ataque ya ha producido buenos resultados, el equipo de Lopetegui tiene una ligera ventaja en esa lucha de cara a la nueva temporada.

Valencia 2020-21, previa de la temporada

Hace solo dos temporadas, el Valencia ganó la Copa del Rey y terminó la campaña de liga en cuarto lugar, pero las cosas se han empeorado desde entonces y tras un mercado de muchas salidas y ninguna llegada parece que una clasificación en media tabla representaría una buena temporada en la 2020-21.

Después de dos temporadas consecutivas entre los cuatro mejores de La Liga, el Valencia terminó la 2019-20 en noveno lugar, 17 puntos por debajo de los puestos de Champions. Empezó la campaña con Marcelino en el banquillo, pero él fue destituido en septiembre después de varias discusiones con la directiva. Al principio, los resultados de su reemplazo, Albert Celades, fueron bastante buenos, pero los números subyacentes empeoraron de manera significativa.

Verde = Goles esperados (xG); Morada = Goles esperados concedidos.

Entre la llegada de Celades y su destitución a finales de junio, el Valencia tuvo la tercera peor diferencia de goles esperados (xG) de La Liga.

Ni siquiera necesitamos cavar tan profundo como los goles esperados para entender lo mal que estuvo el Valencia de Celades. Realizó sólo 8.28 tiros por partido, la segunda cifra más baja de La Liga, mientras que recibió 15.52 tiros, la peor marca de todos los equipos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que una diferencial negativa de siete tiros por partido no es una fórmula de éxito.

El declive fue pronunciado en ambos extremos del campo pero sobre todo en defensa. En términos de goles esperados concedidos, el Valencia tuvo la mejor defensa de La Liga en la 2018-19. La temporada pasada, tuvo la cuarta peor. No solo recibió más tiros que ningún otro equipo, pero la calidad media de esos tiros fue también entre los mayores de la división.

Al final, los resultados comenzaron de empeorar, Celades fue despedido después de tres derrotas en cuatro partidos en la vuelta del parón, y Voro llegó para hacer su trabajo casi habitual de entrenador interino.

Apenas había terminado la temporada y el club ya había empezado una misión para reducir de manera significativa el gasto de la plantilla. Entre los traspasos y cesiones a otros clubes y los que han vuelto a sus clubes de origen después de cesiones en el Valencia, han salido ocho jugadores (los rosados en el gráfico por debajo) que entre ellos disputaron un 34% de los minutos totales de la plantilla en la 2019-20.

Entre las salidas figuran los nombres de Ezequiel Garay, el líder de la defensa, Dani Parejo, el director del ritmo, y Rodrigo Moreno, que cuando jugó acumuló más goles y asistencias, y xG y xG asistido, por cada 90 minutos que cualquier compañero.

Asimismo, ha salido el joven Ferran Torres al Manchester City después de aumentar sus minutos por tercera temporada consecutiva y aportar cuatro goles y cinco asistencias.

Las únicas llegadas hasta la fecha han sido las vueltas de cesiones de Jason y Toni Lato. Es probable que lleguen al menos dos fichajes antes del fin de mercado en octubre, con un central y un mediocentro las prioridades, pero queda claro que la plantilla de la 2020-21 va a ser una más joven y menos experimentado, con espacio para canteranos como Hugo Guillamón, quien jugó cinco partidos como titular en el centro de la zaga después del parón, los centrocampistas Vicente Esquerdo y Uros Racic, y el extremo Lee Kang-In.

El nuevo entrenador Javi Gracia está altamente cualificado para afrontar una situación así porque ya ha vivido una muy similar en el Málaga. Llevó el club andaluz a dos clasificaciones en la mitad superior de la tabla a pesar de un presupuesto reducido y las salidas de varios jugadores. Debutó a jóvenes como Juanpi, Pablo Fornals y Sami Castillejo, y se ganó la reputación de ser un técnico capaz de sacar el máximo provecho de sus jugadores.

Gracia llega en Valencia después de poco más de una temporada y media en el banquillo del Watford de la Premier League que terminó con su destitución en septiembre de 2019. Inmediatamente mejoró la defensa en su llegada al club a mitad de la temporada 2017-18, y luego el ataque durante la primera mitad de la 2018-19, una campaña en la que el club llegó a la final de la FA Cup y también consiguió su mejor puesto de liga en más de 30 años. Sin embargo, los números subyacentes del equipo empeoraron en la segunda mitad de esa temporada y tres derrotas en sus primeros cuatro partidos de la próxima campaña pusieron fin a su etapa en Inglaterra.

El Watford de Gracia repitió muchos de los aspectos tácticos de su tiempo en el Málaga. Su formación habitual fue un 4-4-2, pero a veces utilizó un 4-2-3-1. El equipo fue un poco más proactivo que la media de la Premier League en cuanto a la regularidad con la que intentaba romper las cadenas de pases de sus rivales. Atacó de forma rápida, creando menos tiros que la media de la división pero de una calidad media que figuró entre los mejores.

Algunos jugadores del Valencia ya han hablado de la claridad de sus ideas y podemos esperar un planteamiento muy parecido en su vuelta a La Liga. No veremos de nuevo un equipo tan pasivo como el de la temporada pasada. Si nada más, los equipos de Gracia siempre son trabajadores y competitivos.

Está claro que la plantilla necesita al menos un par de refuerzos y en realidad más, como cuatro o cinco, pero todavía incluye, al menos por ahora, suficientes jugadores de calidad para situar al Valencia más como un equipo de media tabla que uno que estará involucrado en una lucha para la permanencia. No obstante, esa refleja una amplia disminución de las ambiciones de un club que hace muy poco fue un equipo de Champions.

Barcelona 2020-21, previa de la temporada

La temporada 2019-20 del Barcelona terminó hace solo cuatro semanas pero han pasado tantas cosas desde entonces que ya parece un poco vano intentar sacar mucha información útil de esa temporada para informar nuestro análisis del equipo de 2020-21.

Sin embargo, vale la pena hacer un pequeño resumen de la 2019-20.

Los dos fichajes más caros, Antoine Griezmann y Frenkie de Jong, no rindió como esperaba. Griezmann nunca parecía un buen encaje en el equipo, más que nada porque en el Atlético Madrid hizo su trabajo en los espacios y momentos que en el Barça están reservados para Lionel Messi, y nunca convenció. De Jong hizo una campaña un poco tímido aunque sin un rol bien definido ni la licencia de involucrarse en tantas zonas como en el Ajax.

La sorpresa de la temporada fue, sin duda, Ansu Fati. Debutó con solo 16 años de edad en agosto de 2019 y anotó su primer gol una semana más tarde, así convirtiéndose en el jugador más joven de toda la historia del Barcelona en marcar en Primera División. Al final de la temporada había marcado siete goles y aportado una asistencia, a un ritmo de 0.65 por cada 90 minutos en el campo. Aportó desborde, velocidad e inteligencia desde el flanco izquierdo.

Ernesto Valverde empezó la campaña en el banquillo, pero fue despedido en enero a pesar de dejar el club como líder de La Liga, igualado en puntos con el Real Madrid. Quique Setién tomó las riendas y mejoró tanto los resultados como la media diferencia de goles esperados (xG) del equipo, pero infructuosamente porque fue el Madrid el que ganó el título con una buena racha de resultados después del parón.

Setién fue despedido a su vez después de la vergonzosa derrota por 8-2 contra el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones que puso fin a la primera temporada sin trofeos en el Camp Nou desde 2007-08.

Dos días más tarde, Ronald Koeman fue nombrado como el nuevo entrenador e inmediatamente empezó el trabajo de comunicar por teléfono a algunos jugadores que no entran en sus planes. Arturo Vidal, Ivan Rakitic, Luis Suárez y Samuel Umtiti recibieron esas llamadas.

Vidal y Suárez fueron dos de los seis titulares con 31 o más años de edad atropellados por un Bayern dinámico en la Champions. No cuesta mucho imaginar Hans Flick, el entrenador del conjunto alemán, adoptado las famosas palabras de Béla Guttman sobre el Real Madrid de los sesenta y adaptándolas al Barça de hoy: “Barcelona cansado, Barcelona cansado. Barcelona, viejo, viejo, viejo. No pueden correr.

Barcelona no puede correr.” No se trató de un fenómeno aislado. En una base ponderada de minutos, el Barça tuvo la segunda plantilla más vieja de La Liga en la 2019-20, con una edad media de 28.2.

Es un problema que ha aumentado año tras año y que parecía llegar a un punto de quiebre en la 2019-20. Una serie de decisiones cuestionables, si no malas, en cuanto a la confección de la plantilla no solo ha dejado el club con un grupo caro y envejecido, sino también sin mucho margen económico para revitalizarlo. Antes del final de la temporada, el club ya había hecho su primer movimiento en el mercado en hacer un intercambio con el Juventus de Arthur (24) con Miralem Pjanić (30), envejeciendo aún más la plantilla.

La decisión de poner en la rampa de salida a jugadores como Rakitic (que ya ha salido al Sevilla), Suárez y Vidal creará espacio para hacer algunas modificaciones pero queda por ver si el nuevo secretario técnico Ramon Planes es capaz de gestionar bien la necesidad de mantener un equilibrio entre la competitividad del equipo en el presente y el futuro. Según informes, Koeman ha pedido las llegadas de Gini Wijnaldum del Liverpool (que va a tener 30 años de edad en noviembre) y Memphis Depay del Lyon, (26) jugadores que ya conoce de la selección holandesa pero que en distintos grados solo representarían soluciones a corto plazo: Wijnaldium por su edad, Depay por su nivel.

Ya iba a ser un mercado difícil para el Barça pero luego las cosas se pusieron mucho, mucho peor. Un burofax llegó a la oficina para confirmar lo que el club ya sabía: Messi quería salir.

En la 2019-20, Messi asumió aún más responsabilidad en el ataque del equipo. Su suma de 20 goles y 19 asistencias fue 16 más que el próximo jugador, Suárez. Por cada 90 minutos, tanto Suárez como Fati marcaron goles a un ritmo similar, pero ningún compañero se acercó a igualar su producción creativa. Messi fue el líder claro del equipo en tanto asistencias como goles esperados asistidos por 90.

Es más, por cada 90 minutos, Messi también lideró al equipo en pases al área, pases filtrados y regates. Asimismo, en el avance del balón al último tercio.

(Cabe mencionar que si quieres hacer tu propio análisis de la 2019-20 de Messi y del Barcelona, hemos añadido los datos de esa temporada a nuestro repositorio de la carrera completa de Messi. Puedes encontrar aquí los detalles de como acceder a los datos.)

Dos cosas adicionales. Primero, la 2019-20 fue tanto su segunda peor (con Messi esa es muy relativa) temporada en los últimos diez años en cuanto a goles y asistencias (1.15 por 90) como su peor en cuanto a xG y xG asistido (0.91 por 90). Segundo, fue tanto la primera vez en ese periodo que su proporción de goles a asistencias cayó por debajo de un 60% como la primera vez que su proporción de xG a xG asistido cayó por debajo de un 57%. La división fue casi equitativa en ambos casos.

Siempre fue de esperar que con el paso de los años Messi empezara a transformarse en un jugador más pasador que goleador. El club ha tenido tiempo suficiente para confeccionar una plantilla dinámica, con jugadores capaces de hacer el trabajo con y sin balón que él ya no puede, para dejar a Messi como el eje creativo del equipo. Sin embargo, no lo ha hecho y como consecuencia, ahora tiene a un Messi descontento que ha dejado claro que no le gusta para nada la gestión de la directiva actual, encabezada por Josep Bartomeu.

Parece que va a quedarse, más que nada porque no quiere involucrarse en un caso legal prolongado, pero no es una situación ideal, ni para él, ni para el club. Existen muchas incógnitas sobre el futuro de ambos. Con elecciones en marzo de 2021, esta temporada se siente como una transitoria para el club.

Sin embargo, si Messi está más o menos bien y la plantilla toma forma más pronto que tarde todavía es capaz de competir por el título de La Liga. Es poco probable que haga una buena campaña en la Champions pero no había mucha diferencia entre el Barça y el Real Madrid la temporada pasada y si bien el Madrid parece mejor situado de cara a la nueva temporada, no está cantado que el equipo de Zinedine Zidane defienda con éxito el trofeo.

Villarreal 2020-21, previa de la temporada

Después de sus pasos por el Paris Saint-Germain y el Arsenal, Unai Emery vuelve a La Liga como nuevo entrenador de un Villarreal que terminó bien la 2019-20 y tiene una plantilla capaz de luchar por un puesto de Champions si todo va bien en la nueva temporada. El Villarreal sobrepasó al Valencia, el Getafe y la Real Sociedad para clasificarse en el quinto puesto con siete victorias en 11 partidos después del parón.

Tenía buenos números subyacentes a lo largo de la temporada pero sufrió muchos vaivenes en la relación entre esos números y su producción real. En este gráfico, que utiliza una media móvil de 10 partidos, la zona verde representa producción por encima de su diferencia de goles esperados (xG); la zona morada, producción por debajo.El estilo de juego también variaba. Javi Calleja tuvo una plantilla que incluyó muchos jugadores capaces de jugar en varios roles y utilizó una variedad de formaciones: 4-2-3-1, 4-1-4-1/4-3-3, 4-4-2. Asimismo, entre la jornada 13 y el parón, cambió muchos aspectos del planteamiento con el que el equipo había empezado la campaña.

El Villarreal se volvió más directo en la forma en que avanzó el balón, entró en el área a través de centros más a menudo que antes y aumentó su volumen de tiros a expensas de la calidad media. En defensa, se volvió más agresivo, defendiendo más arriba y disputando con más frecuencia la posesión. Todo cambió otra vez en la vuelta del parón, con un planteamiento defensivo mucho más pasivo.

Sin embargo, La Liga se volvió menos dinámica en general en este tramo de la temporada y no tiene sentido intentar sacar conclusiones concretas de lo que fue una situación insólita. Calleja tuvo casi tres temporadas al mando desde que reemplazó a Fran Escribá en septiembre de 2017 y salvo un breve periodo de seis partidos en la 2018-19 con Luis García Plaza en el banquillo. En sus primeras dos temporadas, el Villarreal tenía los números subyacentes de un equipo de media tabla. La temporada pasada, tuvo los quinto mejores.

xG = verde; xG recibido = morada. El equipo el Callejo realizó y recibió una cantidad similar de tiros, pero los que realizó fueron de una mejor calidad media (la quinta mejor de la división) que los que recibió (la tercera mejor, es decir la tercera más baja). Terminó la temporada en el quinto puesto, con la quinta mejor diferencia de goles y la quinta mejor diferencia de xG. A fin de cuentas, una buena campaña.

Entonces, ¿Por qué reemplazar a Calleja ahora? En parte porque, según informes, la decisión ya estaba tomada antes de la racha de buenos resultados que llevó al equipo a los puestos europeos, y en parte porque, al menos en la opinión del club, Emery representa una mejora al entrenador madrileño.

Emery tiene los títulos para respaldar sus credenciales y un estilo de juego que debería encajar bien tanto con la plantilla que ha heredado como con los refuerzos que han llegado hasta ahora. Su Sevilla fue un equipo de combinaciones cortas y transiciones rápidas y el Villarreal sobresalió en este aspecto del juego en la 2019-20, con velocidad en ataque y un racimo de buenos pasadores. Ningún equipo creó más tiros desde situaciones de contraataque y solo tres crearon más tiros tras presión alta.

El desborde de Samuel Chukwueze fue una de las armas más poderosas del Villarreal en las transiciones. Su producción de cara al gol bajó respeto a la temporada anterior pero seguía teniendo un rol muy importante en avanzar al balón a las zonas de ataque con sus regates y conducciones. Entre los titulares habituales, ningún compañero condujo al balón tanto al último tercio como al área con más frecuencia de Chukwueze.

Gerard Moreno hizo una temporada fantástica, con 17 goles (sin penaltis) y cinco asistencias. En la primera mitad de la campaña, su compañero de ataque fue Karl Toko Ekambi, que marcó seis goles y finalizó la mayoría de los ataques rápidos del equipo tras recuperaciones de posesión.

Después de su traspaso al Lyon de Francia en enero, fue Paco Alcácer quien llegó para disfrutar de esas ocasiones. Con sus desmarques inteligentes, Alcácer parecía un encaje perfecto y marcó cuatro tantos antes de la final de la temporada. Sólo dos jugadores de La Liga recibieron más pases filtrados por 90 minutos que él. Entre estos dos, el joven Fer Niño, los extremos Moi Gómez y Javi Ontiveros (un revulsivo muy útil pero con el vicio de rematar mucho desde posiciones desfavorables) y el nuevo fichaje Kubo, Emery tiene opciones para tres o todas de las cuatro posiciones más adelantadas en su esquema habitual.

Utilizó un 4-3-3 en el PSG y experimentó con sistemas de tres centrales en el Arsenal, pero es, más que nada, un hombre del 4-2-3-1. Se habla también de la posible llegada de José Callejón del Napoli. Kubo llega como cedido del Real Madrid después de una temporada prometedora en el Mallorca como un joven de 18/19 años de edad. En las cinco grandes ligas europeas solo seis jugadores sub-20 recibieron más minutos que su cifra de ~2,500. Fue una buena iniciación en La Liga en la que sobresalió su habilidad tanto en el regate como en las combinaciones. Tiene su parte en los pasos finales de una buena cantidad de los goles de su equipo.

El Villarreal también ha reforzado su mediocampo tras las salidas de Santi Cazorla (al Al Sadd) y Bruno Soriano (retirado). Aprovechó las rebajas en el Valencia para fichar a Dani Parejo y Francis Coquelin de su rival más cercano.

Coquelin es un centrocampista competente, mientras que Parejo es un jugador hecho a la medida de su nuevo entrenador, un director del ritmo que ya prosperó en un equipo de contraataque en el Valencia de Marcelino. Parejo no es tan hiperactivo como Cazorla, un jugador de tantas cualidades que sería casi imposible reemplazarlo con un solo futbolista, pero si el Villarreal estaba buscando otro jugador creativo de experiencia y clase, se ajusta el rol.

Queda por ver si el club llegará a un acuerdo con el Fulham para fichar de forma permanente a André Zambo Anguissa, que impresionó como cedido la temporada pasada. Si no, quizás se requiere un jugador más en el centro del campo para complementar a Parejo, Coquelin, Manu Morlanes, Manu Trigueros y Vicente Iborra.

El Villarreal todavía está buscando un nuevo portero -- Geronimo Rulli es el que suena con más fuerza -- y un nuevo central para apoyar a Raúl Albiol y Pau Torres, la dupla titular. Torres hizo una temporada muy buena en su primer año en el élite. En general, Emery dispone de una plantilla de buena calidad, con alternativas viables en la mayoría de las posiciones. El Villarreal fue uno de los equipos más abiertos de La Liga la temporada pasada, con el tercer mejor ataque y solo la undécima mejor defensa, y la trayectoria de Emery hasta ahora sugiere que eso no va a cambiar mucho en la 2020-21. No obstante, tiene un equipo capaz de competir bien tanto en La Liga como en Europa.

Athletic Club 2020-21, previa de la temporada

La 2019-20 fue una temporada de sentimientos mixtos para el Athletic Club. Llegó a la final de la Copa del Rey, un partido aún sin fecha, pero realizó una campaña discreta en La Liga, terminando la temporada en el puesto once, con números subyacentes aún peores.

Una de las dificultades de analizar la temporada 2019-20 es saber cuánta importancia se debería dar al periodo después del parón. En el caso del Athletic, antes de la suspensión de La Liga tuvo números subyacentes de un equipo de media tabla. En sus 11 partidos después del reinicio, combinó los resultados de un equipo de mitad de tabla con los peores números subyacentes de la división. A lo largo de la temporada completa, tuvo la quinta peor diferencia de goles esperados (xG) de La Liga.

Si incluimos el periodo después del parón parece que el Athletic podría ser un equipo en problemas esta temporada. Si lo descartamos, tenemos un club de media tabla que aún antes del parón había perdido el entusiasmo con el que empezaba la temporada, impulsado por el golazo de Aritz Aduriz que le dio los tres puntos contra el Barcelona en la primera jornada. En cualquier caso, sin el progreso en la Copa del Rey, el puesto de Gaizka Garitano habría sido mucho más inestable.

Garitano tomó las riendas en diciembre de 2018, después de la etapa corta e infructuosa de Eduardo Berizzo. La primera cosa que corrigió fue la organización defensiva de un equipo que jugaba demasiado abierto. Se puede ver el cambio en esta linea de tendencia que muestra los goles esperados (verde) y goles esperados recibidos (morada) del Athletic a lo largo de las últimas dos temporadas, utilizando un media móvil de 15 partidos. La cantidad de goles esperados concedidos cayó poco después de la llegada de Garitano al banquillo, marcada por la segunda línea azul.

La defensa fue claramente el punto fuerte del Athletic antes del parón. Recibió sólo 21 goles sin penaltis (24 con penaltis) en 27 partidos de un xG de 26.47. Unai Simón hizo una temporada muy buena bajo palos, lo que ayudó en convertir una defensa algo mejor que la media de La Liga en cuanto a los números subyacentes en uno de los mejores en las cifras reales.

En contraste, la producción del ataque fue realmente pobre, incluso en el contexto de la competición menos anotadora entre las cinco grandes ligas de Europa. Antes del parón, el Athletic tuvo la tercera peor cifra de xG de la liga (0.83 por partido) y solo cinco equipos anotaron menos goles sin penaltis que su marca de 0.85 por partido. La calidad media de sus tiros fue la segunda peor de La Liga.

Empezar arreglando la defensa es una estrategia clásica de un nuevo entrenador, pero la idea es que después de organizar mejor la zaga, se empiece a mejorar el ataque. Garitano consiguió lo primero, pero hasta ahora no ha sido capaz de conseguir lo segundo.

Su equipo no tiene un estilo bien definido en ese apartado del juego. En defensa, el Athletic al menos sigue siendo un equipo que hace una presión más alta y agresiva que la media de La Liga, aunque otros equipos le han sobrepasado en ese aspecto. En ataque, el equipo vasco fue un poco más vertical que la media de La Liga en la 2019-20 pero nada realmente excepcional. No aprovechó las recuperaciones tras presión para crear ocasiones ni dispuso de otra ruta fiable al gol.

Entre todos los jugadores que disputaron al menos 900 minutos de acción, solo Raúl Garcia realizó dos o más tiros por cada 90 minutos y ningún jugador generó suficiente xG para marcar ni una vez cada cinco partidos, aunque Raúl García, el goleador del equipo con ocho tantos (15 incluyendo penaltis), marcó a un ritmo de 0.24 por 90.

No es que sean incapaces los jugadores. Por ejemplo, Iñaki Williams había promediado entre 2.05 y 2.35 tiros, 0.27 y 0.34 xG, y 0.21 y 0.31 goles por 90 en las dos temporadas anteriores. Acumuló solo 1.31 tiros, 0.17 xG y 0.15 goles por 90 en la 2019-20. Entre él, García, Iker Muniain y Iñigo Córdoba hay suficiente talento para tener un ataque más productivo, pero algo tiene que cambiar en el planteamiento. Queda por ver si existe la disposición por parte de Garitano a construir un equipo que mira más a la portería rival.

Hay dos atacantes jóvenes que dispusieron de minutos en la 2019-20 que podrían ayudar a cambiar un poco su perspectiva. Garitano tuvo una plantilla muy estable, con un 92.20% de los minutos disputados por jugadores de la plantilla de la temporada anterior, el mayor porcentaje de toda La Liga. De los cinco nuevos integrantes (los rosados en el gráfico debajo) solo Mikel Vesga, quién volvió de un año de cesión en el Leganés, disputó más de 800 minutos.

Sin embargo, Asier Villalibre y Oihan Sancet, ambos productos de Lezama, mostraron suficiente en su tiempo en el campo para creer que merecen roles más importantes esta temporada.

Villalibre marcó tres goles y consiguió un nivel de producción prometedora de 2.52 tiros y 0.42 xG por 90, pero en una muestra muy pequeña y con solo 43% de sus 607 minutos como titular. Queda por ver si es capaz de mantenerla con más minutos.

Sancet debutó en la primera jornada y empezó nueve partidos como titular, incluyendo cinco de los últimos ocho en el rol de mediocentro ofensivo habitualmente ocupado por Raúl García. Consiguió un gol y una asistencia pero poco más en cuanto a la producción de cara a la portería. Fue seguro con el balón y presiona bien en la fase defensiva pero a pesar de que parecía un jugador interesante, no tuvo un impacto muy concreto. Los que saben mucho de la cantera del Athletic lo ven como un jugador con el talento para convertirse en una pieza clave en el primer equipo, pero puede ser que necesite otro contexto para demostrarlo.

Parece que el proceso natural de recambio en la plantilla del Athletic seguirá esta temporada. En la 2019-20, en una base ponderada de minutos, ningún equipo de La Liga disminuyó la edad media de su plantilla al mismo grado que lo hizo el equipo de Garitano. Simón (22 años de edad) relegó a Iago Herrerín (32) al banquillo. Unai López (24) aumentó sus minutos en el mediocampo al mismo tiempo que los de Beñat (33) y Mikel San José (31) se disminuyeron de manera significativa. Ander Capa (28) reemplazó a Óscar de Marcos (31), lesionado durante más de la mitad de la campaña, como lateral derecho titular. Aritz Aduriz (39) jugó menos minutos y se retiró en mayo.

Beñat y San José ya han salido del club y además de Sancet y Villalibre existen otros jóvenes como Peru Nolaskoain (21), que jugó tanto de central como de centrocampista como cedido en el Deportivo La Coruña, Iñigo Vicente (21), que realizó una temporada productiva en el Mirandés, Unai Vencedor (19) o Oier Zarraga (21), entre varios otros canteranos, luchando para hacerse hueco en la plantilla.

La temporada 2020-21 va a ser una un poco extraña para el Athletic. En la distancia, tiene la final de la Copa del Rey, que probablemente será disputada en abril de 2021, pero antes tiene que encontrar una manera de mejorar su rendimiento en La Liga. Lo probable es que se clasifique en media tabla. La continuidad de Garitano podría depender en si es media tabla tirando hacia arriba o hacia abajo.

Real Sociedad 2020-21, previa de la temporada

La Real Sociedad sabe jugar bien sus cartas. Se podría decir que tuvieron un golpe de suerte con esa carambola final que les metió en Europa League pero para llegar hasta ahí hicieron muchas cosas bien y superaron algunas dudas que afloraron tras el parón.

El cambio competitivo se nota en muchos aspectos, los más tangibles son alcanzar la final de Copa cuando su hábitat natural era salir por la puerta de atrás en las primeras rondas y conseguir esa clasificación para la Europa League con esa improbable falta directa de Adnan Januzaj que acabó dentro de la portería del Metropolitano.

Ser uno de los equipos que menos pases permiten al rival por acción defensiva es uno de los cimientos de esa mejoría competitiva. Solamente el Getafe dificultó más la circulación de balón del rival que es una de las métricas que suele tener relación con la consecución de los objetivos de la temporada.

En gran parte de La Liga 2019-20, el equipo de Imanol Alguacil se mostró muy activo en campo rival y, aunque no pudo mantener ese ritmo frenético tras el parón, siguió mostrando una actividad defensiva mayor que la media en el último tercio.

Otro de las manos ganadoras del club txuri-urdin es la confección de la plantilla, que mira primero a la cantera e incorpora talento joven de fuera para dar un salto de calidad a las posiciones claves. Tras el acierto del mercado anterior, se plantaron en este extraño verano 2020 sin prisas ni urgencias pues la nómina de jugadores parecía bastante completa y compensada. Solamente la baja de Martin Ødegaard perturbó esa tranquilidad. Y lo solucionaron con una jugada maestra: La llegada de David Silva.

En principio, perder a una promesa de 21 años y sustituirlo por un veterano de 34 no aparece en el manual de las buenas prácticas de dirección deportiva. Sin embargo, el retorno del noruego al Real Madrid se iba a producir tarde o temprano y la pérdida de este futbolista clave se ve compensada por otro de rendimiento seguro. Los radares de ambos mediapuntas tienen bastantes puntos en común. En la 2019-20, Silva se mostró superior en los aspectos relativos a la creación de juego y Ødegaard tuvo mayor efectividad en regates y presión. Básicamente, Silva no puede correr como un joven pero puede jugar con la calidad y precisión que siempre ha tenido, añadiéndole el poso de cientos de partidos en el máximo nivel.

El contrato de dos temporadas del canario permitirá que pase el tiempo y se desarrollen las alternativas del club para esta posición: el retorno de Merquelanz que viene de una gran temporada en Segunda pero con ciertas dudas sobre si podrá replicar sus números en un entorno más exigente, y las grandes promesas en la cantera como Roberto López o Robert Navarro que recibirán clases magistrales directamente de Xabi Alonso, un campeón del Mundo.

Analizando las prestaciones de la Real Sociedad en la pasada temporada podemos ver que, tanto en ataque como en defensa, fueron superiores a la media de La Liga. Sin embargo, hay algunas sombras que nos pueden dirigir a los apartados en los que el club donostiarra puede mejorar. Según el modelo de goles esperados (xG) de StatsBomb, razonablemente podría haber encajado unos 33 goles sin contar penaltis, lo que es una buena cifra pero en realidad se recibieron 41 goles.

A estos 41 goles encajados hay que añadir los nueve penaltis en contra de los que les marcaron siete.

Por lo tanto, la portería realista aparece en el punto de mira estadístico, con dudas sobre quién debe ser el titular. Álex Remiro dispuso de más minutos pero la temporada se inició y terminó con el veterano Miguel Ángel Moyá bajo palos.

Remiro, canterano del Athletic, protagonizó un polémico movimiento entre los rivales vascos, que provocó que pasase la temporada 2018-19 en la grada. Quizás esa inactividad le ha lastrado y ha tenido unos malos datos de goles encajados por encima de los esperados.

Estos números lo sitúan entre los peores de La Liga con entre tres y cuatro goles encajados por encima de los esperados. El vídeo lo ratifica, con bastantes acciones de goles en contra que parecían parables. Es un dato susceptible de cierta varianza pero no apunta nada bueno si no presenta una mejoría inmediata.

Tampoco Moyá ha mejorado sus goles esperados por lo que la portería de la Real Sociedad que ha confirmado a ambos guardametas, no parte con un titular fijo ni con el mejor panorama cualquiera que sea la elección.

Remiro mejora la colocación de Moyá mientras que el mallorquín es más agresivo para actuar lejos de su portería. A la hora de parar tiros, ambos han dejado a deber.

La Real Sociedad tiene una alternativa en nómina pero parece que no se la plantea y buscará volver a ceder o traspasar a Gerónimo Rulli. El meta argentino jugó cedido en Montpellier y acertó más a la hora de parar. Además, tiene un magnífico juego con los pies que se traduce en entregar el balón en buenas condiciones a sus compañeros (Pass into Danger% bajo).

Otra posición a reforzar podría ser el centro de la defensa donde no hay suficientes alternativas y el rendimiento de Diego Llorente no ha sido del todo satisfactorio aunque sigue contando para la selección de Luis Enrique. Suena Javi Martínez (Bayern Munich) quien también podría aportar como medio, posición en la que continúa de baja Asier Illarramendi. No se notó su lesión la temporada pasada por el gran rendimiento de Mikel Merino, Igor Zubeldia y Ander Guevara pero algo más de experiencia y profundidad de plantilla puede hacer falta en una temporada con tres competiciones.

Si bien en defensa la Real encajó demasiados goles para los remates que recibió, lo compensó con un ataque muy efectivo que consiguió diez goles más de los esperados.

La parcela ofensiva txuri-urdin cuenta con multitud de perfiles y alternativas que tendrán sus oportunidades en una temporada tan exigente y cargada de partidos. Sin embargo, no hay que olvidar que pueden llegar ofertas por los futbolistas más destacados y que Willian José ya estuvo cerca de irse en el último mercado.

El brasileño fue más utilizado en La Liga aunque en Copa, Alexander Isak fue el titular indiscutible. Esta temporada, podría darse un cambio de prioridades ya que el crecimiento del joven sueco parece imparable. El ex del Borussia Dortmund es un futbolista con mayor capacidad de generarse sus propias ocasiones, de presionar y de combinar con sus compañeros pero Willian José sigue siendo un magnífico finalizador dentro del área donde siempre consigue remates con bastante probabilidad de éxito.

La Real Sociedad comenzará La Liga 2020-21 en la zona de premios, con un derbi vasco en la final de Copa en el horizonte, una Europa League en la que se sienten equipados para la lucha y con la ambición de seguir escalando posiciones en la jerarquía de La Liga.

Atlético Madrid 2020-21, previa de la temporada

Existen pocos equipos tan consistentes como el Atlético Madrid. En la 2019-20, se clasificó entre los tres primeros de La Liga para la octava temporada consecutiva. Una racha de siete victorias y cuatro empates después del reinicio de la competición en mayo lo llevó del sexto puesto al tercero al final de la campaña.

Lo hizo con su estilo de juego habitual. El equipo de Diego Simeone defendió en un bloque medio-bajo y compacto, y protegió bien su portería. Recibieron una cantidad por debajo de la media de tiros, mientras que la calidad media de estos tiros fue la más baja en toda La Liga. Encajó solo 27 goles, la segunda mejor cifra de la división. En el otro extremo del campo, atacó de manera precisa, primando la calidad sobre la cantidad de los tiros. Sólo el Barcelona y el Alavés crearon ocasiones de una calidad media más alta.

Fue el Atlético de siempre, a pesar de los cambios en la plantilla. Salieron Antoine Griezmann, Diego Godin, Filipe Luis y Rodri, cuatro de los ochos jugadores que habían disputado más minutos en la 2018-19. Asimismo, se fueron Juanfran y Lucas Hernández, dos más de los primeros 15. Como reemplazos llegaron ocho jugadores por una cantidad cercana a los 250 millones de euros.

No fue una revolución total. Simeone dio un 65% de los minutos a jugadores que habían jugado en la 2018-19, los rosados en el gráfico por debajo, pero algunos de los nuevos jugadores recibieron cantidades significativas de minutos. Felipe, Kieran Trippier y Renan Lodi disputaron más de 2,000; João Felix, más de 1,800; y Marcos Llorente, casi 1,500.

La suposición era que el Atlético necesitaba tiempo para integrar bien los fichajes y la realidad fue así, al menos en cuanto a los resultados. Después de ganar sus primeros tres partidos de la temporada, ganó solo tres de los siguientes 13, junto a ocho empates y dos derrotas. A principios de diciembre se encontraba en el séptimo puesto.

Sin embargo, los números subyacentes contaban otra historia. En ese momento, el Atlético tuvo una diferencia de goles (sin contar penaltis) de cinco goles, pero una diferencia de goles esperados (xG) de 9.53. Es decir, iba más de cuatro goles por debajo de lo esperado.

Los resultados empezaban a mejorar a partir de ahí, aunque las cifras reales tardaron más tiempo aún en asemejarse a números subyacentes que siempre estaban entre los mejores de La Liga. Este gráfico compara la diferencia de goles con la diferencia de xG a lo largo de la temporada, utilizando una media móvil de 10 partidos. La zona morada representa rendimiento por debajo de lo esperado; la zona verde, rendimiento por encima.

Había momentos en que la narrativa parecía ser que los métodos de Simeone se estaban agotando, algo que resurgió después de la floja eliminación de la Champions frente al RB Leipzig. Es verdad que fue una temporada más aceptable que excelente y que el Atlético consiguió su suma de puntos más baja (70) de la época de Simeone. Sin embargo, el equipo cumplió las expectativas en lo que fue un año de transición en el que tuvo, en una base ponderada de minutos, la tercera plantilla más joven de La Liga. Cuando las cifras reales se asemejó a los números subyacentes, fue el tercer mejor equipo de la división.

Félix fue el fichaje estrella, con un coste elevado de 126 millones de euros. El precio claramente condiciona la conversación, pero si lo dejamos a un lado vemos a un jugador que combinaba un estilo de juego muy vistoso con números muy aceptables para una primera temporada en La Liga dado su edad (20) y el planteamiento del Atlético.

En común con todos los delanteros del Atlético, el ex-jugador del Benfica empezó la temporada con una mala racha de puntería que duró hasta finales de enero, pero entre su vuelta de una lesión en febrero y el final de la temporada, marcó cuatro goles que cambió un poco la perspectiva. Sin embargo, dado su talento se espera un paso adelante en la 2020-21.

Simeone nunca parecía totalmente contento con sus opciones en ataque. Quería a Rodrigo Moreno del Valencia, pero él nunca llegó. Muchos diferentes jugadores disputaron minutos entre los dos puestos de delantero y lo en la banda más ofensiva en su habitual 4-4-2: Félix, Álvaro Morata, Ángel Correa, Diego Costa, Thomas Lemar, Vitolo, Yannick Carrasco (que volvió como cedido en enero y podría seguir en el club esta temporada) y hasta Llorente, un mediocentro reconvertido a segundo delantero. De todos ellos, solo Correa y Morata disputaron más de 2,000 minutos e incluso ellos jugaron menos de 2,300 a pesar de que cada uno solo perdió cuatro partidos por razones de lesiones o sanciones.

Los números surgieron que la mejor dupla delantera sería Félix y Morata. Aportaron más xG y xG asistido por 90 minutos que sus compañeros. Morata tiene sus detractores pero es un delantero que siempre tiene la habilidad de fabricar ocasiones de buena calidad.

Llorente impresionó en su rol más adelantado después del parón, muchas veces actuando como un acelerador y dinamizador de los ataques del equipo, y va a ser interesante ver si es capaz de mantener números creativos tan impresionantes en una muestra de mayor tamaño.

Entre las lesiones y su escasa producción de cara a puerta (ha marcado solo un gol por cada 464 minutos en el campo desde su vuelta del Chelsea en 2017), Costa ya no es el jugador que era antes. Está en el año final de su contrato y si se queda debería ser principalmente como revulsivo.

En el centro del campo, Koke, Saúl y Thomas Partey consumieron la gran mayoría de los minutos. Todavía existe la posibilidad de que salga Partey, pero de todos modos, Simeone quiere un mediocentro posicional para reforzar esta zona. Parece que Marc Roca es el elegido. Tuvo una temporada discreta en el descenso del Espanyol, pero tiene una base de talento suficiente para convertirse en el jugador muy útil en el Atlético con tiempo para asentarse.

No existen problemas en el centro de la zaga. Felipe disfrutó de una buena temporada tras su llegada del Porto y entre él, Jose Giménez y Stefan Savic la zona está bien cubierta. Mario Hermoso podría salir por falta de minutos y en ese caso otra opción llegaría.

Existen mas dudas en los puestos de lateral. En el izquierdo, Renan Lodi hizo una buena primera temporada en La Liga pero no tuvo un reemplazo de la misma calidad. En el derecho, Trippier disputó la mayoría de los minutos. Empezó bien la temporada, exhibiendo su gran golpeo a balón parado y también tenía un papel importante en avanzar el balón al área, pero como en el Tottenham Hotspur surgían dudas sobre su aptitud defensiva a medida que la campaña iba avanzado.

Junto a Santiago Arias y Šime Vrsaljko, Trippier es uno de los tres laterales derechos de experiencia que tiene el Atlético. Según informes el club está dispuesto a vender cualquiera de los tres si llega una buena oferta.

En general, parece que va a ser un mercado de fichajes relativamente tranquilo para el Atlético. La única llegada hasta hoy es Ivo Grbic, un portero croata que suplirá la salida de Antonio Adán. Aparte del posible fichaje de Roca, el resto de los refuerzos probablemente llegarían en forma de cesión. Podrían salir jugadores como Lemar o Vitolo, que podría crear espacio para jóvenes como Víctor Mollejo, que hizo una campaña interesante en el Deportivo La Coruña jugando tanto de carrillero como extremo.

En general, el Atlético parece estar en una buena posición de cara a la nueva temporada. Existen algunas debilidades y problemas que resolver, y es poco probable que compita por el título, pero tiene el talento para convertir otra vez el tercer mejor presupuesto de La Liga en un puesto de Champions. Podría ser que el Sevilla o otro equipo como la Real Sociedad o el Villarreal haga una temporada fantástica para colocarse entre los tres primeros, pero es improbable que dos de estos equipos sean capaces de sobrepasar al Atlético. La regularidad tiene sus beneficios.