2020

Apuntes de La Liga: La destitución de Celades y la salida de Arthur

By Nick Dorrington | julio 2, 2020
2020

Apuntes de La Liga: La destitución de Celades y la salida de Arthur

Esta semana abordamos la destitución de Albert Celades del Valencia y la salida de Arthur del Barcelona.

Los resultados finalmente castigan a Celades

Un consejo para los que quieran ser propietarios de un club de fútbol... no impongan condiciones inviables a un entrenador que lleva al equipo a acabar entre los cuatro primeros en dos temporadas consecutivas. Si realmente no puede resistirlo, definitivamente no le reemplace con un entrenador de dudosos méritos y experiencia.

En caso de no seguir nuestro consejo, podría sucederle esto:

Hasta hace poco, los resultados del Valencia desde que Albert Celades reemplazó a Marcelino a mediados de septiembre habían sido bastante buenos. Cuando La Liga se detuvo en marzo era séptimo en la clasificación, a sólo cuatro puntos de los puestos de Champions. Sin embargo, los números subyacentes siempre contaban una historia diferente, una que los resultados desde el reinicio han reflejado de manera más exacta. Tres derrotas en cuatro partidos dejó al Valencia a ocho puntos de los cuatro primeros y a Celades sin trabajo.

Ni siquiera necesitamos cavar tan profundo como los Goles Esperados (xG) para entender lo mal que estuvo el Valencia de Celades. Realizó sólo 8.28 tiros por partido, la segunda cifra más baja de La Liga, mientras recibió 15.52 tiros, la peor marca de todos los equipos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que una diferencial negativa de siete tiros por partido no es una fórmula de éxito.

En los días en que el Total Shots Ratio gobernaba el análisis de datos en fútbol, probablemente hubiéramos considerado que cualquier equipo que realizara un 40% o menos de los tiros en sus partidos era bastante pobre. En promedio, el Valencia de Celades sólo realizó un 35%.

Si acudimos al xG, podemos ver que la calidad media de los tiros del Valencia era mejor que la calidad de los tiros que recibió, pero que la diferencia no era lo suficientemente grande como para equilibrar una disparidad tan grande en cuanto al volumen de tiros. Sólo tres equipos acumularon menos xG por partido que el 0.89 del Valencia, mientras sólo uno recibió más xG por partido que su 1.35. El resultado fue la tercera peor diferencia de xG de la división, -0.46 por partido. Esos son los números de un candidato para el descenso más que los de un aspirante para los puestos de Champions.

Los resultados ocultaron esos problemas. El Valencia rendía muy por encima de sus números subyacentes y a pesar de su declive reciente, seguía yendo unos nueve goles por encima de su diferencia de xG cuando Celades fue relevado de sus funciones.

Como ocurre casi siempre, se ha intentado crear un arco narrativo, decir que las cosas estaban bien hasta que las lesiones le lastraron, identificar un punto de inflexión cuando se perdió el control del vestuario. No obstante, la verdad es que el Valencia de Celades nunca fue muy bueno. Sólo fue necesario un poco de tiempo para que los resultados reflejaran esa realidad.

Arthur se despite de un Barcelona cada vez más viejo

El Barcelona ha dado mucha ventaja al Real Madrid en la carrera por el título con dos empates consecutivos contra el Celta Vigo y el Atlético Madrid que le han dejado a dos puntos del líder con un partido más jugado. Incluso si gana los cinco partidos que le quedan, el Madrid puede permitirse el lujo de perder cuatro puntos en sus seis partidos restantes y aun así ganar La Liga gracias a sus enfrentamientos directos.

Fuera del campo de juego, el Barcelona ha confirmado esta semana lo que en esencia equivale a un acuerdo de intercambio con la Juventus que hará que el club italiano pague 72 millones de euros por Arthur, al mismo tiempo que el Barça pague 60 millones de euros por Miralem Pjanic.

No es un acuerdo que tenga mucho sentido deportivo. Los dos jugadores han tenido roles distintos esta temporada, lo que complica una comparación directa. Pero incluso si aceptamos que, a pesar de que existen diferencias estilísticas, los dos tienen un nivel actual similar, sigue siendo difícil formar un argumento convincente para cambiar a un jugador de casi 24 años por uno de 30. Particularmente cuando el Barça ya tiene un amplio contingente de jugadores de 30 o más años.

La verdad es que este acuerdo tiene muy poco que ver con lo que pasa en el campo de juego. Se trata de mover las cifras en una hoja de cálculo para equilibrar los presupuestos. Ambos equipos tenían déficits y construyeron una manera mutuamente favorable de compensarlos.

Puede que el rendimiento no haya sido el principal motivo de la marcha de Arthur, pero también es justo decir que no ha dado el paso adelante que algunos en el club esperaban de él. Antes del inicio de la temporada el por entonces entrenador Ernesto Valverde le fijó el objetivo de aumentar su rendimiento en ataque, y parecía cumplirlo en la primera parte de la campaña. El problema es que no mucho de eso se mantuvo en un tamaño de muestra más grande.

Sus números de tiros y goles esperados siguen siendo más altos que la temporada pasada, pero eso se equilibra con cifras más bajas de pases claves y goles esperados asistidos. El resultado es un cambio insignificante en su producción ofensiva temporada tras temporada. Su cantidad de pases filtrados también se mantiene igual.

Lo que claramente es es un muy hábil regateador y conductor del balón. No es de extrañar que no haya mantenido el ritmo de tres regates exitosos por cada 90 minutos con que empezó la temporada, pero un ritmo de dos por 90 se sitúa entre los primeros de La Liga en su posición. Completa un 88% de sus regates, la marca más alta de todos los centrocampistas que han completado al menos un regate por 90. Una buena cantidad han sido realmente progresivos.

Asimismo, ha conducido el balón a una distancia mayor por 90 que cualquier otro centrocampista de La Liga.

Dado esas fortalezas y su habilidad en el pase, Arthur mereció otra temporada para intentar aumentar su producción ofensiva y aportar más defensivamente. Particularmente por lo difícil que es desenredar cuánto de su estancada producción en el último tercio es debido al declive general de ataque del Barcelona.

Arthur representaba el activo más vendible de un club que necesitaba equilibrar su cuenta. Los problemas físicos que le han hecho perderse varios partidos con golpes y lesiones persistentes crean suficientes dudas como para justificar que el Barça le sacara provecho en un acuerdo favorable. Sin embargo, es difícil calificar así el acuerdo con la Juventus.