A finales de 2022, durante la pausa para el Mundial, parecía que Diego Simeone estaba más cerca que nunca de dejar el Atlético de Madrid tras más de una década en su banquillo. El equipo no había arrancado la temporada de la manera esperada y él sentía que la plantilla no estaba respondiendo a sus métodos.
En busca de un camino nuevo e inspirado por lo que vio desde las gradas del Mundial, Simeone tomó la decisión de girar el juego del Atleti hacia uno más elaborado, de pases más cortos y posesiones más largas.
El cambio ha funcionado sumamente bien. Desde la vuelta del Mundial, ningún equipo de La Liga ha marcado más goles (2,41 por partido), acumulado más puntos (2,27 por partido) o conseguido una mejor diferencia de goles esperados (xG - xG concedido) que los del Cholo.
¿Qué tan grande ha sido el cambio?
Si se comparan los datos del Atlético en los partidos de 2022 (01-01-2022 a 10-11-2022) antes del parón para el Mundial con los después del Mundial (29-12-2022 hasta hoy) es algo que se puede ver claramente a través de varias métricas.
- Pases completados por partido: +19,73% (389,71 a 466,59)
- Pases completados por posesión: +18,20% (5,09 a 6,02)
- Longitud de pase (promedia): -4,64% (18,21 metros a 17,37 metros)
- Porcentaje de acierto en el pase: +5,00% (80% a 84%)
- Velocidad ofensiva: -11,43% (2,48 metros / segundo a 2,8 metros / segundo)
Si analizamos el cambio en el porcentaje de pases rasos en cada zona, es notable que con la excepción del mediocampo de campo propio el giro es evidente en casi todo el campo.
El cambio más dramático es dentro del propio área del Atleti (uno que rompe la escala del gráfico, siendo de un 13 o 14 puntos porcentuales en dos de las zonas), donde Jan Oblak ha pasado de ser un portero de balones largos a uno capaz de también dar pases cortos para facilitar una salida más estructura desde atrás.
- Porcentaje de acierto en el pase: +33,33% (52% a 72%)
- Longitud de pases intentados (promedia): -16,83% (47,48 m a 39,49 m)
- Longitud de pases completados (promedia): -10,68% (33,90 m a 30,28 m)
El cambio en el perfil de pase de Oblak se ve reflejado en el juego del equipo. Con la ayuda de nuestro modelo de Pass Clustering, podemos analizar los tipos de pases que el Atleti está realizando con más y menos frecuencia con respecto al año previo al Mundial.
Primero, en el tercio defensivo. Más pases rasos y cortos; menos pases altos y largos.
Oblak es el jugador cuyo perfil más ha cambiado en este tercio, pero el carrilero Nahuel Molina y los centrales Stefan Savić y Mario Hermoso también han aumentado la cantidad de pases cortos que realizan.
El patrón es muy parecido en el tercio medio, con más circulación de balón en el mediocampo y pases cortos a las bandas en vez de entregas más directas.
El último tercio es el tercio en el que el perfil de pase del Atleti menos ha cambiado, pero aún así cabe destacar que está llegando a este tercio con mucho más frecuencia que antes del Mundial y que una vez ahí está completando más pases en zonas interiores y en los últimos metros. Utiliza con menos frecuencia los centros para hacer llegar el balón al área.
A nivel de jugadores, podemos utilizar xPass, nuestro modelo que mide la dificultad de los pases, para tener una idea más global del cambio en el perfil de pase de cada jugador.
Aparte del ya mencionado Oblak, Koke es el jugador cuyo perfil de pase más ha cambiado con el giro hacia un juego más elaborado. El capitán del equipo, el único jugador de campo que ha vivido la totalidad de la era Simeone, se ha rejuvenecido gracias a su nuevo rol como eje del equipo.
Koke está entrando en contacto con el balón con más frecuencia, dando más pases (49,77 por partido a 75,96) y controlando el ritmo del equipo. Realiza pases sencillos para mantener la posesión pero también pases progresivos que aceleran el juego.
Después del Mundial, sólo Toni Kroos (Real Madrid) y Kirian Rodríguez (Las Palmas) han dado más pases que rompen líneas por cada 90 minutos en el campo.
Sin cambiar mucho su propio perfil de pase, Antoine Griezmann es otro de los jugadores que más han beneficiado de un planteamiento que ha aumentado el poder ofensivo del equipo sin sacrificar la solidez de la estructura defensiva. El francés ha pasado de aportar 0,57 goles y asistencias por cada 90 minutos en el campo de 0,47 xG y xG asistido en el año previo al Mundial a 0,85 goles y asistencias por 90 de 0,69 xG y xG asistido después.
Es interesante notar que aunque el cambio definitivo ha sido un poco brusco, es un estilo de juego al que el Atlético se ha encaminado a lo largo de los últimos años. Utilizando un modelo un poco crudo de similitud, desde la 2015-16, su perfil de pase se ha convertido en uno cada vez más parecido al de la presente temporada.
Ahora ha llegado al destino: un estilo de juego efectivo y atractivo que lo tiene entre los aspirantes al título de La Liga.