2020

Partidos Clásicos: Athletic Club-Barcelona, Final de Copa 1984

By Pablo Rodriguez | mayo 6, 2020
2020

Partidos Clásicos: Athletic Club-Barcelona, Final de Copa 1984

En un universo alternativo, Mediocristán quizás, el pasado 18 de abril la mitad de los vascos presentes en Sevilla hubieran celebrado el primer título de Copa en más de 30 años mientras que la otra mitad hubieran tenido un viaje de vuelta para olvidar.

La imagen ha sido cedida por Beñat Zarrabeitia de la biblioteca personal de Roberto Zarrabeitia.

Sin embargo, esa final no se ha podido disputar aún y tanto la afición txuriurdin como la zurigorri tendrán que esperar para vivir un día que recordarán por razones opuestas durante décadas.

Ayer se cumplieron exactamente 36 años de la conquista de la vigesimotercera Copa del rey por parte del conjunto bilbaíno ante el FC Barcelona en el Santiago Bernabéu. Aprovechando dicho aniversario y siguiendo con el repaso de partidos históricos basado en datos que estamos llevando a cabo desde StatsBomb (la serie se puede leer aquí) , me he propuesto realizar un pequeño análisis de uno de los partidos más recordados por diversas razones en los últimos 40 años.

Para el conjunto catalán fue una temporada complicada, las lesiones de sus estrellas Diego Armando Maradona y Bernd Schuster lastraron al equipo en liga y sucumbieron ante el Athletic en la final de copa. Al final de esta temporada tanto el entrenador César Menotti como Maradona abandonarían el conjunto culé.

Por su parte, el equipo vasco llegaba al Bernabéu en un momento paradójico: en medio de tiempos convulsos en lo socioeconómico pero exultante en lo deportivo tras conseguir el segundo título de liga consecutivo y tras haber eliminado al Real Madrid en penaltis en las semifinales. La final llegaba con los ánimos caldeados tras los partidos previos y las declaraciones de ambos entrenadores.

  Como sorpresa en las alineaciones, en punta del Athletic jugó un joven Endika Guarrotxena, que sería decisivo con el único gol al cuarto de hora del partido.

El partido no tuvo excesivo brillo más allá del gol y un par de ocasiones al final del encuentro por parte del conjunto blaugrana. 

Mirando a las ocasiones, el gráfico de Goles Esperados confirma que ninguno de los dos equipos generó en exceso, más allá del efecto que tiene un gol tempranero en una final y que pone la carga de la iniciativa en el equipo que va por detrás del marcador. 

El Athletic Club sumó 8 remates, por 14 del Barcelona. Pese a que el conjunto vasco apenas remató dos veces tras el descanso, una de ellas de falta, el Barcelona no fue capaz de superar ni en volumen ni en calidad las ocasiones del Athletic hasta los minutos finales del encuentro. 

De hecho, el mapa de tiros catalán nos muestra apenas tres remates dentro del área, dos de ellos de cabeza no más cerca del punto de penalti. Por tanto, no se puede decir que dominaran en este sentido incluso con los efectos de resultado a su favor.

Diferencias en el estilo de juego

Sin embargo, este partido fue paradigmático de dos maneras diferentes de entender el fútbol...

En los indicadores básicos se puede comprobar que el Barcelona dominó de manera holgada la posesión 66% por 34% del Athletic.  El enfoque del Barcelona en un juego basado la posesión fue evidente durante todo el partido, completaron 360 de 437 pases que intentaron. Completaron 100 pases más de los que el Athletic intentó durante todo el partido (134 de 223).

Efectos de resultado aparte, es evidente que los estilos de juego de ambos equipos eran diametralmente opuestos.

En el gráfico superior podemos comparar los pases de ambos equipos en el tercio defensivo. Esto da una muestra de cómo ambos equipos entendían la salida de balón: Mientras que en el equipo vasco predominó el juego en largo y sólo alrededor del 30% de los pases en salida de balón fueron rasos. La mayoría de ellos fueron largos, ejemplos claros de un juego directo y vertical, sin elaboración cerca del área propia.

Consecuencia de ello, el bajo porcentaje de acierto en los pases, menos de 6 de cada 10 pases fueron completados. Aunque es cierto que muchas veces el equipo ganaba la segunda jugada, normalmente esto era sucedido de nuevo por un envío en largo buscando el área rival.

El conjunto catalán por su parte apenas erró 4 pases en salida desde atrás, todos ellos además saliendo del primer tercio, y fueron capaces de completar más de 100 pases en esa zona. Especialmente reseñable el papel de, paradójicamente, dos vascos, Urruti y Alexanko con más de 25 pases cada uno en salida de balón y ni uno solo fallado.

Progresión a zonas de peligro

El juego combinativo del FC Barcelona funcionó y les permitió controlar de manera holgada la posesión y progresar en campo contrario regularmente. El conjunto culé consiguió 57 entradas al tercio ofensivo (57/82) y como se puede ver en el gráfico inferior, casi todas ellas fueran desde campo contrario y ni una sola de ellas desde el primer tercio.  El contraste con el mismo gráfico del Athletic Club es de nuevo evidente. 

Los jugadores más destacados del conjunto catalán en estas situaciones fueron, como no podía ser de otro modo, Bernd Schuster con 14 pases completados, 2 conducciones y 4 pases recibidos y Diego Armando Maradona recibiendo 12 pases. El rendimiento de Lobo Carrasco también merece ser notado con 8 pases, 4 conducciones, 4 pases recibidos y 1 regate.

Pese a todo, los jugadores blaugranas no consiguieron traducir en ocasiones el dominio de la posesión a lo largo del partido. Parte de la explicación se puede encontrar en el sistema defensivo del Athletic, generalmente defendiendo en campo propio, con marcajes agresivos y muchas ayudas defensivas que dificultaron al Barcelona crear ocasiones e incluso permitieron a los vascos recuperar y disponer de varios contraataques peligrosos.

Sin olvidar la actuación de Andoni Zubizarreta en momentos clave del partido.

Por parte del conjunto zurigorri, al margen del mencionado Endika, que al final del encuentro demostraba comprender la idea de los Goles Esperados, los dos jugadores más destacados en ataque fueron Dani y Argote. Junto con Endika, fueron los jugadores con más toques en ataque, siendo los responsables de la mayoría de ocasiones del Athletic.

El último partido de Maradona en el Barcelona

Durante el partido, si bien fue uno de los jugadores más destacados en ataque, sus acciones estuvieron muy condicionadas por el agresivo marcaje que sufrió durante todo el partido, especialmente por parte de Iñigo Liceranzu, y por el sistema defensivo del Athletic. Así, Diego se vio obligado a ir a recibir en muchas ocasiones al propio campo siendo el encargado de construir el juego.

Sin embargo, el que sería el último partido oficial de Diego Armando Maradona con la camiseta del Barcelona antes de irse a Napoli no terminó de la mejor de las maneras. Tras el pitido final el jugador argentino agredía a Miguel Sola, desatando una batalla campal que se recuerda hoy en día estrechamente ligada a la propia final.

Nada de esto cambiaría el resultado y con el gol decisivo de Endika en la primera parte el conjunto dirigido por Javier Clemente completaría un doblete histórico de Liga y Copa. Al día siguiente, la Gabarra surcó la ría por última vez hasta hoy, aunque quizás sólo hasta que la final aplazada se pueda jugar.