Las cualidades de Alexander Isak, la crisis de identidad del Mallorca, el papel de Marc Cucurella en el Getafe y el bajo volumen de tiros esta temporada. Vamos a echar un ojo a algunas cosas interesantes de la jornada 23 de La Liga.
Isak toma su oportunidad
Willian José probablemente se arrepiente de haber agitado para alejarse de la Real Sociedad. Al hacerlo, le abrió la puerta a Alexander Isak, quien entró, se puso cómodo, y cambió las cerraduras. El veinteañero ha marcado en cada uno de sus últimos seis partidos en todas las competiciones, ocho veces en total.
Después de un doblete en la victoria por 4-3 en los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Real Madrid, Isak volvió a hacer una contribución decisiva en el triunfo ante el Athletic Club en el derbi vasco el domingo. Reemplazó a José en el segundo tiempo, asistió el primer gol a Portu y luego marcó el gol de la victoria.
Los números de Isak demuestra que es capaz de igualar la producción de su colega más experimentado en cuanto a los tiros, pero también ofrece una gama de otras cualidades.
Hace más trabajo sin balón, aporta más producción creativa, y su velocidad y habilidad también añaden un elemento de desborde al ataque. Recibe, regatea y luego avanza rápidamente hacia el espacio resultante, como muestra este mapa de sus regates exitosos y conducciones posteriores.
Ese no es el juego de José.
¿Isak puede continuar revitalizando un equipo cuya forma en La Liga ha sido irregular en los últimos dos meses? Si puede, el Borussia Dortmund conserva una opción de recompra de 30 millones de euros que podría estar dispuesto a ejercer al final de la campaña.
¿Qué clase de equipo es el Mallorca?
Los equipos de La Liga se han disputado casi dos tercios de la temporada y todavía no tenemos una idea clara de lo que es exactamente el Mallorca. Sabemos que en términos de rendimiento es uno de los equipos de la division menos destacados tanto por la tabla real como por los números subyacentes. Pero es muy difícil definirlo estilísticamente. La mayoría de los equipos tienen algún tipo de perfil identificable a estas alturas; el Mallorca no lo tiene.
El equipo de Vicente Moreno no presiona arriba, pero tampoco es particularmente efectivo a la hora de defender en un bloque bajo. Recibe un volumen de tiros por encima de la media, de una calidad también por encima de la media. No tiene un gran número de jugadores entre el balón y su portería cuando rematan los rivales. Su ratio de bloqueos es una de las más bajas de La Liga. Es un equipo pasivo, contra el cual los rivales pueden avanzar y crear oportunidades sin muchos problemas.
La situación es similar en ataque. Incluso en la mitad inferior de la tabla, existen equipos que se destacan por el volumen (el Espanyol) o la calidad (el Alavés) de sus tiros. Sin embargo, el Mallorca tiene un volumen por debajo de la media de tiros, y éstos son de una calidad también por debajo de la media. Está en el medio del camino en términos de la velocidad y verticalidad con la que ataca. Está en la media en regates. Incluso en categorías relativamente esotéricas como la proporción de tiros realizados con cada parte del cuerpo (pie derecho, pie izquierdo, cabeza, otra) está justo en el medio del pelotón.
En los últimos diez partidos, el Mallorca ha sumado sólo cuatro puntos, cinco menos que cualquier otro equipo. Sus números subyacentes no son tan malos, pero tampoco dan excesivos motivos para el optimismo. Algunos de los equipos en su entorno están mejorando, y los que tienen peores números ya tienen una buena ventaja en términos de puntos.
Existe un grado en el que todo esto es simplemente un caso de tener menos talento. El Mallorca tiene el presupuesto más bajo de toda La Liga. No obstante, tanto esta temporada como en campañas pasadas, ha habido equipos que han llegado a la Primera División con ideas muy bien definidas de cómo pretenden competir a ese nivel. Equipos como el Eibar, el Getafe o el Osasuna han utilizado una presión agresiva para igualar y superar las disparidades de talento; el Legánes se ha apoyado en su buena base defensiva; el Mallorca... bueno, parece que no tiene nada que pueda llamarse su estilo.
Cucurella y el Getafe: un matrimonio perfecto
Marc Cucurella es uno de los tipos cuya producción general no destaca entre la población.
Pero lo que hace bien es exactamente lo que el sistema del Getafe le exige. El equipo de José Bordalás hace la presión alta más agresiva de La Liga, y Cucurella es el más activo en ese sentido. Lidera el equipo en presiones.
Y también en presiones que son sucedidas en los cinco segundos posteriores por una recuperación de la posesión.
No debería ser tan sorprendente. La pasada temporada, Cucurella lideró el Eibar, el otro abanderado de la presión alta en La Liga, en ambas categorías. Él es simplemente una máquina de presión, una pila de energía condensada.
Aunque sus números de ataque no sobresalen en términos generales, dentro del contexto de su equipo, él es uno de los que más habitualmente aportan asistencias, y su verticalidad con el balón a sus pies hace que el equipo pueda avanzar rápidamente. Esto fue evidente en la victoria del Getafe por 3-0 ante el Valencia el sábado, en la que Cucurella regularmente llevó el balón hacia adelante por el flanco izquierdo.
Finalmente, Alessandro Florenzi, el lateral derecho del Valencia, tal vez harto de ver pasar una y otra vez este joven y su pelambrera, tomó represalias con una fea entrada por detrás que resultó en una merecida tarjeta roja.
La victoria fue la cuarta consecutiva del Getafe, y la séptima en sus últimos diez partidos de Liga. En ese tiempo, sólo el Real Madrid ha sumado más puntos. Es tercero en la tabla y con otros aspirantes a los puestos de Champions sufriendo vaivenes, existe una posibilidad auténtica de que pueda clasificar a la competencia de élite del fútbol europeo.
Una parte clave de su éxito es que todos los jugadores desempeñan exactamente el papel que se les exige el sistema de Bordalás. Pocos encapsulan eso mejor que Cucurella.
Un bajo volumen de tiros
La temporada pasada, el volumen de tiros, goles y goles esperados (xG) de La Liga se redujeron en comparación con los de 2017-18, y el inicio de esta campaña insinuaba una caída aún más dramática. Después de diez partidos, las tres categorías habían bajado, la media de xG por partido era menos de dos (en comparación con 2.14 en la 2018-19) y había 1.8 disparos menos por partido.
A lo largo de la campaña, los goles se han igualado casi exactamente con los de la temporada pasada, pero tanto los tiros como el xG siguen siendo alrededor de un 5% por debajo de las cifras previas. En términos de tiros, una diferencia de 1.25 por partido.
Si los tiros y las ocasiones son lo que consideramos equivalente a entretenimiento, La Liga es la menos entretenida de las cinco grandes ligas europeas. Hay 1.5 menos tiros por partido que en la Ligue 1, la segunda más baja, y 6.25 menos que en la Serie A, el líder en ese aspecto. Los partidos de La Liga producen dos tercios de un gol menos xG que los de la Bundesliga.
La Primera División española parece ir por su propio camino en términos de estilo de juego. En promedio, sus equipos defienden más arriba y intentan romper las cadenas de pases de sus rivales en territorio contrario más a menudo que los de cualquiera de las otras ligas. Eso produce menos tiros, pero también una estética diferente. Si eso es lo que te gusta, La Liga es el lugar para estar.