El Sevilla superó las expectativas en la 2019-20 en su primera temporada con Julen Lopetegui en el banquillo, ganando la Liga de Europa y terminando la campaña de liga en cuarto lugar, igualado en puntos con el tercero, el Atlético Madrid.
Había muchas dudas alrededor de la figura de Lopetegui antes del comienzo de la temporada y no fue universalmente popular la decisión de elegirle como el nuevo entrenador del equipo, pero al final se convirtió en todo un acierto por parte del director deportivo Monchi, de vuelta en el Sevilla tras su paso menos exitoso por el Roma.
El técnico guipuzcoano creó un equipo sólido y bien estructurado que en términos de tanto goles como goles esperados (xG) combinó el quinto mejor ataque de la división con la tercera mejor defensa para la cuarta mejor diferencia de goles.
La cohesión que consiguió fue más impresionante aún dada la cantidad de movimientos en el mercado de fichajes previo al inicio de la temporada. Pareció que Monchi no le gustó para nada el trabajo de sus predecesores porque empezó una revolución total del grupo, con 13 llegadas y una cantidad similar de salidas. Solo un 38.32% de los minutos en la 2019-20 fueron disputados por jugadores de la plantilla de la temporada anterior, el menor porcentaje de toda La Liga.
La base de la solidez defensiva del equipo fue la combinación de Diego Carlos y Jules Kounde en el centro de la zaga con Fernando como un seguro de vida por delante de ellos. Todos fueron nuevos fichajes y todos hicieron su trabajo de manera perfecta. Los dos centrales se mostraron cómodos defendiendo tanto en campo abierto como en su propio área.
Eso era un requisito porque al nivel colectivo variaba mucho la altura de la línea defensiva, entre momentos de presión alta y otros de una presión concentrada en campo propio.
El Sevilla recibió una cantidad de tiros por debajo de la media, mientras que solo el Atlético Madrid concedió tiros de una menor calidad media. Sus rivales tuvieron problemas en crear buenas ocasiones dentro del área.
En el otro extremo del campo, el Sevilla acumuló una buena cantidad de tiros (12.50), pero la calidad media de esos tiros fue por debajo de la media de la división. Fue un ataque suficientemente bien dada su solidez de la defensa pero aún existe espacio para mejoras en la nueva temporada.
El equipo realizó una cantidad respetable de tiros en fases de transición, con los dos laterales Jesús Navas y Sergio Reguilón primordiales en el avance del balón a través de sus conducciones largas y rápidas desde campo propio. Ambos figuraron entre los laterales que más metros ganaron en las conducciones por cada 90 minutos en el campo. Lucas Ocampos también contribuyó mucho en este aspecto, como en todos los aspectos del ataque sevillista.
Sin embargo, en situaciones más estáticas, el Sevilla tuvo problemas en generar ocasiones claras. Ensanchó bien el campo y creó superioridades en las bandas a través de combinaciones entre los laterales, los extremos y los interiores en su 4-3-3 habitual, pero confiaron demasiado en los centros como manera de crear ocasiones. Solo el Getafe creó una mayor proporción de sus tiros así, mientras que ningún equipo utilizó los centros para intentar entrar en el área con más frecuencia que el Sevilla.
En general, los centros representan una manera ineficiente de crear ocasiones de buena calidad. Con las llegadas en enero de Suso y Youssef En-Nesyri, el equipo disponía de un par de jugadores capaces de aportar cosas diferentes al ataque pero el planteamiento no cambió mucho. Puede ser que haya alteraciones más evidentes en la 2020-21.
Parece que este va a ser un mercado más tranquilo que el habitual en el Sevilla pero eso no quiere decir que no haya habido movimientos ni que no habrá más llegadas antes del fin de mercado en octubre.
El club ha sufrido una baja sensible con la marcha de Éver Banega, la piedra angular del medio campo durante mucho tiempo y en la conversación para ser, más allá de los del Barcelona y el Real Madrid, el mejor centrocampista de La Liga en los últimos años. La temporada pasada, avanzó al balón al último tercio más a menudo que cualquier compañero y también lideró al equipo en asistencias tanto reales como esperadas por cada 90 minutos.
El Sevilla ya tiene un reemplazo en Óliver Torres, aunque parece que le falta la capacidad de combinar tan bien la creatividad y eficiencia que hace de Banega uno de los mejores en su posición. Monchi también ha recurrido al mercado para traer dos centrocampistas nuevos: Ivan Rakitić y Óscar Rodríguez.
Rakitic es bien conocido en Nervión y aunque no será el mismo centrocampista todoterreno de su primer paso por club, aportará mucha calidad e inteligencia. Rodríguez llega después de una buena temporada en el Leganés como cedido del Real Madrid. Se perfila como un jugador que toma riesgos en busca de profundidad en vez de uno capaz de controlar el ritmo del equipo, pero eso podría cambiar en un contexto diferente. Sin embargo, el Sevilla tal vez no debería esperar que se repita el ritmo de goles desde situaciones a balón parado que consiguió en la 2019-20.
Youssef Bounou ha llegada de manera permanente después de sus buenas actuaciones bajo palos en la Liga de Europa y podría desplazar a Tomáš Vaclík como portero titular en Liga. Los datos de los porteros son susceptibles de cierta varianza, pero Bounou estuvo entre los mejores de La Liga en el Girona en la 2018-19 y también pareció rendir a un nivel por encima del de Vaclík en la 2019-20.
Existen algunas tareas pendientes. Navas jugó más minutos (3658) que cualquier compañero la temporada pasada y parecía incombustible a pesar de sus 34 años de edad. Queda por ver si es capaz de sostener otra vez una carga de minutos tan alta. Después de una cesión prometedora en el Mallorca, ¿puede el canterano Alejandro Pozo entrar en la rotación allí en la 2020-21? ¿Si no, el Sevilla entrará en el mercado?
En el otro lateral, el club quiere seguir contando con Reguilón después de un año impresionante como cedido del Real Madrid, pero su continuidad no es nada fácil. Si no llega, el Sevilla buscará otro jugador con características similares. Marcos Acuña del Sporting de Portugal ha sido mencionado como opción.
No obstante, la plantilla está más o menos completa y el Sevilla parece bien situado para repetir su clasificación entre los cuatro mejores de La Liga. No será fácil, pues el Villarreal y la Real Sociedad ya tenían niveles muy similares al Sevilla la temporada pasada, pero con un modelo de juego que incluso con algunas limitaciones en ataque ya ha producido buenos resultados, el equipo de Lopetegui tiene una ligera ventaja en esa lucha de cara a la nueva temporada.
Hace solo dos temporadas, el Valencia ganó la Copa del Rey y terminó la campaña de liga en cuarto lugar, pero las cosas se han empeorado desde entonces y tras un mercado de muchas salidas y ninguna llegada parece que una clasificación en media tabla representaría una buena temporada en la 2020-21.
Después de dos temporadas consecutivas entre los cuatro mejores de La Liga, el Valencia terminó la 2019-20 en noveno lugar, 17 puntos por debajo de los puestos de Champions. Empezó la campaña con Marcelino en el banquillo, pero él fue destituido en septiembre después de varias discusiones con la directiva. Al principio, los resultados de su reemplazo, Albert Celades, fueron bastante buenos, pero los números subyacentes empeoraron de manera significativa.
Verde = Goles esperados (xG); Morada = Goles esperados concedidos.
Entre la llegada de Celades y su destitución a finales de junio, el Valencia tuvo la tercera peor diferencia de goles esperados (xG) de La Liga.
Ni siquiera necesitamos cavar tan profundo como los goles esperados para entender lo mal que estuvo el Valencia de Celades. Realizó sólo 8.28 tiros por partido, la segunda cifra más baja de La Liga, mientras que recibió 15.52 tiros, la peor marca de todos los equipos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que una diferencial negativa de siete tiros por partido no es una fórmula de éxito.
El declive fue pronunciado en ambos extremos del campo pero sobre todo en defensa. En términos de goles esperados concedidos, el Valencia tuvo la mejor defensa de La Liga en la 2018-19. La temporada pasada, tuvo la cuarta peor. No solo recibió más tiros que ningún otro equipo, pero la calidad media de esos tiros fue también entre los mayores de la división.
Al final, los resultados comenzaron de empeorar, Celades fue despedido después de tres derrotas en cuatro partidos en la vuelta del parón, y Voro llegó para hacer su trabajo casi habitual de entrenador interino.
Apenas había terminado la temporada y el club ya había empezado una misión para reducir de manera significativa el gasto de la plantilla. Entre los traspasos y cesiones a otros clubes y los que han vuelto a sus clubes de origen después de cesiones en el Valencia, han salido ocho jugadores (los rosados en el gráfico por debajo) que entre ellos disputaron un 34% de los minutos totales de la plantilla en la 2019-20.
Entre las salidas figuran los nombres de Ezequiel Garay, el líder de la defensa, Dani Parejo, el director del ritmo, y Rodrigo Moreno, que cuando jugó acumuló más goles y asistencias, y xG y xG asistido, por cada 90 minutos que cualquier compañero.
Asimismo, ha salido el joven Ferran Torres al Manchester City después de aumentar sus minutos por tercera temporada consecutiva y aportar cuatro goles y cinco asistencias.
Las únicas llegadas hasta la fecha han sido las vueltas de cesiones de Jason y Toni Lato. Es probable que lleguen al menos dos fichajes antes del fin de mercado en octubre, con un central y un mediocentro las prioridades, pero queda claro que la plantilla de la 2020-21 va a ser una más joven y menos experimentado, con espacio para canteranos como Hugo Guillamón, quien jugó cinco partidos como titular en el centro de la zaga después del parón, los centrocampistas Vicente Esquerdo y Uros Racic, y el extremo Lee Kang-In.
El nuevo entrenador Javi Gracia está altamente cualificado para afrontar una situación así porque ya ha vivido una muy similar en el Málaga. Llevó el club andaluz a dos clasificaciones en la mitad superior de la tabla a pesar de un presupuesto reducido y las salidas de varios jugadores. Debutó a jóvenes como Juanpi, Pablo Fornals y Sami Castillejo, y se ganó la reputación de ser un técnico capaz de sacar el máximo provecho de sus jugadores.
Gracia llega en Valencia después de poco más de una temporada y media en el banquillo del Watford de la Premier League que terminó con su destitución en septiembre de 2019. Inmediatamente mejoró la defensa en su llegada al club a mitad de la temporada 2017-18, y luego el ataque durante la primera mitad de la 2018-19, una campaña en la que el club llegó a la final de la FA Cup y también consiguió su mejor puesto de liga en más de 30 años. Sin embargo, los números subyacentes del equipo empeoraron en la segunda mitad de esa temporada y tres derrotas en sus primeros cuatro partidos de la próxima campaña pusieron fin a su etapa en Inglaterra.
El Watford de Gracia repitió muchos de los aspectos tácticos de su tiempo en el Málaga. Su formación habitual fue un 4-4-2, pero a veces utilizó un 4-2-3-1. El equipo fue un poco más proactivo que la media de la Premier League en cuanto a la regularidad con la que intentaba romper las cadenas de pases de sus rivales. Atacó de forma rápida, creando menos tiros que la media de la división pero de una calidad media que figuró entre los mejores.
Algunos jugadores del Valencia ya han hablado de la claridad de sus ideas y podemos esperar un planteamiento muy parecido en su vuelta a La Liga. No veremos de nuevo un equipo tan pasivo como el de la temporada pasada. Si nada más, los equipos de Gracia siempre son trabajadores y competitivos.
Está claro que la plantilla necesita al menos un par de refuerzos y en realidad más, como cuatro o cinco, pero todavía incluye, al menos por ahora, suficientes jugadores de calidad para situar al Valencia más como un equipo de media tabla que uno que estará involucrado en una lucha para la permanencia. No obstante, esa refleja una amplia disminución de las ambiciones de un club que hace muy poco fue un equipo de Champions.
La temporada 2019-20 del Barcelona terminó hace solo cuatro semanas pero han pasado tantas cosas desde entonces que ya parece un poco vano intentar sacar mucha información útil de esa temporada para informar nuestro análisis del equipo de 2020-21.
Sin embargo, vale la pena hacer un pequeño resumen de la 2019-20.
Los dos fichajes más caros, Antoine Griezmann y Frenkie de Jong, no rindió como esperaba. Griezmann nunca parecía un buen encaje en el equipo, más que nada porque en el Atlético Madrid hizo su trabajo en los espacios y momentos que en el Barça están reservados para Lionel Messi, y nunca convenció. De Jong hizo una campaña un poco tímido aunque sin un rol bien definido ni la licencia de involucrarse en tantas zonas como en el Ajax.
La sorpresa de la temporada fue, sin duda, Ansu Fati. Debutó con solo 16 años de edad en agosto de 2019 y anotó su primer gol una semana más tarde, así convirtiéndose en el jugador más joven de toda la historia del Barcelona en marcar en Primera División. Al final de la temporada había marcado siete goles y aportado una asistencia, a un ritmo de 0.65 por cada 90 minutos en el campo. Aportó desborde, velocidad e inteligencia desde el flanco izquierdo.
Ernesto Valverde empezó la campaña en el banquillo, pero fue despedido en enero a pesar de dejar el club como líder de La Liga, igualado en puntos con el Real Madrid. Quique Setién tomó las riendas y mejoró tanto los resultados como la media diferencia de goles esperados (xG) del equipo, pero infructuosamente porque fue el Madrid el que ganó el título con una buena racha de resultados después del parón.
Setién fue despedido a su vez después de la vergonzosa derrota por 8-2 contra el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones que puso fin a la primera temporada sin trofeos en el Camp Nou desde 2007-08.
Dos días más tarde, Ronald Koeman fue nombrado como el nuevo entrenador e inmediatamente empezó el trabajo de comunicar por teléfono a algunos jugadores que no entran en sus planes. Arturo Vidal, Ivan Rakitic, Luis Suárez y Samuel Umtiti recibieron esas llamadas.
Vidal y Suárez fueron dos de los seis titulares con 31 o más años de edad atropellados por un Bayern dinámico en la Champions. No cuesta mucho imaginar Hans Flick, el entrenador del conjunto alemán, adoptado las famosas palabras de Béla Guttman sobre el Real Madrid de los sesenta y adaptándolas al Barça de hoy: “Barcelona cansado, Barcelona cansado. Barcelona, viejo, viejo, viejo. No pueden correr.
Barcelona no puede correr.” No se trató de un fenómeno aislado. En una base ponderada de minutos, el Barça tuvo la segunda plantilla más vieja de La Liga en la 2019-20, con una edad media de 28.2.
Es un problema que ha aumentado año tras año y que parecía llegar a un punto de quiebre en la 2019-20. Una serie de decisiones cuestionables, si no malas, en cuanto a la confección de la plantilla no solo ha dejado el club con un grupo caro y envejecido, sino también sin mucho margen económico para revitalizarlo. Antes del final de la temporada, el club ya había hecho su primer movimiento en el mercado en hacer un intercambio con el Juventus de Arthur (24) con Miralem Pjanić (30), envejeciendo aún más la plantilla.
La decisión de poner en la rampa de salida a jugadores como Rakitic (que ya ha salido al Sevilla), Suárez y Vidal creará espacio para hacer algunas modificaciones pero queda por ver si el nuevo secretario técnico Ramon Planes es capaz de gestionar bien la necesidad de mantener un equilibrio entre la competitividad del equipo en el presente y el futuro. Según informes, Koeman ha pedido las llegadas de Gini Wijnaldum del Liverpool (que va a tener 30 años de edad en noviembre) y Memphis Depay del Lyon, (26) jugadores que ya conoce de la selección holandesa pero que en distintos grados solo representarían soluciones a corto plazo: Wijnaldium por su edad, Depay por su nivel.
Ya iba a ser un mercado difícil para el Barça pero luego las cosas se pusieron mucho, mucho peor. Un burofax llegó a la oficina para confirmar lo que el club ya sabía: Messi quería salir.
En la 2019-20, Messi asumió aún más responsabilidad en el ataque del equipo. Su suma de 20 goles y 19 asistencias fue 16 más que el próximo jugador, Suárez. Por cada 90 minutos, tanto Suárez como Fati marcaron goles a un ritmo similar, pero ningún compañero se acercó a igualar su producción creativa. Messi fue el líder claro del equipo en tanto asistencias como goles esperados asistidos por 90.
Es más, por cada 90 minutos, Messi también lideró al equipo en pases al área, pases filtrados y regates. Asimismo, en el avance del balón al último tercio.
(Cabe mencionar que si quieres hacer tu propio análisis de la 2019-20 de Messi y del Barcelona, hemos añadido los datos de esa temporada a nuestro repositorio de la carrera completa de Messi. Puedes encontrar aquí los detalles de como acceder a los datos.)
Dos cosas adicionales. Primero, la 2019-20 fue tanto su segunda peor (con Messi esa es muy relativa) temporada en los últimos diez años en cuanto a goles y asistencias (1.15 por 90) como su peor en cuanto a xG y xG asistido (0.91 por 90). Segundo, fue tanto la primera vez en ese periodo que su proporción de goles a asistencias cayó por debajo de un 60% como la primera vez que su proporción de xG a xG asistido cayó por debajo de un 57%. La división fue casi equitativa en ambos casos.
Siempre fue de esperar que con el paso de los años Messi empezara a transformarse en un jugador más pasador que goleador. El club ha tenido tiempo suficiente para confeccionar una plantilla dinámica, con jugadores capaces de hacer el trabajo con y sin balón que él ya no puede, para dejar a Messi como el eje creativo del equipo. Sin embargo, no lo ha hecho y como consecuencia, ahora tiene a un Messi descontento que ha dejado claro que no le gusta para nada la gestión de la directiva actual, encabezada por Josep Bartomeu.
Parece que va a quedarse, más que nada porque no quiere involucrarse en un caso legal prolongado, pero no es una situación ideal, ni para él, ni para el club. Existen muchas incógnitas sobre el futuro de ambos. Con elecciones en marzo de 2021, esta temporada se siente como una transitoria para el club.
Sin embargo, si Messi está más o menos bien y la plantilla toma forma más pronto que tarde todavía es capaz de competir por el título de La Liga. Es poco probable que haga una buena campaña en la Champions pero no había mucha diferencia entre el Barça y el Real Madrid la temporada pasada y si bien el Madrid parece mejor situado de cara a la nueva temporada, no está cantado que el equipo de Zinedine Zidane defienda con éxito el trofeo.
¡Esperamos que estéis disfrutando de nuestras previas de la nueva temporada de La Liga! Hemos hecho previas de los equipos de la Premier League en nuestra web inglés durante muchos años, pero este es el primer año en el que las estamos haciendo también para la liga española.
Hay diez previas esta temporada. Si existe suficiente interés, las haremos para toda La Liga el año que viene.
- Sevilla
- Valencia
Si queréis leer más sobre las métricas y los conceptos incluidas en las previas, hemos escrito una serie de artículos en los que tratamos de explicar las nociones básicas del análisis de datos en el fútbol:
- ¿Qué son los goles esperados (xG)?
- Introducción a las Métricas Defensivas en Fútbol
- Introducción a la interpretación de los radares de StatsBomb
Asimismo, nuestro curso online Introducción al Análisis de Datos en Fútbol Profesional ya está disponible. Los goles esperados (xG), táctica ofensiva y defensiva, acciones a balón parado, análisis de equipos y más:
https://cursos.statsbomb.com/courses/introduccion
¡Muchas gracias por su apoyo!
Dos años seguidos salvándose del descenso milagrosamente hacían pensar en un reseteo importante en el Celta Vigo pero desde la directiva se ha insistido en que la línea de trabajo era la correcta. Así, llegará el comienzo de La Liga con muchas incógnitas y pocas ilusiones.
La apuesta en la comunicación corporativa, la nueva partida, recuerda esa vida extra que se ganó de rebote en Leganés. La realidad es que parece que se ha pulsado el botón de reinicio por inercia, sin aprendizaje o algún upgrade que hagan pensar en un mejor desenlace. Al menos, hasta que lleguen los refuerzos que Óscar García no deja de pedir.
De momento, no se han cumplido los principales deseos del club: retener a Rafinha es misión casi imposible y el fichaje de Jeison Murillo no se concreta. La opción del colombiano parecía muy cercana pero han aparecido competidores en el mercado y la pieza clave de la defensa no aparece por Vigo, comprometiendo la dañada columna vertebral del equipo.
En media temporada en Vigo, el central procedente de la Sampdoria aportó mucha solidez, siendo un futbolista con personalidad, difícil de superar en el uno contra uno y poderoso en el juego aéreo.
Las tres incorporaciones ya confirmadas no representan ningún salto de nivel que permita evitar otro año de sufrimientos en la zona baja.
Álvaro Vadillo está llamado a ser una de las alternativas en la banda izquierda del ataque pero sus datos son decepcionantes incluso si los comparamos con la peor temporada de Pione Sisto, que acaba de salir traspasado al Midtjylland. El gaditano deberá mejorar mucho sus prestaciones si quiere contar con minutos pues a priori no parece que pueda aportar ni presión ni desborde ni peligro en el área rival.
En cuanto a Miguel Baeza, hablamos de un futbolista de gran talento pero con solo una temporada de experiencia en Segunda B. No parece que pueda dar un rendimiento inmediato que es lo que más urge al club vigués.
El fichaje de Renato Tapia viene a tapar una carencia clara en un equipo al que las transiciones defensivas se le complican en exceso. El internacional peruano es un medio defensivo muy físico, figura que se reclamaba desde hace un par de temporadas en la plantilla.
Sin embargo, Tapia tampoco se puede considerar un salto de nivel inmediato, más bien una incógnita. En varias temporadas en la Eredivisie apenas tuvo continuidad y pasa a una liga más potente donde las exigencias son mayores. En los partidos de pretemporada se ha mostrado muy activo en defensa pero errático con el balón en los pies.
Es difícil prever el nivel del Celta en la Liga 2020-21 sin conocer los movimientos de las próximas semanas ya que los teléfonos de los dirigentes deberán estar funcionando a todas horas para conseguir cuanto antes, y como mínimo, cuatro refuerzos claves para el entrenador.
No se debe olvidar de dónde viene el club, salvado con una puntuación bajísima (37) más por errores ajenos que por méritos propios. El Celta no compite bien, no genera peligro en ataque y es uno de los equipos con menos actividad defensiva en campo rival.
El club vigués tiene uno de los gráficos más preocupantes de la competición, con una escasa actividad defensiva en campo contrario que unido a su tendencia a acumular posesiones inocuas es una bomba de relojería. Eso se traduce en que todo el trabajo de intentar entorpecer la circulación rival se realiza ya en campo propio, donde cualquier acierto rival, o un error, rebote o casualidad puede convertirse en un gol en contra.
La llegada al banquillo de Óscar García en noviembre trajo cierta esperanza que se fue desvaneciendo con algunos resultados injustos y una inercia negativa que se acentuó en la vuelta tras el parón.
Las métricas del Celta de Óscar previas y posteriores al parón por COVID-19 no difieren demasiado. Se empeoraron todavía más unos datos ofensivos que ya eran muy pobres y se mejoró un poco en defensa, sobre todo disminuyendo la calidad media de los remates rivales.
En la lista de deberes para esta nueva partida figura mejorar mucho el ataque ya que la paupérrima cifra de 37 goles, seis de ellos de penalti, refleja exactamente lo esperado en el modelo de goles esperados (xG) de StatsBomb.
A falta de los refuerzos claves que deben marcar diferencias en esta nueva partida, habrá que buscar en casa las esperanzas para las primeras jornadas de Liga. En pretemporada ha destacado la vuelta del díscolo Emre Mor, uno de los mejores regateadores en el fútbol mundial que se ha pasado años perdido por su poca disciplina dentro y fuera del campo.
Si el Celta mantiene enchufado al futbolista turco y consigue que su relación con Iago Aspas, Nolito y el delantero que falta por llegar se consolide sobre el césped, el fichaje más importante del Celta puede ser su recuperación para la causa. Mejor no ilusionarse demasiado. Mor es como ese personaje cargado de defectos al que se le coge cariño pero que difícilmente acaba bien su historia. Sin embargo, pese a que suponemos el final, siempre esperamos lo mejor.
Otros futbolistas que deben y pueden dar un paso adelante son el capitán Hugo Mallo, al que las molestias físicas le dejaron a un nivel muy pobre durante la 2019-20 y Santi Mina cuyo rendimiento fue de más a mucho menos, quizás lastrado porque no tuvo fortuna de cara al gol en las primeras jornadas. Debe ganarse los minutos con más esfuerzo, energía y rapidez.
Por último, en un equipo que recupera el balón tan atrás y, por lo tanto, ataca contra defensas formadas, la capacidad de desborde y último pase se convierten en fundamentales. En ese aspecto, la marcha de Rafinha es un golpe duro que ahora mismo sólo encuentra respuesta en el deseo de recuperar a Emre Mor y en un Denis Suárez que debe mantenerse en forma para aportar esas armas claves por dentro para el ataque celeste.
Lo ha dicho Óscar García en su última rueda de prensa, con los fichajes necesarios se pueden hacer grandes cosas, pero sin ellos, el Celta dejará demasiados aspectos en manos del azar y de elementos que no funcionaron en el pasado. Sin esos refuerzos, se augura otro año de sufrimiento y quizás no queden más partidas por jugar en La Liga.
La 2019-20 fue una temporada decepcionante para el Betis. La empezó con ganas de clasificarse para las competiciones europeas, pero la terminó en el puesto quince, solo cinco puntos por encima de la zona de descenso y 15 por debajo de los puestos europeos.
Después de dos años con Quique Setién en el banquillo, el Betis nombró a Rubi como su nuevo entrenador tras de clasificar al Espanyol para Europa en su única campaña en Barcelona. Sin embargo, él nunca parecía cómodo en el Betis, nunca podía replicar el fútbol pulcro y progresivo de su Espanyol y no era de extrañar que perdiera su trabajo en junio después de una sola victoria en sus últimos diez partidos al mando.
Entonces, el Betis empieza de nuevo (de nuevo) esta temporada con tanto un nuevo entrenador como un nuevo director deportivo. Parece que por mucho que la dirección hable de modernizar el club, éste sigue siendo el Betis. Cinco entrenadores y varias remodelaciones entre bambalinas en menos de cinco temporadas está a la par en el Benito Villamarín.
El nuevo hombre al mando es Manuel Pellegrini, ex del Villarreal, Málaga, Real Madrid y el Manchester City, entre otros. Hace mucho que el Betis tiene un entrenador tan laureado como el chileno. Hizo un trabajo impresionante tanto en el Villarreal como en el Málaga, pero llega en Sevilla después de una etapa frustrante en el West Ham de la Premier League.
Pellegrini llevó al equipo a una diferencia positiva de goles esperados (xG) a mitad de su primera temporada en el banquillo pero los números empeoraron después y él fue incapaz de revertir suficientemente la situación en su segundo año. Fue destituido en diciembre de 2019 con el equipo solo un punto por encima de la zona de descenso.
Su primera tarea en su nuevo trabajo será mejorar la segunda peor defensa de La Liga. Solo el Mallorca, descendido, encajó más goles que el 60 del Betis. Es claro que existan muchas posibilidades de mejora en este apartado del equipo pero también es verdad que la situación no es tan mala como parece a primera vista.
El club encajó 11 goles de penalti, la tercera mayor cifra de La Liga. La cantidad de penaltis cometidos, y por consiguiente la cantidad de goles de penalti encajados, es un dato que varia mucho de una temporada a la otra. Por ejemplo, el Betis encajó solo cuatro goles así en la 2018-19 y tres en la 2017-18. Encajar muchos goles de penalti en una temporada no significa que el equipo va a encajar muchos goles así en la próxima.
Si nos limitamos a los goles sin penaltis, el Betis tuvo solo la sexta peor defensa de La Liga en la 2019-20, y el xG también presenta una imagen un poco mejor. En ese sentido, el Betis tuvo la séptima peor defensa de La Liga con una suma de 41.93 xG concedido.
Los datos de los porteros son susceptibles de cierta varianza, pero sugieren que el portero habitual Joel Robles encajó más o menos la cantidad de goles esperadas dada la calidad de los tiros a los que se enfrentó. La muestra es demasiada pequeña para sacar conclusiones concretas pero parece que el segundo portero Dani Martín rindió por debajo de lo esperado en encajar 12 goles en sus 584 minutos en el campo.
Entonces, con menos penaltis cometidos, más regularidad bajo palos y un poco menos suerte en la finalización por parte de sus oponentes, el Betis razonablemente podría encajar 10-15 menos goles en la 2020-21 incluso antes de algunos cambios en el estilo de juego, la organización defensiva o la plantilla que se verán con Pellegrini.
Todos los nuevos fichajes hasta hoy han sido en la defensa, todos a coste cero. El experimentado portero Claudio Bravo, ex del Barcelona y la Real Sociedad en La Liga, ha llegado después de finalizar su contrato con el Manchester City. El central Víctor Ruíz suplirá la marcha de Zouhair Feddal al Sporting de Portugal, mientras que Martín Montoya llega como un suplente de Emerson en el lateral derecho tras la salida de Antonio Barragán.
En el otro extremo del campo, el Betis tuvo el octavo mejor ataque de La Liga en la 2019-20, con 48 goles. Sus 42 goles sin penaltis, también el octavo mejor registro, llegaron de una suma de xG de 41.67, la séptima mejor de la división.
Loren Morón, joaquín (quien jugó bajo las ordenes de Pellegrini en el Málaga) y Nabil Fekir fueron los principales contribuyentes al ataque en cuanto a goles y asistencias, mientras que Sergio Canales fue un jugador primordial en el avance del balón a las zonas de ataque a través de sus pases y conducciones largas: las más largas de toda La Liga entre centrocampistas.
Fekir aportó suficiente en su primera temporada en el equipo como para justificar el dinero que el Betis invirtió en su fichaje. No se puede decir lo mismo de Borja Iglesias, fichado por 28 millones de euros después de una buena temporada con Rubi en el Espanyol. Fichar a un delantero centro con solo una temporada entera en el élite siempre implica riesgo, aún más cuando gastas esa cantidad de dinero, pero nadie esperaba una temporada tan decepcionante del gallego. Marcó solo tres goles y acumuló números lamentables.
Una de las prioridades de Pellegrini será sacar más producción de Iglesias, algo que podría lograr jugando a sus puntos fuertes, algo que el equipo no hizo la temporada pasada. Una comparación de los mapas de tiros de Iglesias en la 2018-19 en el Espanyol y la 2019-20 en el Betis demuestra la diferencia en el servicio que recibió en cada equipo.
En el Espanyol, una mayor proporción de sus tiros provinieron de pases filtrados (los triángulos en el gráfico) que en el Betis. Incluyendo los pases filtrados que no terminaron en tiros, recibió uno por cada 172 minutos en el campo en el Espanyol; uno por cada 262 en el Betis.
Sin embargo, la mayor diferencia fue en los tiros que provinieron de centros. En el Espanyol, solo un 14.94% de sus tiros y un 18.39% de su xG provinieron de este tipo de asistencia; en el Betis, esas cifras aumentaron de manera significativa, a un 37.14% de sus tiros y un 45.79% de su xG.
Asimismo, es interesante saber que en comparación con su año en el Espanyol una mayor porcentaje de los pases que recibió Iglesias en el Betis fueron pases altos. Parece que el equipo jugó a su 187 cm de altura más que sus cualidades reales. En este sentido, fue una de las víctimas, quizás la más clara, de la indecisión de Rubi en cuanto al estilo de juego del equipo.
Entre la defensa y al ataque existió un mediocampo que entre los cambios de formación y de jugadores nunca tomó una forma constante en la 2019-20. El rol más defensivo pasó por varios futbolistas: Javi García (que ya ha salido), Edgar González (cedido al Real Oviedo), William Carvalho, Guido Rodríguez y hasta el central Marc Bartra.
Carvalho solo participaron en 13 partidos ligueros debido a una serie de lesiones. Si puede mantenerse libre de lesiones esta temporada parece que tendrá un rol muy importante. Según informes, Pellegrini lo ve como el eje del juego de su equipo. El nuevo director deportivo, Antonio Cordón, está trabajando en fichar a un jugador más físico a poner a su lado.
Puede ser que haya aún más nuevos integrantes a la plantilla antes del fin del mercado, pero el grupo que Pellegrini tiene ahora es lo suficientemente bueno para producir una temporada mucho mejor que la anterior. Dado el presupuesto del club, una clasificación en la mitad superior de la tabla debería ser la expectativa mínima.
Después de sus pasos por el Paris Saint-Germain y el Arsenal, Unai Emery vuelve a La Liga como nuevo entrenador de un Villarreal que terminó bien la 2019-20 y tiene una plantilla capaz de luchar por un puesto de Champions si todo va bien en la nueva temporada. El Villarreal sobrepasó al Valencia, el Getafe y la Real Sociedad para clasificarse en el quinto puesto con siete victorias en 11 partidos después del parón.
Tenía buenos números subyacentes a lo largo de la temporada pero sufrió muchos vaivenes en la relación entre esos números y su producción real. En este gráfico, que utiliza una media móvil de 10 partidos, la zona verde representa producción por encima de su diferencia de goles esperados (xG); la zona morada, producción por debajo.El estilo de juego también variaba. Javi Calleja tuvo una plantilla que incluyó muchos jugadores capaces de jugar en varios roles y utilizó una variedad de formaciones: 4-2-3-1, 4-1-4-1/4-3-3, 4-4-2. Asimismo, entre la jornada 13 y el parón, cambió muchos aspectos del planteamiento con el que el equipo había empezado la campaña.
El Villarreal se volvió más directo en la forma en que avanzó el balón, entró en el área a través de centros más a menudo que antes y aumentó su volumen de tiros a expensas de la calidad media. En defensa, se volvió más agresivo, defendiendo más arriba y disputando con más frecuencia la posesión. Todo cambió otra vez en la vuelta del parón, con un planteamiento defensivo mucho más pasivo.
Sin embargo, La Liga se volvió menos dinámica en general en este tramo de la temporada y no tiene sentido intentar sacar conclusiones concretas de lo que fue una situación insólita. Calleja tuvo casi tres temporadas al mando desde que reemplazó a Fran Escribá en septiembre de 2017 y salvo un breve periodo de seis partidos en la 2018-19 con Luis García Plaza en el banquillo. En sus primeras dos temporadas, el Villarreal tenía los números subyacentes de un equipo de media tabla. La temporada pasada, tuvo los quinto mejores.
xG = verde; xG recibido = morada. El equipo el Callejo realizó y recibió una cantidad similar de tiros, pero los que realizó fueron de una mejor calidad media (la quinta mejor de la división) que los que recibió (la tercera mejor, es decir la tercera más baja). Terminó la temporada en el quinto puesto, con la quinta mejor diferencia de goles y la quinta mejor diferencia de xG. A fin de cuentas, una buena campaña.
Entonces, ¿Por qué reemplazar a Calleja ahora? En parte porque, según informes, la decisión ya estaba tomada antes de la racha de buenos resultados que llevó al equipo a los puestos europeos, y en parte porque, al menos en la opinión del club, Emery representa una mejora al entrenador madrileño.
Emery tiene los títulos para respaldar sus credenciales y un estilo de juego que debería encajar bien tanto con la plantilla que ha heredado como con los refuerzos que han llegado hasta ahora. Su Sevilla fue un equipo de combinaciones cortas y transiciones rápidas y el Villarreal sobresalió en este aspecto del juego en la 2019-20, con velocidad en ataque y un racimo de buenos pasadores. Ningún equipo creó más tiros desde situaciones de contraataque y solo tres crearon más tiros tras presión alta.
El desborde de Samuel Chukwueze fue una de las armas más poderosas del Villarreal en las transiciones. Su producción de cara al gol bajó respeto a la temporada anterior pero seguía teniendo un rol muy importante en avanzar al balón a las zonas de ataque con sus regates y conducciones. Entre los titulares habituales, ningún compañero condujo al balón tanto al último tercio como al área con más frecuencia de Chukwueze.
Gerard Moreno hizo una temporada fantástica, con 17 goles (sin penaltis) y cinco asistencias. En la primera mitad de la campaña, su compañero de ataque fue Karl Toko Ekambi, que marcó seis goles y finalizó la mayoría de los ataques rápidos del equipo tras recuperaciones de posesión.
Después de su traspaso al Lyon de Francia en enero, fue Paco Alcácer quien llegó para disfrutar de esas ocasiones. Con sus desmarques inteligentes, Alcácer parecía un encaje perfecto y marcó cuatro tantos antes de la final de la temporada. Sólo dos jugadores de La Liga recibieron más pases filtrados por 90 minutos que él. Entre estos dos, el joven Fer Niño, los extremos Moi Gómez y Javi Ontiveros (un revulsivo muy útil pero con el vicio de rematar mucho desde posiciones desfavorables) y el nuevo fichaje Kubo, Emery tiene opciones para tres o todas de las cuatro posiciones más adelantadas en su esquema habitual.
Utilizó un 4-3-3 en el PSG y experimentó con sistemas de tres centrales en el Arsenal, pero es, más que nada, un hombre del 4-2-3-1. Se habla también de la posible llegada de José Callejón del Napoli. Kubo llega como cedido del Real Madrid después de una temporada prometedora en el Mallorca como un joven de 18/19 años de edad. En las cinco grandes ligas europeas solo seis jugadores sub-20 recibieron más minutos que su cifra de ~2,500. Fue una buena iniciación en La Liga en la que sobresalió su habilidad tanto en el regate como en las combinaciones. Tiene su parte en los pasos finales de una buena cantidad de los goles de su equipo.
El Villarreal también ha reforzado su mediocampo tras las salidas de Santi Cazorla (al Al Sadd) y Bruno Soriano (retirado). Aprovechó las rebajas en el Valencia para fichar a Dani Parejo y Francis Coquelin de su rival más cercano.
Coquelin es un centrocampista competente, mientras que Parejo es un jugador hecho a la medida de su nuevo entrenador, un director del ritmo que ya prosperó en un equipo de contraataque en el Valencia de Marcelino. Parejo no es tan hiperactivo como Cazorla, un jugador de tantas cualidades que sería casi imposible reemplazarlo con un solo futbolista, pero si el Villarreal estaba buscando otro jugador creativo de experiencia y clase, se ajusta el rol.
Queda por ver si el club llegará a un acuerdo con el Fulham para fichar de forma permanente a André Zambo Anguissa, que impresionó como cedido la temporada pasada. Si no, quizás se requiere un jugador más en el centro del campo para complementar a Parejo, Coquelin, Manu Morlanes, Manu Trigueros y Vicente Iborra.
El Villarreal todavía está buscando un nuevo portero -- Geronimo Rulli es el que suena con más fuerza -- y un nuevo central para apoyar a Raúl Albiol y Pau Torres, la dupla titular. Torres hizo una temporada muy buena en su primer año en el élite. En general, Emery dispone de una plantilla de buena calidad, con alternativas viables en la mayoría de las posiciones. El Villarreal fue uno de los equipos más abiertos de La Liga la temporada pasada, con el tercer mejor ataque y solo la undécima mejor defensa, y la trayectoria de Emery hasta ahora sugiere que eso no va a cambiar mucho en la 2020-21. No obstante, tiene un equipo capaz de competir bien tanto en La Liga como en Europa.
La 2019-20 fue una temporada de sentimientos mixtos para el Athletic Club. Llegó a la final de la Copa del Rey, un partido aún sin fecha, pero realizó una campaña discreta en La Liga, terminando la temporada en el puesto once, con números subyacentes aún peores.
Una de las dificultades de analizar la temporada 2019-20 es saber cuánta importancia se debería dar al periodo después del parón. En el caso del Athletic, antes de la suspensión de La Liga tuvo números subyacentes de un equipo de media tabla. En sus 11 partidos después del reinicio, combinó los resultados de un equipo de mitad de tabla con los peores números subyacentes de la división. A lo largo de la temporada completa, tuvo la quinta peor diferencia de goles esperados (xG) de La Liga.
Si incluimos el periodo después del parón parece que el Athletic podría ser un equipo en problemas esta temporada. Si lo descartamos, tenemos un club de media tabla que aún antes del parón había perdido el entusiasmo con el que empezaba la temporada, impulsado por el golazo de Aritz Aduriz que le dio los tres puntos contra el Barcelona en la primera jornada. En cualquier caso, sin el progreso en la Copa del Rey, el puesto de Gaizka Garitano habría sido mucho más inestable.
Garitano tomó las riendas en diciembre de 2018, después de la etapa corta e infructuosa de Eduardo Berizzo. La primera cosa que corrigió fue la organización defensiva de un equipo que jugaba demasiado abierto. Se puede ver el cambio en esta linea de tendencia que muestra los goles esperados (verde) y goles esperados recibidos (morada) del Athletic a lo largo de las últimas dos temporadas, utilizando un media móvil de 15 partidos. La cantidad de goles esperados concedidos cayó poco después de la llegada de Garitano al banquillo, marcada por la segunda línea azul.
La defensa fue claramente el punto fuerte del Athletic antes del parón. Recibió sólo 21 goles sin penaltis (24 con penaltis) en 27 partidos de un xG de 26.47. Unai Simón hizo una temporada muy buena bajo palos, lo que ayudó en convertir una defensa algo mejor que la media de La Liga en cuanto a los números subyacentes en uno de los mejores en las cifras reales.
En contraste, la producción del ataque fue realmente pobre, incluso en el contexto de la competición menos anotadora entre las cinco grandes ligas de Europa. Antes del parón, el Athletic tuvo la tercera peor cifra de xG de la liga (0.83 por partido) y solo cinco equipos anotaron menos goles sin penaltis que su marca de 0.85 por partido. La calidad media de sus tiros fue la segunda peor de La Liga.
Empezar arreglando la defensa es una estrategia clásica de un nuevo entrenador, pero la idea es que después de organizar mejor la zaga, se empiece a mejorar el ataque. Garitano consiguió lo primero, pero hasta ahora no ha sido capaz de conseguir lo segundo.
Su equipo no tiene un estilo bien definido en ese apartado del juego. En defensa, el Athletic al menos sigue siendo un equipo que hace una presión más alta y agresiva que la media de La Liga, aunque otros equipos le han sobrepasado en ese aspecto. En ataque, el equipo vasco fue un poco más vertical que la media de La Liga en la 2019-20 pero nada realmente excepcional. No aprovechó las recuperaciones tras presión para crear ocasiones ni dispuso de otra ruta fiable al gol.
Entre todos los jugadores que disputaron al menos 900 minutos de acción, solo Raúl Garcia realizó dos o más tiros por cada 90 minutos y ningún jugador generó suficiente xG para marcar ni una vez cada cinco partidos, aunque Raúl García, el goleador del equipo con ocho tantos (15 incluyendo penaltis), marcó a un ritmo de 0.24 por 90.
No es que sean incapaces los jugadores. Por ejemplo, Iñaki Williams había promediado entre 2.05 y 2.35 tiros, 0.27 y 0.34 xG, y 0.21 y 0.31 goles por 90 en las dos temporadas anteriores. Acumuló solo 1.31 tiros, 0.17 xG y 0.15 goles por 90 en la 2019-20. Entre él, García, Iker Muniain y Iñigo Córdoba hay suficiente talento para tener un ataque más productivo, pero algo tiene que cambiar en el planteamiento. Queda por ver si existe la disposición por parte de Garitano a construir un equipo que mira más a la portería rival.
Hay dos atacantes jóvenes que dispusieron de minutos en la 2019-20 que podrían ayudar a cambiar un poco su perspectiva. Garitano tuvo una plantilla muy estable, con un 92.20% de los minutos disputados por jugadores de la plantilla de la temporada anterior, el mayor porcentaje de toda La Liga. De los cinco nuevos integrantes (los rosados en el gráfico debajo) solo Mikel Vesga, quién volvió de un año de cesión en el Leganés, disputó más de 800 minutos.
Sin embargo, Asier Villalibre y Oihan Sancet, ambos productos de Lezama, mostraron suficiente en su tiempo en el campo para creer que merecen roles más importantes esta temporada.
Villalibre marcó tres goles y consiguió un nivel de producción prometedora de 2.52 tiros y 0.42 xG por 90, pero en una muestra muy pequeña y con solo 43% de sus 607 minutos como titular. Queda por ver si es capaz de mantenerla con más minutos.
Sancet debutó en la primera jornada y empezó nueve partidos como titular, incluyendo cinco de los últimos ocho en el rol de mediocentro ofensivo habitualmente ocupado por Raúl García. Consiguió un gol y una asistencia pero poco más en cuanto a la producción de cara a la portería. Fue seguro con el balón y presiona bien en la fase defensiva pero a pesar de que parecía un jugador interesante, no tuvo un impacto muy concreto. Los que saben mucho de la cantera del Athletic lo ven como un jugador con el talento para convertirse en una pieza clave en el primer equipo, pero puede ser que necesite otro contexto para demostrarlo.
Parece que el proceso natural de recambio en la plantilla del Athletic seguirá esta temporada. En la 2019-20, en una base ponderada de minutos, ningún equipo de La Liga disminuyó la edad media de su plantilla al mismo grado que lo hizo el equipo de Garitano. Simón (22 años de edad) relegó a Iago Herrerín (32) al banquillo. Unai López (24) aumentó sus minutos en el mediocampo al mismo tiempo que los de Beñat (33) y Mikel San José (31) se disminuyeron de manera significativa. Ander Capa (28) reemplazó a Óscar de Marcos (31), lesionado durante más de la mitad de la campaña, como lateral derecho titular. Aritz Aduriz (39) jugó menos minutos y se retiró en mayo.
Beñat y San José ya han salido del club y además de Sancet y Villalibre existen otros jóvenes como Peru Nolaskoain (21), que jugó tanto de central como de centrocampista como cedido en el Deportivo La Coruña, Iñigo Vicente (21), que realizó una temporada productiva en el Mirandés, Unai Vencedor (19) o Oier Zarraga (21), entre varios otros canteranos, luchando para hacerse hueco en la plantilla.
La temporada 2020-21 va a ser una un poco extraña para el Athletic. En la distancia, tiene la final de la Copa del Rey, que probablemente será disputada en abril de 2021, pero antes tiene que encontrar una manera de mejorar su rendimiento en La Liga. Lo probable es que se clasifique en media tabla. La continuidad de Garitano podría depender en si es media tabla tirando hacia arriba o hacia abajo.
La contratación de Marcelo Bielsa por parte del Leeds sorprendió el mundo de fútbol. En junio de 2018, el renombrado entrenador argentino se hizo cargo de un equipo atrapado en la Championship, la segunda división del fútbol inglés. Lo que Bielsa ha logrado desde entonces ha sido muy notable.
Desde su descenso a la Championship en 2004, el Leeds ha sufrido mucha inestabilidad, pero ha estado yendo en la dirección correcta desde el primer partido de Bielsa. Un equipo de media tabla en la Championship se ha transformado en un club de la Premier League.
StatsBomb se enorgullece de haber prestado sus servicios al club durante la temporada 2019-20 y seguirá haciéndolo en su vuelta a la máxima categoría. Vamos a echar un ojo a algunos de los aspectos analíticos que han llevado al Leeds de vuelta a la Premier League después de 16 años de frustración.
Un impacto rápido con una plantilla consistente
En la temporada anterior a la llegada de Bielsa, la 2017-18, el Leeds terminó 13º en la Championship. Fue la sexta vez en ocho temporadas que había terminado la campaña en la mitad de la tabla. El núcleo de la plantilla heredada por Bielsa ha estado en el club durante mucho tiempo.
De hecho, nueve jugadores que tuvieron un papel importante en el ascenso estaban en el club y jugaron con regularidad durante la 2017-18. Bielsa no hizo grandes cambios a la plantilla y utilizó en gran medida lo que ya tenía. En su debut contra el Stoke ya había nombres como Luke Ayling, Liam Cooper, Ezdzhan Alioski, Pablo Hernández, Kalvin Phillips, Stuart Dallas, Mateusz Klich y Jack Harrison.
Durante la 2019-20, cada uno de esos jugadores disputó más de 2000 minutos. Gaetano Berardi, Barry Douglas y Adam Forshaw también jugaron ese día y siguen formando parte de la plantilla casi dos años después. El estilo de juego del Leeds rápidamente se hizo distintiva, como muestra esta red de pases del primer partido con Bielsa al mando:
El resto de la plantilla ha sido construido de manera relativamente barata, especialmente si se tiene en cuenta las cantidades que suelen gastar los aspirantes al ascenso. El Leeds fichó a Patrick Bamford y Barry Douglas en el verano de 2018, pero sus otros refuerzos llegaron cedidos. Fue una tendencia que continuó en la 2019-20 con las llegadas como cedidos de Ben White y Hélder Costa, este último en un acuerdo de préstamo que incluyó la obligación de compra.
Mejores números subyacentes
Bielsa convirtió un equipo de media tabla, con una diferencia negativa de Goles Esperados (xG), en uno con los mejores números subyacentes de la división. Asimismo, lo hizo muy rápidamente. En sus primeros diez partidos el equipo estaba consiguiendo cerca de 0.7 xG más que sus oponentes por partido. Es decir, su producción subyacente estuvo cerca de siete goles mejor que la de sus oponentes a través de estos diez partidos.
A partir de ese momento, a lo largo de dos temporadas, sus números subyacentes sólo empeoró una vez, entre enero y febrero de 2020, e incluso entonces, todavía creó tres goles esperados más que sus oponentes en su peor tramo de diez partidos. En los tramos mejores, frecuentemente creó 11 o 12 goles esperados más que sus oponentes. Los números subyacentes del equipo han sido muy buenos a lo largo de dos temporadas:
Sin embargo, los números subyacentes no representan la realidad y los inevitables vaivenes de la varianza han producido dos tramos en los que los resultados variaban mucho respecto a los goles esperados.
Primero, el Leeds perdió su puesto de ascenso directo en el tramo final de la 2018-19, en parte porque en sus ocho partidos finales rindió diez goles por debajo de lo esperado. Luego, un giro positivo de dimensiones similares, en gran parte en ataque, selló su ascenso a la Premier League tras el regreso del parón de 2019-20:
La salida de los puestos de ascenso directo en la 2018-19 provocó la aparición de una narrativa común sobre los equipos de Bielsa, en concreto que se cansan en el tramo final de la temporada. Es cierto que el estilo de juego del Leeds requiere un alto nivel de aptitud física, pero en este caso no existe evidencia concreta de un bajón global.
En los resultados, sí, pero no en cuanto al nivel de las actuaciones. En términos de xG (sin contar penaltis) el Leeds tuvo el mejor ataque de la división en la 2018-19, con casi 71 goles, pero el mismo total de goles reales fue sólo el quinto mejor registro de la liga. No hay nada intrínsecamente malo en igualar los números esperados, pero los equipos que ganan títulos suelen superarlos.
Ese tipo de impulso a corto plazo puede hacer una gran diferencia y en este caso, cada uno de los equipos que logró el ascenso superó sus números esperados. Sin embargo, fue el otro extremo del campo el que resultó más costoso para el Leeds en la 2018-19. Al recibir 50 goles, encajó alrededor de 13 goles más de lo esperado. Podemos ver de dónde vino la mayoría de la diferencia si miramos los tiros a puerta de larga distancia:
En la 2018-19, tanto Peacock-Farrell como Casilla tuvieron problemas en parar los tiros de larga distancia.
En líneas generales, tiros a puerta desde cualquier posición aproximadamente terminan en gol un 30% de las veces. En la 2018-19, los porteros del Leeds encajaron goles a este ritmo sólo desde tiros de larga distancia. Desde los tiros dentro del área, el Leeds encajó goles a un ritmo cercano al esperado. Asimismo, vale la pena echar un ojo a los goles marcados y recibidos por el Leeds con el marcador igualado.
En esa situación, realizaron casi 150 tiros más que sus oponentes pero marcaron sólo un gol más. La diferencia ocurrió en ambos extremos del campo. El ataque marcó cerca de cinco goles menos de lo esperado mientras que la defensa encajó casi 11 más. Este es un clásico ejemplo de como desde una perspectiva analítica, podemos observar que el proceso es bueno mientras que los resultados son más variables. Teniendo en cuenta los números subyacentes del Leeds en la 2018-19, no había razón de dudar en la capacidad del equipo de Bielsa para luchar otra vez para el ascenso directo en la 2019-20.
Un estilo único
El estilo de juego del Leeds ha generado mucho interés, incluso hasta el punto que el Huddersfield Town ha contratado a uno de sus asistentes, Carlos Corberán, como entrenador principal. Vale la pena preguntarse si un equipo es capaz de presionar con el vigor con el que presiona el Leeds, y con ese estilo lograr éxito, ¿es algo que otros equipos podrían replicar? Esta visualización muestra cómo la proporción de acciones defensivas, incluyendo nuestros exclusivos datos de presión, de cada equipo a los pases de sus rivales compara con la media de la Championship en cada una de seis zonas verticales.
Los tonos rojos indican que el equipo en cuestión hizo una proporción superior a la media de acciones defensivas en esa zona. Podemos ver que el estilo del Leeds fue como el de ningún otro equipo de la Championship en la 2018-19. De hecho, como pocos del mundo:
El Leeds estuvo enormemente activo en todas las zonas del campo, excepto cerca de su propia portería. Este perfil es inusual. Los equipos buenos que hace presión alta (Liverpool, Manchester City) normalmente son muy activos en campo contrario y no tanto en otras zonas. El Leeds cubre casi todo el campo. Podemos ver cómo este estilo ha persistido cuando vemos el mismo gráfico para la 2019-20:
Entre los 92 (91 en la 2019-20) clubes de las primeras cuatro divisiones del fútbol inglés, el Leeds ocupó el segundo puesto en cuanto a su agresión (definida como el porcentaje de las acciones defensivas del equipo registradas a dos segundos de que un oponente reciba el balón) en ambas temporadas, marginalmente detrás del Manchester City en la 2018-19 y del Barnsley en la 2019-20. De hecho, ligeramente aumentó su cifra en la 2019-20, de un 29% a un 30%.
Seguridad defensiva
En la temporada 2019-20, el Leeds nunca bajó del quinto lugar en la clasificación y después de una victoria contra el Luton el 19 de noviembre, nunca terminó una jornada de partidos fuera de los dos primeros puestos. Su ataque no superó de nuevo su xG, pero un enorme siete autogoles por parte de sus oponentes ayudó a acortar la brecha. Fue en defensa donde se vio el verdadero cambio, con un total de 35 goles recibidos que fue mucho más cerca de la cifra esperada que el de la 2018-19.
Al ganar cinco partidos antes del parón y siete de nuevo al regresar, el Leeds encajó sólo cinco goles y un promedio de poco más de medio gol de xG por partido. Sus oponentes promediaron menos de ocho tiros por partido y los que realizaron fueron de una calidad media realmente miserable. La debilidad de los equipos que hace presión alta suelen estar en la calidad de las ocasiones que conceden cuando el oponente es capaz de eludir su presión.
Sin embargo, el Leeds de Bielsa ha recibido una baja volumen de tiros sin sacrificar su habilidad de evitar tiros de buena calidad. Este aspecto será difícil de replicar en una liga superior, pero sus números defensivos durante el tramo final de la temporada fueron casi perfectos:
¿Algo de suerte en la finalización de sus oponentes? Sí, pero podemos ver la falta de ocasiones de buena calidad (¡dónde está la roja!), la escasez de tiros de pie desde zonas centrales (¡pocos hexágonos!) y casi nada en el área pequeña. Irónicamente, los únicos dos goles que el Leeds recibió desde fuera del área esta temporada llegó en este tramo de partidos.
Como era entonces, es ahora
Como señalamos antes, el primer partido de Bielsa fue en casa contra el Stoke. Ochenta y siete partidos y 704 días más tarde, el mismo encuentro se repitió. Una vez más el Leeds dominó el marcador, esta vez con una victoria por 5-0. Si comparamos las redes de pases de estos dos partidos, podemos ver que a pesar de que habían pasado casi dos años, la manera en que jugaba el Leeds, las posiciones que ocupaban sus jugadores y la estructura general del equipo habían variado muy poco:
Fuera de los dos primeros, pocos equipos de la Premier League son capaces de jugar con un estilo cercano al que Bielsa exige a su equipo. Los otros equipos tendrán que prepararse para un duro encuentro. Como único punto de referencia, la única vez que este Leeds se ha enfrentado a un rival de la Premier League fue en un entretenido partido de la FA Cup contra el Arsenal.
En el segundo tiempo, el Arsenal fue mejor y el Leeds perdió 1-0, pero los que vieron el partido recordarán un primer tiempo en que el Leeds abrumó a los Gunners por su energía y viveza. Realizó 15 tiros a los tres de su rival sin lograr abrir el marcador. Contra los equipos más débiles de la Premier League, ese tipo de juego dará dividendos, y el Leeds debería ser capaz de ganar varios partidos de esta manera.
Asimismo, una buena defensa en una temporada de ascenso suele ser un pronosticador de una defensa aceptable en la Premier League. Pocos equipos estarán mejor preparados tanto físicamente como tácticamente. La Premier League será mejor por la presencia del fútbol de Bielsa, y los partidos contra el Manchester City de Pep Guardiola y el Liverpool de Jürgen Klopp deberían ser particularmente entretenidos. El Leeds ha vuelto a la máxima categoría, y se lo merece.
En StatsBomb llevamos meses trabajando en nuestro proyecto de Scouting Profesional ProScouting (podéis leer más sobre ello aquí) y nos apetecía escribir sobre atacantes jóvenes jugando en Portugal. Uno de los jugadores que queríamos destacar es Toni Martínez, del FC Famalicão, una de las sensaciones de la Primeira Liga.
El delantero murciano se embarcó en el proyecto de Famalicão el pasado verano tras una serie de cesiones infructuosas desde el West Ham en las que el delantero no tuvo tiempo de mostrar las cualidades que llevaron al club inglés a pagar 3 millones de Euros cuando era sólo un juvenil del Valencia.
¿Qué podemos decir sobre el perfil de delantero y los aspectos destacados de su juego utilizando una combinación de análisis cualitativo y los datos avanzados de StatsBomb?
Un simple vistazo a su perfil general nos permite ver un delantero que destaca principalmente en situaciones de área, tanto el volumen de tiros como la calidad de las ocasiones le sitúan por encima del percentil 70 respecto a los delanteros en las cinco grandes ligas. Su conversión no se queda atrás y sus diez goles excluyendo penalties están bien sostenidos por sus números subyacentes de Goles Esperados (xG).
Comparar la producción en Portugal respecto a otras competiciones no es sencillo, sin embargo son definitivamente números a tener en cuenta que nos confirman lo que se aprecía en vídeo y en las ocasiones que produce.
En cuanto al tipo de ocasiones, destaca especialmente su movimiento dentro del área y su capacidad para encontrar zonas de remate y sacar remate rápidamente, pero también es un jugador capaz de atacar el espacio en situaciones de transición y definir de manera eficaz en carrera. La combinación de ambas facetas hace de Toni un delantero versátil en este aspecto.
Asimismo, su altura le permite también aportar remates de cabeza -- pese a que esta temporada haya estado por debajo de la expectativa en conversión de estas ocasiones.
Es habitualmente un jugador que actúa como referencia en envíos largos, siendo los duelos aéreos y juego de espaldas una de las facetas donde destaca. Su movimiento en transición y en zonas de área queda patente también en los datos, siendo uno de los delanteros con más pases filtrados recibidos (triángulos en el mapa de remates). Pese a que su participación absoluta en el juego del equipo no es excesiva, saca mucho partido de sus intervenciones, sobre todo para sí mismo.
No es un jugador particularmente regateador ni con un gran cambio de ritmo, pero su movilidad y participación en transiciones se ve reflejada en números decentes en conducciones profundas (conducciones que empiezan fuera del área y acaban dentro).
En el apartado defensivo, sus números tanto en presión como en recuperaciones de balón son poco espectaculares, sin destacar apenas en ninguno de los registros (duelos aéreos excluidos). Está por debajo de la media de la liga en la mayoría de métricas. Su poderío físico le permite ser un jugador difícil de superar en los duelos, sin embargo su excesiva facilidad para hacer falta en estas situaciones es un punto negativo adicional.
Pese a ser un delantero más bien pasivo, analizando el vídeo se puede ver su inteligencia cerrando líneas de pase y anticipación para comenzar con la presión. Por tanto, puede suponerse margen de mejora en esta faceta del juego o jugando junto con otro delantero con más impacto defensivo.
Toni Martínez fue uno de los jugadores incluidos en una de las primeras entregas de nuestro servicio de suscripción StatsBomb ProScouting en el que ofrecemos análisis y evaluaciones profesionales en profundidad de los jugadores tanto desde el punto de vista cuantitativo como del análisis cualitativo. Puedes ponerte en contacto al respecto de este u otros servicios de datos y análisis en el email sales@statsbomb.com.
Cuatro meses después de la culminación prematura del Clausura 2020, la Liga MX regresa el jueves con el Apertura de la nueva temporada de 2020-21. El torneo llevará el nombre del Torneo Guard1anes en honor al esfuerzo y sacrificio del personal médico durante la pandemia de COVID-19. Vamos a desgranar algunos equipos, jugadores y tendencias de interés.
Los equipos que rendían por encima o por debajo de sus números subyacentes
Monterrey ganó el Apertura de la 2019-20 pero en los diez partidos del Clausura antes de su suspensión parecía un equipo totalmente distinto. Había perdido cinco partidos, empatado cinco más y no había registrado una sola victoria.
Sin embargo, los números subyacentes sugerían que había poco de lo que preocuparse. El equipo de Antonio Mohamed se encontró en una situación bastante singular porque combinaba la mejor diferencia de Goles Esperados (xG), sin contar penaltis, de la liga con la peor diferencia de goles, otra vez sin contar penaltis.
Con el paso del tiempo estas cosas tienden a nivelarse, y eso es igual de cierto si la situación es al revés. Durante la 2019-20, ningún equipo superó su diferencia de xG en el mismo grado que lo hizo Necaxa. Todo el verde en este gráfico representa producción por encima de lo esperado. Sin embargo, incluso los Rayos empezaba a acercarse a sus números subyacentes en el Clausura.
Esto debería preocupar a equipos como Puebla y Pumas. Ambos estaban compitiendo por los puestos de liguilla en el Clausura, pero tienen algunos de los peores números subyacentes de la división.
León, el rey de los pases filtrados
León anotó más goles que ningún equipo de la Liga MX en la 2019-20 y su marca de xG también estuvo entre los mejores. Sin embargo, su ataque funcionó de manera muy diferente a los de los otros equipos más goleadores. Realizó una cantidad de tiros por debajo de la media de la liga, pero la calidad media de esos tiros fue de lejos la mejor de la división.
Una mirada a su mapa de tiros nos da una buena idea del por qué. ¿Todos esos triángulos? Son tiros precedidos por pases filtrados.
Vamos a separarlos:
Esos son muchos tiros de este tipo, concretamente 11 más que cualquier otro equipo y casi de doble en una base proporcional. Más de un 20% del xG y los goles de León vinieron así. Los pases filtrados producen algunas de las ocasiones de mayor calidad en el fútbol, y León es el rey de los pases filtrados.
Al nivel individual, los dos jugadores de la Liga MX que realizaron más pases filtrados durante la 2019-20 fueron de León, como cuatro de los cinco primeros: Luis Montes, Joel Campbell, Fernando Navarro y Pedro Aquino. Asimismo, Ángel Mena y Leonardo Ramos figuraron entre los 15 primeros.
Así que si te gustan los pases filtrados, León es claramente el equipo para ti. En el extremo opuesto de la escala, en la 2019-20, Chivas fue el único equipo que no marcó ni un gol de un pase filtrado.
Distribuciones de tiros
La semana pasada, analizamos los ataques más asimétricos de las grandes ligas de Europa, y las mismas tendencias generales se mantienen en la Liga MX. Los equipos de la liga realizan un porcentaje marginalmente mayor de sus tiros, generan un porcentaje marginalmente mayor de su xG y anotan un porcentaje marginalmente mayor de sus goles desde la izquierda que la derecha. Como en las grandes ligas europeas, alrededor de un 75% de los goles vienen de tiros desde la zona central.
En la temporada 2019-20, Puebla fue el equipo más asimétrico en cuanto a la proporción de los tiros realizados desde la izquierda y la derecha que realizó desde un lado o otro. Realizó un 59.42% de esos tiros desde la izquierda:
En cuanto a los goles, ningún equipo era tan asimétrico como Necaxa, que anotó casi un cuarto de sus goles desde la derecha, pero sólo un 5.66% desde la izquierda.
Estilos defensivos
Esta visualización muestra cómo la proporción de acciones defensivas, incluyendo nuestros exclusivos datos de presión, de cada equipo a los pases de sus rivales compara con la media de la Liga MX en cada una de seis zonas verticales. Los tonos rojos indican que el equipo en cuestión hizo una proporción superior a la media de acciones defensivas en esa zona.
Así podemos identificar grupos de equipos con estilos defensivos similares. Si te gustan los equipos que defienden de manera proactiva en campo contrario, Monterrey, Pumas o Santos Laguna representarían buenas opciones. Si te interesan los equipos que hacen la mayoría de su trabajo defensivo dentro de su propio tercio, Chivas, Juárez o Toluca serían los mejores. Si buscas los equipos que son más o menos proactivos en todas las zonas del campo, tienes León o Tigres.
Existe un estilo para cada gusto.
Delanteros jóvenes y prometedores
Hubo tres delanteros jóvenes, de 21 años o menos, que disputaron al menos 900 minutos de acción durante la truncada temporada de 2019-20. En el orden de su contribución combinada de goles esperados y goles esperados asistidos por cada 90 minutos, de menor a mayor: Diego Abella (Puebla), Germán Berterame (San Luis), José Macías (León/Chivas), Adrián Lozano (Santos Laguna) y Federico Viñas (América).
Los dos mejores en este sentido, Lozano y Viñas, tienen perfiles bastante diferentes. Lozano es un creador que también aporta una cantidad respetable de tiros; Viñas es un delantero centro puro.
Viñas rindió por encima de su xG en la 2019-20, convirtiéndolo en el máximo goleador, por cada 90 minutos, de la Liga MX entre todos los jugadores que jugaron al menos 900 minutos. Sin embargo, incluso su cifra de xG fue la segunda mejor de la liga sobre esa base.
Macías es un caso interesante. En el Apertura, como jugador de León, acumuló números aceptables, con una cuenta de goles que se exageró considerablemente por los cinco penaltis que convirtió. A partir de enero, cuando volvió a Chivas, sus números fueron muy buenos. ¿Puede mantener esa producción en una muestra de mayor tamaño?
Jugadores ambidiestros
Una de las características únicas de la base de datos de StatsBomb es que recogemos el pie con que se realiza cada pase. Con una muestra suficiente, nos permite ver qué jugadores son los más y los menos ambidiestros. Durante la 2019-20, el central de Pachuca Óscar Murillo fue el jugador más ambidiestro de la Liga MX. Realizó un 49% de sus pases con el pie izquierdo y un 51% con el derecho.
Leonardo Ramos de León y Abella de Pachuca fueron los siguientes más ambidiestros. ¿Pero quién fue el jugador menos ambidiestro? Jaime Gómez de Querétaro, que realizó un 97% de sus pases con el pie derecho. Su compañero de equipo Ayron del Valle y Miguel Herrera de León, ahora de Pachuca, tuvieron cifras muy similares.
Más datos de interés
Si lo tuyo son los regateadores, Querétaro fue el equipo preferido la temporada pasada. Jeison Lucumí y Fabián Castillo, colombianos los dos, fueron los dos primeros de la Liga MX en cuanto a la cantidad de regates tanto intentados como completados.
Fernando Gorriarán tuvo el dudoso honor de realizar más tiros sin marcar (46) que ningún otro jugador, pero el mediocampista de Santos Laguna fue también uno de los jugadores más activos en tareas defensivas. Sólo Luis Quiñones de Tigres y Aquino de León realizaron más entradas, interceptaciones y presiones, todas ajustadas en función de la posesión, por 90 minutos que el uruguayo.
Rodrigo Noya no aguanta bien la presión. Su porcentaje de acierto en el pase bajó de un 81% en todas las situaciones a un 57% en los pases bajo presión, una diferencia de 24 puntos porcentuales que fue la marca más alta entre todos los jugadores de campo que intentaron al menos 20 pases por 90 minutos.
Por último, quedó bastante claro qué equipos sacaron más provecho de las jugadas a balón parado durante la 2019-20. Cruz Azul, Monterrey, Pumas y Santos Laguna fueron los cuatro primeros tanto en el xG generado como en los goles anotados desde esas situaciones.
Es razonable pensar que las acciones de juego aéreo han sido un poco ignorados por la comunidad analítica en el fútbol dado que su atención parecía pasar directamente de los tiros a los pases, los regates y las acciones de presión. A pesar de esto, siguen siendo un componente importante del juego, con variaciones notables en su uso entre las varias ligas del mundo. En este artículo vamos a analizar las temporadas recientes de la gran variedad de ligas que recogemos en StatsBomb para identificar patrones de interés.
Análisis
A continuación se presenta la cantidad media de acciones de juego aéreo por partido para cada liga, dividida por temporada. Agrupé las ligas para ayudar a la comparación y también mantuve una escala constante para cada visualización. Las ligas están ordenadas por la cantidad media de acciones de juego aéreo a través de las temporadas mostradas.
Inglaterra y Escocia
En las ligas británicas podemos ver un aumento consistente en la cantidad de acciones de juego aéreo a medida que bajamos de nivel. En realidad, no existe mucha diferencia una vez que se baja a la League One y la League Two. Durante la 2018-19, en ambas ligas había aproximadamente 40 acciones de juego aéreo más por partido que la Premier League.
De hecho, es en la League Two donde encontramos la mayor cantidad de acciones de juego aéreo registradas en un partido según nuestro conjunto de datos. El enfrentamiento entre el Macclesfield y el Northampton de esta temporada tuvo 235 acciones de juego aéreo, lo que equivale aproximadamente a una acción cada 23 segundos. Si te cuesta creer que un partido de fútbol profesional haya tenido tantas acciones de juego aéreo, solo tienes que ver los primeros 30 segundos del choque para aclarar cualquier duda:
La cantidad más baja de acciones de juego aéreo es el diez en el partido entre el PSG y el Nice de la temporada pasada. Típicamente, la variación entre partidos no es tan extrema como en los casos de borde. La desviación estándar va de 15 en la primera división de Colombia a 30 en la Premiership de Escocia.
Las cinco grandes ligas europeas
Entre las cinco grandes ligas europeas, la Premier League, la Bundesliga y La Liga muestran tendencias muy similares, mientras que la Ligue 1 y la Serie A parecen formar su propio grupo con menos acciones de juego aéreo que las otras tres.
El resto de Europa
Hay alrededor de 75 acciones de juego aéreo por partido en la mayoría de las otras ligas europeas, lo que se alinea más con la cantidad en las cinco grandes ligas que en los niveles más bajos del fútbol inglés. Sin embargo, existen algunos casos apartes, como las ligas de Austria o la República Checa.
Las segundas divisiones
Dentro de las segundas divisiones, podemos ver que hay más acciones de juego aéreo en las de Alemania y España que en sus respectivas ligas principales. Eso refleja lo que vemos en Inglaterra. Sin embargo, en Francia, Italia y Holanda, las segundas categorías tienen promedios similares a los de sus ligas principales, lo que implica un estilo de juego más consistente en todos los niveles de esos países.
Las Américas y Australia
Estas son las ligas en que se realizan menos acciones de juego aéreo dentro de las ligas masculinas que recogemos. Sobre todo, hay muy pocos acciones de juego aéreo en las ligas de Colombia y México. Curiosamente, Argentina tiene alrededor de 20 más por partido que las otras ligas de Sudamérica.
Ligas femeninas
Las tres ligas tienen una cantidad baja de cabezazos. La de Francia tiene la menor cantidad de acciones de juego aéreo por partido en nuestro conjunto de datos, por delante de las ligas masculinas de Colombia y México.
Tendencias espaciales
Veremos si existen algunas diferencias entre las ligas en cuanto a los lugares en que se realizan las acciones de juego aéreo.
Ligas masculinas
Las diferencias aquí no son muy grandes. A lo sumo vemos una diferencia de tres puntos porcentuales. Dicho esto, existen algunos grupos notables. En primer lugar, tienes las ligas que tienen una mayor proporción de acciones de juego aéreo dentro del área, como las de Brasil o México. Ambas ligas tienen cantidades muy bajas de acciones de juego aéreo y parece que la mayoría provienen de centros al área. Las ligas del Reino Unido muestran patrones similares con más acciones de juego aéreo en los flancos, donde los laterales hacen su trabajo.
Si miras los niveles más bajos del fútbol del Reino Unido, notarás que hay muchos balones largos a estas zonas, una impresión que este dato parece apoyar. El grupo final tiene más acciones de juego aéreo alrededor de la línea de medio campo que lo normal. Está compuesto de las ligas de Francia, Holanda y Austria. No estoy totalmente seguro del por qué. Tal vez los equipos de esas ligas están más dispuestos a despejar en largo el balón o quizás dirigen los saques de meta a esta zona con más frecuencia.
Por región
La agrupación de las ligas por región pone de relieve estas diferencias... ¡No existen ligas como las del Reino Unido!
Ligas femeninas
Una mirada a las ligas femeninas revela tres patrones diferentes. La FAWSL parece ser similar a lo que vemos en las ligas masculinas del Reino Unido, con más acciones de juego aéreo en los flancos, aunque aquí se concentran más alrededor de la línea de medio campo.
La liga de Francia tiene un patrón que no hemos visto antes, con zonas de alta actividad en campo contrario. Es posible que el equipo en posesión gane más duelos aéreos en esta liga. La ubicación de estas zonas sugiere que ganan los duelos que provienen de saques de meta y centros al área más a menudo de lo habitual. En los Estados Unidos, podemos ver un patrón similar al de Brasil y México en el fútbol masculino, con una proporción más alta de acciones de juego aéreo en ambos áreas.
Tendencias generales
Finalmente, puede ser que hayas notado en la primera sección que en las ligas para las que tenemos más de una temporada de datos, parece que la cantidad de acciones de juego aéreo por partido está bajando. Dentro de las ligas y temporadas cubiertas aquí, existen 30 instancias de una liga que tiene menos acciones de juego aéreo por partido en la siguiente temporada y sólo tres instancias de una liga que tiene más.
Sólo La Liga y las ligas de Bélgica y Austria han visto un aumento en la cantidad de acciones de juego aéreo esta temporada en comparación con la anterior. Se trata de una tendencia abrumadora que seguramente sólo puede explicarse como una evolución de la preferencia táctica, algo que merecería un análisis más profundo. Sabemos que los centros son una forma ineficiente de atacar si se prioriza demasiado, así que tal vez los equipos se están dando cuenta de esto y como consecuencia, realizando menos centros. Será interesante hacer un seguimiento de esta tendencia en los próximos años.