Valencia 2020-21, previa de la temporada

Hace solo dos temporadas, el Valencia ganó la Copa del Rey y terminó la campaña de liga en cuarto lugar, pero las cosas se han empeorado desde entonces y tras un mercado de muchas salidas y ninguna llegada parece que una clasificación en media tabla representaría una buena temporada en la 2020-21.

Después de dos temporadas consecutivas entre los cuatro mejores de La Liga, el Valencia terminó la 2019-20 en noveno lugar, 17 puntos por debajo de los puestos de Champions. Empezó la campaña con Marcelino en el banquillo, pero él fue destituido en septiembre después de varias discusiones con la directiva. Al principio, los resultados de su reemplazo, Albert Celades, fueron bastante buenos, pero los números subyacentes empeoraron de manera significativa.

Verde = Goles esperados (xG); Morada = Goles esperados concedidos.

Entre la llegada de Celades y su destitución a finales de junio, el Valencia tuvo la tercera peor diferencia de goles esperados (xG) de La Liga.

Ni siquiera necesitamos cavar tan profundo como los goles esperados para entender lo mal que estuvo el Valencia de Celades. Realizó sólo 8.28 tiros por partido, la segunda cifra más baja de La Liga, mientras que recibió 15.52 tiros, la peor marca de todos los equipos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que una diferencial negativa de siete tiros por partido no es una fórmula de éxito.

El declive fue pronunciado en ambos extremos del campo pero sobre todo en defensa. En términos de goles esperados concedidos, el Valencia tuvo la mejor defensa de La Liga en la 2018-19. La temporada pasada, tuvo la cuarta peor. No solo recibió más tiros que ningún otro equipo, pero la calidad media de esos tiros fue también entre los mayores de la división.

Al final, los resultados comenzaron de empeorar, Celades fue despedido después de tres derrotas en cuatro partidos en la vuelta del parón, y Voro llegó para hacer su trabajo casi habitual de entrenador interino.

Apenas había terminado la temporada y el club ya había empezado una misión para reducir de manera significativa el gasto de la plantilla. Entre los traspasos y cesiones a otros clubes y los que han vuelto a sus clubes de origen después de cesiones en el Valencia, han salido ocho jugadores (los rosados en el gráfico por debajo) que entre ellos disputaron un 34% de los minutos totales de la plantilla en la 2019-20.

Entre las salidas figuran los nombres de Ezequiel Garay, el líder de la defensa, Dani Parejo, el director del ritmo, y Rodrigo Moreno, que cuando jugó acumuló más goles y asistencias, y xG y xG asistido, por cada 90 minutos que cualquier compañero.

Asimismo, ha salido el joven Ferran Torres al Manchester City después de aumentar sus minutos por tercera temporada consecutiva y aportar cuatro goles y cinco asistencias.

Las únicas llegadas hasta la fecha han sido las vueltas de cesiones de Jason y Toni Lato. Es probable que lleguen al menos dos fichajes antes del fin de mercado en octubre, con un central y un mediocentro las prioridades, pero queda claro que la plantilla de la 2020-21 va a ser una más joven y menos experimentado, con espacio para canteranos como Hugo Guillamón, quien jugó cinco partidos como titular en el centro de la zaga después del parón, los centrocampistas Vicente Esquerdo y Uros Racic, y el extremo Lee Kang-In.

El nuevo entrenador Javi Gracia está altamente cualificado para afrontar una situación así porque ya ha vivido una muy similar en el Málaga. Llevó el club andaluz a dos clasificaciones en la mitad superior de la tabla a pesar de un presupuesto reducido y las salidas de varios jugadores. Debutó a jóvenes como Juanpi, Pablo Fornals y Sami Castillejo, y se ganó la reputación de ser un técnico capaz de sacar el máximo provecho de sus jugadores.

Gracia llega en Valencia después de poco más de una temporada y media en el banquillo del Watford de la Premier League que terminó con su destitución en septiembre de 2019. Inmediatamente mejoró la defensa en su llegada al club a mitad de la temporada 2017-18, y luego el ataque durante la primera mitad de la 2018-19, una campaña en la que el club llegó a la final de la FA Cup y también consiguió su mejor puesto de liga en más de 30 años. Sin embargo, los números subyacentes del equipo empeoraron en la segunda mitad de esa temporada y tres derrotas en sus primeros cuatro partidos de la próxima campaña pusieron fin a su etapa en Inglaterra.

El Watford de Gracia repitió muchos de los aspectos tácticos de su tiempo en el Málaga. Su formación habitual fue un 4-4-2, pero a veces utilizó un 4-2-3-1. El equipo fue un poco más proactivo que la media de la Premier League en cuanto a la regularidad con la que intentaba romper las cadenas de pases de sus rivales. Atacó de forma rápida, creando menos tiros que la media de la división pero de una calidad media que figuró entre los mejores.

Algunos jugadores del Valencia ya han hablado de la claridad de sus ideas y podemos esperar un planteamiento muy parecido en su vuelta a La Liga. No veremos de nuevo un equipo tan pasivo como el de la temporada pasada. Si nada más, los equipos de Gracia siempre son trabajadores y competitivos.

Está claro que la plantilla necesita al menos un par de refuerzos y en realidad más, como cuatro o cinco, pero todavía incluye, al menos por ahora, suficientes jugadores de calidad para situar al Valencia más como un equipo de media tabla que uno que estará involucrado en una lucha para la permanencia. No obstante, esa refleja una amplia disminución de las ambiciones de un club que hace muy poco fue un equipo de Champions.

Barcelona 2020-21, previa de la temporada

La temporada 2019-20 del Barcelona terminó hace solo cuatro semanas pero han pasado tantas cosas desde entonces que ya parece un poco vano intentar sacar mucha información útil de esa temporada para informar nuestro análisis del equipo de 2020-21.

Sin embargo, vale la pena hacer un pequeño resumen de la 2019-20.

Los dos fichajes más caros, Antoine Griezmann y Frenkie de Jong, no rindió como esperaba. Griezmann nunca parecía un buen encaje en el equipo, más que nada porque en el Atlético Madrid hizo su trabajo en los espacios y momentos que en el Barça están reservados para Lionel Messi, y nunca convenció. De Jong hizo una campaña un poco tímido aunque sin un rol bien definido ni la licencia de involucrarse en tantas zonas como en el Ajax.

La sorpresa de la temporada fue, sin duda, Ansu Fati. Debutó con solo 16 años de edad en agosto de 2019 y anotó su primer gol una semana más tarde, así convirtiéndose en el jugador más joven de toda la historia del Barcelona en marcar en Primera División. Al final de la temporada había marcado siete goles y aportado una asistencia, a un ritmo de 0.65 por cada 90 minutos en el campo. Aportó desborde, velocidad e inteligencia desde el flanco izquierdo.

Ernesto Valverde empezó la campaña en el banquillo, pero fue despedido en enero a pesar de dejar el club como líder de La Liga, igualado en puntos con el Real Madrid. Quique Setién tomó las riendas y mejoró tanto los resultados como la media diferencia de goles esperados (xG) del equipo, pero infructuosamente porque fue el Madrid el que ganó el título con una buena racha de resultados después del parón.

Setién fue despedido a su vez después de la vergonzosa derrota por 8-2 contra el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones que puso fin a la primera temporada sin trofeos en el Camp Nou desde 2007-08.

Dos días más tarde, Ronald Koeman fue nombrado como el nuevo entrenador e inmediatamente empezó el trabajo de comunicar por teléfono a algunos jugadores que no entran en sus planes. Arturo Vidal, Ivan Rakitic, Luis Suárez y Samuel Umtiti recibieron esas llamadas.

Vidal y Suárez fueron dos de los seis titulares con 31 o más años de edad atropellados por un Bayern dinámico en la Champions. No cuesta mucho imaginar Hans Flick, el entrenador del conjunto alemán, adoptado las famosas palabras de Béla Guttman sobre el Real Madrid de los sesenta y adaptándolas al Barça de hoy: “Barcelona cansado, Barcelona cansado. Barcelona, viejo, viejo, viejo. No pueden correr.

Barcelona no puede correr.” No se trató de un fenómeno aislado. En una base ponderada de minutos, el Barça tuvo la segunda plantilla más vieja de La Liga en la 2019-20, con una edad media de 28.2.

Es un problema que ha aumentado año tras año y que parecía llegar a un punto de quiebre en la 2019-20. Una serie de decisiones cuestionables, si no malas, en cuanto a la confección de la plantilla no solo ha dejado el club con un grupo caro y envejecido, sino también sin mucho margen económico para revitalizarlo. Antes del final de la temporada, el club ya había hecho su primer movimiento en el mercado en hacer un intercambio con el Juventus de Arthur (24) con Miralem Pjanić (30), envejeciendo aún más la plantilla.

La decisión de poner en la rampa de salida a jugadores como Rakitic (que ya ha salido al Sevilla), Suárez y Vidal creará espacio para hacer algunas modificaciones pero queda por ver si el nuevo secretario técnico Ramon Planes es capaz de gestionar bien la necesidad de mantener un equilibrio entre la competitividad del equipo en el presente y el futuro. Según informes, Koeman ha pedido las llegadas de Gini Wijnaldum del Liverpool (que va a tener 30 años de edad en noviembre) y Memphis Depay del Lyon, (26) jugadores que ya conoce de la selección holandesa pero que en distintos grados solo representarían soluciones a corto plazo: Wijnaldium por su edad, Depay por su nivel.

Ya iba a ser un mercado difícil para el Barça pero luego las cosas se pusieron mucho, mucho peor. Un burofax llegó a la oficina para confirmar lo que el club ya sabía: Messi quería salir.

En la 2019-20, Messi asumió aún más responsabilidad en el ataque del equipo. Su suma de 20 goles y 19 asistencias fue 16 más que el próximo jugador, Suárez. Por cada 90 minutos, tanto Suárez como Fati marcaron goles a un ritmo similar, pero ningún compañero se acercó a igualar su producción creativa. Messi fue el líder claro del equipo en tanto asistencias como goles esperados asistidos por 90.

Es más, por cada 90 minutos, Messi también lideró al equipo en pases al área, pases filtrados y regates. Asimismo, en el avance del balón al último tercio.

(Cabe mencionar que si quieres hacer tu propio análisis de la 2019-20 de Messi y del Barcelona, hemos añadido los datos de esa temporada a nuestro repositorio de la carrera completa de Messi. Puedes encontrar aquí los detalles de como acceder a los datos.)

Dos cosas adicionales. Primero, la 2019-20 fue tanto su segunda peor (con Messi esa es muy relativa) temporada en los últimos diez años en cuanto a goles y asistencias (1.15 por 90) como su peor en cuanto a xG y xG asistido (0.91 por 90). Segundo, fue tanto la primera vez en ese periodo que su proporción de goles a asistencias cayó por debajo de un 60% como la primera vez que su proporción de xG a xG asistido cayó por debajo de un 57%. La división fue casi equitativa en ambos casos.

Siempre fue de esperar que con el paso de los años Messi empezara a transformarse en un jugador más pasador que goleador. El club ha tenido tiempo suficiente para confeccionar una plantilla dinámica, con jugadores capaces de hacer el trabajo con y sin balón que él ya no puede, para dejar a Messi como el eje creativo del equipo. Sin embargo, no lo ha hecho y como consecuencia, ahora tiene a un Messi descontento que ha dejado claro que no le gusta para nada la gestión de la directiva actual, encabezada por Josep Bartomeu.

Parece que va a quedarse, más que nada porque no quiere involucrarse en un caso legal prolongado, pero no es una situación ideal, ni para él, ni para el club. Existen muchas incógnitas sobre el futuro de ambos. Con elecciones en marzo de 2021, esta temporada se siente como una transitoria para el club.

Sin embargo, si Messi está más o menos bien y la plantilla toma forma más pronto que tarde todavía es capaz de competir por el título de La Liga. Es poco probable que haga una buena campaña en la Champions pero no había mucha diferencia entre el Barça y el Real Madrid la temporada pasada y si bien el Madrid parece mejor situado de cara a la nueva temporada, no está cantado que el equipo de Zinedine Zidane defienda con éxito el trofeo.

Real Betis 2020-21, previa de la temporada

La 2019-20 fue una temporada decepcionante para el Betis. La empezó con ganas de clasificarse para las competiciones europeas, pero la terminó en el puesto quince, solo cinco puntos por encima de la zona de descenso y 15 por debajo de los puestos europeos.

Después de dos años con Quique Setién en el banquillo, el Betis nombró a Rubi como su nuevo entrenador tras de clasificar al Espanyol para Europa en su única campaña en Barcelona. Sin embargo, él nunca parecía cómodo en el Betis, nunca podía replicar el fútbol pulcro y progresivo de su Espanyol y no era de extrañar que perdiera su trabajo en junio después de una sola victoria en sus últimos diez partidos al mando.

Entonces, el Betis empieza de nuevo (de nuevo) esta temporada con tanto un nuevo entrenador como un nuevo director deportivo. Parece que por mucho que la dirección hable de modernizar el club, éste sigue siendo el Betis. Cinco entrenadores y varias remodelaciones entre bambalinas en menos de cinco temporadas está a la par en el Benito Villamarín.

El nuevo hombre al mando es Manuel Pellegrini, ex del Villarreal, Málaga, Real Madrid y el Manchester City, entre otros. Hace mucho que el Betis tiene un entrenador tan laureado como el chileno. Hizo un trabajo impresionante tanto en el Villarreal como en el Málaga, pero llega en Sevilla después de una etapa frustrante en el West Ham de la Premier League.

Pellegrini llevó al equipo a una diferencia positiva de goles esperados (xG) a mitad de su primera temporada en el banquillo pero los números empeoraron después y él fue incapaz de revertir suficientemente la situación en su segundo año. Fue destituido en diciembre de 2019 con el equipo solo un punto por encima de la zona de descenso.

Su primera tarea en su nuevo trabajo será mejorar la segunda peor defensa de La Liga. Solo el Mallorca, descendido, encajó más goles que el 60 del Betis. Es claro que existan muchas posibilidades de mejora en este apartado del equipo pero también es verdad que la situación no es tan mala como parece a primera vista.

El club encajó 11 goles de penalti, la tercera mayor cifra de La Liga. La cantidad de penaltis cometidos, y por consiguiente la cantidad de goles de penalti encajados, es un dato que varia mucho de una temporada a la otra. Por ejemplo, el Betis encajó solo cuatro goles así en la 2018-19 y tres en la 2017-18. Encajar muchos goles de penalti en una temporada no significa que el equipo va a encajar muchos goles así en la próxima.

Si nos limitamos a los goles sin penaltis, el Betis tuvo solo la sexta peor defensa de La Liga en la 2019-20, y el xG también presenta una imagen un poco mejor. En ese sentido, el Betis tuvo la séptima peor defensa de La Liga con una suma de 41.93 xG concedido.

Los datos de los porteros son susceptibles de cierta varianza, pero sugieren que el portero habitual Joel Robles encajó más o menos la cantidad de goles esperadas dada la calidad de los tiros a los que se enfrentó. La muestra es demasiada pequeña para sacar conclusiones concretas pero parece que el segundo portero Dani Martín rindió por debajo de lo esperado en encajar 12 goles en sus 584 minutos en el campo.

Entonces, con menos penaltis cometidos, más regularidad bajo palos y un poco menos suerte en la finalización por parte de sus oponentes, el Betis razonablemente podría encajar 10-15 menos goles en la 2020-21 incluso antes de algunos cambios en el estilo de juego, la organización defensiva o la plantilla que se verán con Pellegrini.

Todos los nuevos fichajes hasta hoy han sido en la defensa, todos a coste cero. El experimentado portero Claudio Bravo, ex del Barcelona y la Real Sociedad en La Liga, ha llegado después de finalizar su contrato con el Manchester City. El central Víctor Ruíz suplirá la marcha de Zouhair Feddal al Sporting de Portugal, mientras que Martín Montoya llega como un suplente de Emerson en el lateral derecho tras la salida de Antonio Barragán.

En el otro extremo del campo, el Betis tuvo el octavo mejor ataque de La Liga en la 2019-20, con 48 goles. Sus 42 goles sin penaltis, también el octavo mejor registro, llegaron de una suma de xG de 41.67, la séptima mejor de la división.

Loren Morón, joaquín (quien jugó bajo las ordenes de Pellegrini en el Málaga) y Nabil Fekir fueron los principales contribuyentes al ataque en cuanto a goles y asistencias, mientras que Sergio Canales fue un jugador primordial en el avance del balón a las zonas de ataque a través de sus pases y conducciones largas: las más largas de toda La Liga entre centrocampistas.

Fekir aportó suficiente en su primera temporada en el equipo como para justificar el dinero que el Betis invirtió en su fichaje. No se puede decir lo mismo de Borja Iglesias, fichado por 28 millones de euros después de una buena temporada con Rubi en el Espanyol. Fichar a un delantero centro con solo una temporada entera en el élite siempre implica riesgo, aún más cuando gastas esa cantidad de dinero, pero nadie esperaba una temporada tan decepcionante del gallego. Marcó solo tres goles y acumuló números lamentables.

Una de las prioridades de Pellegrini será sacar más producción de Iglesias, algo que podría lograr jugando a sus puntos fuertes, algo que el equipo no hizo la temporada pasada. Una comparación de los mapas de tiros de Iglesias en la 2018-19 en el Espanyol y la 2019-20 en el Betis demuestra la diferencia en el servicio que recibió en cada equipo.

En el Espanyol, una mayor proporción de sus tiros provinieron de pases filtrados (los triángulos en el gráfico) que en el Betis. Incluyendo los pases filtrados que no terminaron en tiros, recibió uno por cada 172 minutos en el campo en el Espanyol; uno por cada 262 en el Betis.

Sin embargo, la mayor diferencia fue en los tiros que provinieron de centros. En el Espanyol, solo un 14.94% de sus tiros y un 18.39% de su xG provinieron de este tipo de asistencia; en el Betis, esas cifras aumentaron de manera significativa, a un 37.14% de sus tiros y un 45.79% de su xG.

Asimismo, es interesante saber que en comparación con su año en el Espanyol una mayor porcentaje de los pases que recibió Iglesias en el Betis fueron pases altos. Parece que el equipo jugó a su 187 cm de altura más que sus cualidades reales. En este sentido, fue una de las víctimas, quizás la más clara, de la indecisión de Rubi en cuanto al estilo de juego del equipo.

Entre la defensa y al ataque existió un mediocampo que entre los cambios de formación y de jugadores nunca tomó una forma constante en la 2019-20. El rol más defensivo pasó por varios futbolistas: Javi García (que ya ha salido), Edgar González (cedido al Real Oviedo), William Carvalho, Guido Rodríguez y hasta el central Marc Bartra.

Carvalho solo participaron en 13 partidos ligueros debido a una serie de lesiones. Si puede mantenerse libre de lesiones esta temporada parece que tendrá un rol muy importante. Según informes, Pellegrini lo ve como el eje del juego de su equipo. El nuevo director deportivo, Antonio Cordón, está trabajando en fichar a un jugador más físico a poner a su lado.

Puede ser que haya aún más nuevos integrantes a la plantilla antes del fin del mercado, pero el grupo que Pellegrini tiene ahora es lo suficientemente bueno para producir una temporada mucho mejor que la anterior. Dado el presupuesto del club, una clasificación en la mitad superior de la tabla debería ser la expectativa mínima.

Athletic Club 2020-21, previa de la temporada

La 2019-20 fue una temporada de sentimientos mixtos para el Athletic Club. Llegó a la final de la Copa del Rey, un partido aún sin fecha, pero realizó una campaña discreta en La Liga, terminando la temporada en el puesto once, con números subyacentes aún peores.

Una de las dificultades de analizar la temporada 2019-20 es saber cuánta importancia se debería dar al periodo después del parón. En el caso del Athletic, antes de la suspensión de La Liga tuvo números subyacentes de un equipo de media tabla. En sus 11 partidos después del reinicio, combinó los resultados de un equipo de mitad de tabla con los peores números subyacentes de la división. A lo largo de la temporada completa, tuvo la quinta peor diferencia de goles esperados (xG) de La Liga.

Si incluimos el periodo después del parón parece que el Athletic podría ser un equipo en problemas esta temporada. Si lo descartamos, tenemos un club de media tabla que aún antes del parón había perdido el entusiasmo con el que empezaba la temporada, impulsado por el golazo de Aritz Aduriz que le dio los tres puntos contra el Barcelona en la primera jornada. En cualquier caso, sin el progreso en la Copa del Rey, el puesto de Gaizka Garitano habría sido mucho más inestable.

Garitano tomó las riendas en diciembre de 2018, después de la etapa corta e infructuosa de Eduardo Berizzo. La primera cosa que corrigió fue la organización defensiva de un equipo que jugaba demasiado abierto. Se puede ver el cambio en esta linea de tendencia que muestra los goles esperados (verde) y goles esperados recibidos (morada) del Athletic a lo largo de las últimas dos temporadas, utilizando un media móvil de 15 partidos. La cantidad de goles esperados concedidos cayó poco después de la llegada de Garitano al banquillo, marcada por la segunda línea azul.

La defensa fue claramente el punto fuerte del Athletic antes del parón. Recibió sólo 21 goles sin penaltis (24 con penaltis) en 27 partidos de un xG de 26.47. Unai Simón hizo una temporada muy buena bajo palos, lo que ayudó en convertir una defensa algo mejor que la media de La Liga en cuanto a los números subyacentes en uno de los mejores en las cifras reales.

En contraste, la producción del ataque fue realmente pobre, incluso en el contexto de la competición menos anotadora entre las cinco grandes ligas de Europa. Antes del parón, el Athletic tuvo la tercera peor cifra de xG de la liga (0.83 por partido) y solo cinco equipos anotaron menos goles sin penaltis que su marca de 0.85 por partido. La calidad media de sus tiros fue la segunda peor de La Liga.

Empezar arreglando la defensa es una estrategia clásica de un nuevo entrenador, pero la idea es que después de organizar mejor la zaga, se empiece a mejorar el ataque. Garitano consiguió lo primero, pero hasta ahora no ha sido capaz de conseguir lo segundo.

Su equipo no tiene un estilo bien definido en ese apartado del juego. En defensa, el Athletic al menos sigue siendo un equipo que hace una presión más alta y agresiva que la media de La Liga, aunque otros equipos le han sobrepasado en ese aspecto. En ataque, el equipo vasco fue un poco más vertical que la media de La Liga en la 2019-20 pero nada realmente excepcional. No aprovechó las recuperaciones tras presión para crear ocasiones ni dispuso de otra ruta fiable al gol.

Entre todos los jugadores que disputaron al menos 900 minutos de acción, solo Raúl Garcia realizó dos o más tiros por cada 90 minutos y ningún jugador generó suficiente xG para marcar ni una vez cada cinco partidos, aunque Raúl García, el goleador del equipo con ocho tantos (15 incluyendo penaltis), marcó a un ritmo de 0.24 por 90.

No es que sean incapaces los jugadores. Por ejemplo, Iñaki Williams había promediado entre 2.05 y 2.35 tiros, 0.27 y 0.34 xG, y 0.21 y 0.31 goles por 90 en las dos temporadas anteriores. Acumuló solo 1.31 tiros, 0.17 xG y 0.15 goles por 90 en la 2019-20. Entre él, García, Iker Muniain y Iñigo Córdoba hay suficiente talento para tener un ataque más productivo, pero algo tiene que cambiar en el planteamiento. Queda por ver si existe la disposición por parte de Garitano a construir un equipo que mira más a la portería rival.

Hay dos atacantes jóvenes que dispusieron de minutos en la 2019-20 que podrían ayudar a cambiar un poco su perspectiva. Garitano tuvo una plantilla muy estable, con un 92.20% de los minutos disputados por jugadores de la plantilla de la temporada anterior, el mayor porcentaje de toda La Liga. De los cinco nuevos integrantes (los rosados en el gráfico debajo) solo Mikel Vesga, quién volvió de un año de cesión en el Leganés, disputó más de 800 minutos.

Sin embargo, Asier Villalibre y Oihan Sancet, ambos productos de Lezama, mostraron suficiente en su tiempo en el campo para creer que merecen roles más importantes esta temporada.

Villalibre marcó tres goles y consiguió un nivel de producción prometedora de 2.52 tiros y 0.42 xG por 90, pero en una muestra muy pequeña y con solo 43% de sus 607 minutos como titular. Queda por ver si es capaz de mantenerla con más minutos.

Sancet debutó en la primera jornada y empezó nueve partidos como titular, incluyendo cinco de los últimos ocho en el rol de mediocentro ofensivo habitualmente ocupado por Raúl García. Consiguió un gol y una asistencia pero poco más en cuanto a la producción de cara a la portería. Fue seguro con el balón y presiona bien en la fase defensiva pero a pesar de que parecía un jugador interesante, no tuvo un impacto muy concreto. Los que saben mucho de la cantera del Athletic lo ven como un jugador con el talento para convertirse en una pieza clave en el primer equipo, pero puede ser que necesite otro contexto para demostrarlo.

Parece que el proceso natural de recambio en la plantilla del Athletic seguirá esta temporada. En la 2019-20, en una base ponderada de minutos, ningún equipo de La Liga disminuyó la edad media de su plantilla al mismo grado que lo hizo el equipo de Garitano. Simón (22 años de edad) relegó a Iago Herrerín (32) al banquillo. Unai López (24) aumentó sus minutos en el mediocampo al mismo tiempo que los de Beñat (33) y Mikel San José (31) se disminuyeron de manera significativa. Ander Capa (28) reemplazó a Óscar de Marcos (31), lesionado durante más de la mitad de la campaña, como lateral derecho titular. Aritz Aduriz (39) jugó menos minutos y se retiró en mayo.

Beñat y San José ya han salido del club y además de Sancet y Villalibre existen otros jóvenes como Peru Nolaskoain (21), que jugó tanto de central como de centrocampista como cedido en el Deportivo La Coruña, Iñigo Vicente (21), que realizó una temporada productiva en el Mirandés, Unai Vencedor (19) o Oier Zarraga (21), entre varios otros canteranos, luchando para hacerse hueco en la plantilla.

La temporada 2020-21 va a ser una un poco extraña para el Athletic. En la distancia, tiene la final de la Copa del Rey, que probablemente será disputada en abril de 2021, pero antes tiene que encontrar una manera de mejorar su rendimiento en La Liga. Lo probable es que se clasifique en media tabla. La continuidad de Garitano podría depender en si es media tabla tirando hacia arriba o hacia abajo.

Real Madrid 2020-21, previa de la temporada

Real Madrid ganó La Liga 2019-20 con una secuencia de diez victorias y un empate después del parón que fue suficiente para sobrepasar al Barcelona en la clasificación y conseguir su primer título desde 2016-17. Zinedine Zidane añadió otra medalla a su colección en su primera temporada completa al mando después de su vuelta al equipo en marzo de 2019. La solidez defensiva fue la clave de la conquista. En ataque, Madrid tuvo números similares a los de la 2018-19, con 59 goles (sin contar penaltis) de 56.18 goles esperados (xG). En defensa, mejoró muchísimo, de 40 goles recibidos (sin contar penalties) de 42.59 xG en la 2018-19 a 23 de 27.20 en la 2019-20.

En total, incluyendo los penaltis, el Madrid recibió solo 25 goles, el mejor registro de la división y por partido, su mejor cifra desde 1964-65. ¿Qué cambió de una temporada a la otra?

En la 2019-20, el Madrid defendió de manera menos agresiva, formando un bloque seguro e intentando romper las cadenas de pases de sus rivales con menos frecuencia. Se hizo más sólido en fases de transición, recibiendo menos tiros tanto en situaciones de contraataque como en las con solo el portero entre el rematador y la portería. En total, recibió menos tiros de una calidad mucho más baja que en la 2018-19, en parte porque sus rivales realizaron sus tiros desde más lejos de la portería que antes. Había señales de estos cambios en los 11 partidos que Zidane dirigió en la recta final de la 2018-19, pero tomaron su forma final en la 2019-20.

Se pueden ver los efectos de este planteamiento un poco más pasivo en la cantidad de acciones defensivas realizadas por los centrocampistas del Madrid. Tanto Casemiro como Federico Valverde (cuyos minutos subieron mucho de 700 en la temporada anterior a 2051 en la 2019-20) como Luka Modric como Toni Kroos hicieron menos entradas, interceptaciones y acciones de presión, todas ajustadas en función de la posesión, respeto a la temporada anterior.

Asimismo, ayudó que Thibaut Courtois produjo su mejor temporada entre palos desde su llegada del Chelsea en 2018.

El Madrid necesitaba una defensa fuerte porque su ritmo de goles no llegó ni cerca a lo del Barcelona ni a sus propias cifras históricas. Marcó más de 100 goles en cada una de ocho temporadas consecutivas entre 2009-10 y 2016-17, y luego 94 en la 2017-18. Eso bajó a 63 en la 2018-19, antes de la cifra de 70 que consiguió la temporada pasada (aunque con 11 penaltis marcados, más que cualquier otro equipo). Eso fue suficiente para tener el segundo mejor ataque de La Liga, pero queda claro que ese extremo del campo es el más mejorable de cara a la nueva temporada.

Karim Benzema se hizo cargo de casi todo en la finalización de los ataques. El francés fue el goleador del equipo con 16 goles, sin contar penaltis, y también aportó más asistencias (8) que cualquier compañero. Por cada 90 minutos, lideró el equipo en tiros, xG y xG asistido. Asimismo, sus movimientos para combinar con las laterales crearon una conexión muy importante en el juego del equipo. Fue una temporada muy impresionante. Zidane no disponía de un reemplazo con las mismas características y por eso, ningún jugador disputó más minutos que Benzema.

Dice mucho de la escasa producción de cara al gol del resto de los atacantes que Sergio Ramos, Casemiro y Kroos marcaron más goles que Vinícius Junior, el segundo atacante más goleadora con tres. Luka Jović nunca terminó a convencer a Zidane, disputando solo 490 minutos después de su llegada del Eintracht Frankfurt, y parece estar en la rampa de salida. Eden Hazard, el fichaje estrella, perdió más partidos que disputó debido a una serie de lesiones, y ofreció producción más aceptable que brillante en su tiempo en el campo.

Vinícius sigue siendo un jugador que divide la opinión. De hecho, se ha convertido en un objeto de bromas en algunos lados por su falta de frialdad dentro del área. Sin embargo, en una situación difícil, con la ausencia de Hazard y otros produciendo una falta de desequilibrio en el último tercio, Vinícius aportó mucha velocidad y perseverancia. En La Liga, solo Lionel Messi intentó más regates que él y ningún jugador condujo al balón al área con más frecuencia. Tiene sus debilidades y siempre hay rumores que no está realmente al gusto de Zidane, pero con solo 20 años de edad, hizo lo que tuvo que hacer para ayudar a su equipo. Todavía tiene espacio para mejorar.

El Madrid tuvo uno de los mapas de tiros más asimétricos en las cinco grandes ligas de Europa, con poca producción desde su lado derecho, el opuesto de Hazard y Vinícius. Había una inclinación similar en la 2018-19, pero no fue tan pronunciada.

Entre los relativamente escasos minutos de Bale y la ausencia de Marco Asensio por lesión durante la mayor parte de la campaña, el Madrid no dispuso de un rematador natural desde la derecha. Asimismo, creó menos oportunidades con pases desde la derecha que la izquierda, aunque las cifras estuvieron más igualadas en este caso.

Es este lado del campo que podría producir los cambios más grandes en el equipo esta temporada, con un Asensio en buenas condiciones físicas y la vuelta de Martin Ødegaard después de una buena temporada como cedido en la Real Sociedad.

Ødegaard no fue lo mismo después del parón, pero antes parecía un jugador muy bueno, con habilidades que podrían ser muy útiles en el Madrid si Zidane puede crear un contexto adecuado. Un jugador muy vertical y directo, se demostró capaz de avanzar el balón tanto al último tercio como al área de penalti desde el interior derecho de un 4-3-3.

Asimismo, es hábil en el regate y capaz de ganar metros con sus conducciones posteriores.

No es un reemplazo directo de Modric, que entra esta temporada el año final de su contrato. Aporta menos defensivamente y por eso necesita un mediocampo más robusto a su lado. Puede ser que a veces Zidane lo utilice como extremo que parte desde el flanco para participar por dentro, especialmente en los partidos claves. Sin embargo, talento tiene, y si el Madrid puede aprovechar de sus puntos fuertes, podría ser un jugador determinante.

Todavía queda mucho tiempo en el mercado de fichajes pero parece que el Madrid no va a hacer muchos movimientos. Va a vender jugadores periféricos y encontrar sitios para algunos de sus jóvenes, pero a pesar de que existen algunas posiciones que quizás necesitan refuerzos, como un relevo para Benzema, es difícil ver un Madrid con más de dos o tres caras nuevas.

Con el Barcelona en alguna especie de caos, el equipo de Zidane empieza la temporada como favorito para ganar La Liga. Es poco probable que se pueda depender tanto en su solidez defensiva esta vez, pero tiene las piezas para mejorar su producción ofensiva y así convertirse en mejor equipo y ganador de un segundo título consecutivo.

Atlético Madrid 2020-21, previa de la temporada

Existen pocos equipos tan consistentes como el Atlético Madrid. En la 2019-20, se clasificó entre los tres primeros de La Liga para la octava temporada consecutiva. Una racha de siete victorias y cuatro empates después del reinicio de la competición en mayo lo llevó del sexto puesto al tercero al final de la campaña.

Lo hizo con su estilo de juego habitual. El equipo de Diego Simeone defendió en un bloque medio-bajo y compacto, y protegió bien su portería. Recibieron una cantidad por debajo de la media de tiros, mientras que la calidad media de estos tiros fue la más baja en toda La Liga. Encajó solo 27 goles, la segunda mejor cifra de la división. En el otro extremo del campo, atacó de manera precisa, primando la calidad sobre la cantidad de los tiros. Sólo el Barcelona y el Alavés crearon ocasiones de una calidad media más alta.

Fue el Atlético de siempre, a pesar de los cambios en la plantilla. Salieron Antoine Griezmann, Diego Godin, Filipe Luis y Rodri, cuatro de los ochos jugadores que habían disputado más minutos en la 2018-19. Asimismo, se fueron Juanfran y Lucas Hernández, dos más de los primeros 15. Como reemplazos llegaron ocho jugadores por una cantidad cercana a los 250 millones de euros.

No fue una revolución total. Simeone dio un 65% de los minutos a jugadores que habían jugado en la 2018-19, los rosados en el gráfico por debajo, pero algunos de los nuevos jugadores recibieron cantidades significativas de minutos. Felipe, Kieran Trippier y Renan Lodi disputaron más de 2,000; João Felix, más de 1,800; y Marcos Llorente, casi 1,500.

La suposición era que el Atlético necesitaba tiempo para integrar bien los fichajes y la realidad fue así, al menos en cuanto a los resultados. Después de ganar sus primeros tres partidos de la temporada, ganó solo tres de los siguientes 13, junto a ocho empates y dos derrotas. A principios de diciembre se encontraba en el séptimo puesto.

Sin embargo, los números subyacentes contaban otra historia. En ese momento, el Atlético tuvo una diferencia de goles (sin contar penaltis) de cinco goles, pero una diferencia de goles esperados (xG) de 9.53. Es decir, iba más de cuatro goles por debajo de lo esperado.

Los resultados empezaban a mejorar a partir de ahí, aunque las cifras reales tardaron más tiempo aún en asemejarse a números subyacentes que siempre estaban entre los mejores de La Liga. Este gráfico compara la diferencia de goles con la diferencia de xG a lo largo de la temporada, utilizando una media móvil de 10 partidos. La zona morada representa rendimiento por debajo de lo esperado; la zona verde, rendimiento por encima.

Había momentos en que la narrativa parecía ser que los métodos de Simeone se estaban agotando, algo que resurgió después de la floja eliminación de la Champions frente al RB Leipzig. Es verdad que fue una temporada más aceptable que excelente y que el Atlético consiguió su suma de puntos más baja (70) de la época de Simeone. Sin embargo, el equipo cumplió las expectativas en lo que fue un año de transición en el que tuvo, en una base ponderada de minutos, la tercera plantilla más joven de La Liga. Cuando las cifras reales se asemejó a los números subyacentes, fue el tercer mejor equipo de la división.

Félix fue el fichaje estrella, con un coste elevado de 126 millones de euros. El precio claramente condiciona la conversación, pero si lo dejamos a un lado vemos a un jugador que combinaba un estilo de juego muy vistoso con números muy aceptables para una primera temporada en La Liga dado su edad (20) y el planteamiento del Atlético.

En común con todos los delanteros del Atlético, el ex-jugador del Benfica empezó la temporada con una mala racha de puntería que duró hasta finales de enero, pero entre su vuelta de una lesión en febrero y el final de la temporada, marcó cuatro goles que cambió un poco la perspectiva. Sin embargo, dado su talento se espera un paso adelante en la 2020-21.

Simeone nunca parecía totalmente contento con sus opciones en ataque. Quería a Rodrigo Moreno del Valencia, pero él nunca llegó. Muchos diferentes jugadores disputaron minutos entre los dos puestos de delantero y lo en la banda más ofensiva en su habitual 4-4-2: Félix, Álvaro Morata, Ángel Correa, Diego Costa, Thomas Lemar, Vitolo, Yannick Carrasco (que volvió como cedido en enero y podría seguir en el club esta temporada) y hasta Llorente, un mediocentro reconvertido a segundo delantero. De todos ellos, solo Correa y Morata disputaron más de 2,000 minutos e incluso ellos jugaron menos de 2,300 a pesar de que cada uno solo perdió cuatro partidos por razones de lesiones o sanciones.

Los números surgieron que la mejor dupla delantera sería Félix y Morata. Aportaron más xG y xG asistido por 90 minutos que sus compañeros. Morata tiene sus detractores pero es un delantero que siempre tiene la habilidad de fabricar ocasiones de buena calidad.

Llorente impresionó en su rol más adelantado después del parón, muchas veces actuando como un acelerador y dinamizador de los ataques del equipo, y va a ser interesante ver si es capaz de mantener números creativos tan impresionantes en una muestra de mayor tamaño.

Entre las lesiones y su escasa producción de cara a puerta (ha marcado solo un gol por cada 464 minutos en el campo desde su vuelta del Chelsea en 2017), Costa ya no es el jugador que era antes. Está en el año final de su contrato y si se queda debería ser principalmente como revulsivo.

En el centro del campo, Koke, Saúl y Thomas Partey consumieron la gran mayoría de los minutos. Todavía existe la posibilidad de que salga Partey, pero de todos modos, Simeone quiere un mediocentro posicional para reforzar esta zona. Parece que Marc Roca es el elegido. Tuvo una temporada discreta en el descenso del Espanyol, pero tiene una base de talento suficiente para convertirse en el jugador muy útil en el Atlético con tiempo para asentarse.

No existen problemas en el centro de la zaga. Felipe disfrutó de una buena temporada tras su llegada del Porto y entre él, Jose Giménez y Stefan Savic la zona está bien cubierta. Mario Hermoso podría salir por falta de minutos y en ese caso otra opción llegaría.

Existen mas dudas en los puestos de lateral. En el izquierdo, Renan Lodi hizo una buena primera temporada en La Liga pero no tuvo un reemplazo de la misma calidad. En el derecho, Trippier disputó la mayoría de los minutos. Empezó bien la temporada, exhibiendo su gran golpeo a balón parado y también tenía un papel importante en avanzar el balón al área, pero como en el Tottenham Hotspur surgían dudas sobre su aptitud defensiva a medida que la campaña iba avanzado.

Junto a Santiago Arias y Šime Vrsaljko, Trippier es uno de los tres laterales derechos de experiencia que tiene el Atlético. Según informes el club está dispuesto a vender cualquiera de los tres si llega una buena oferta.

En general, parece que va a ser un mercado de fichajes relativamente tranquilo para el Atlético. La única llegada hasta hoy es Ivo Grbic, un portero croata que suplirá la salida de Antonio Adán. Aparte del posible fichaje de Roca, el resto de los refuerzos probablemente llegarían en forma de cesión. Podrían salir jugadores como Lemar o Vitolo, que podría crear espacio para jóvenes como Víctor Mollejo, que hizo una campaña interesante en el Deportivo La Coruña jugando tanto de carrillero como extremo.

En general, el Atlético parece estar en una buena posición de cara a la nueva temporada. Existen algunas debilidades y problemas que resolver, y es poco probable que compita por el título, pero tiene el talento para convertir otra vez el tercer mejor presupuesto de La Liga en un puesto de Champions. Podría ser que el Sevilla o otro equipo como la Real Sociedad o el Villarreal haga una temporada fantástica para colocarse entre los tres primeros, pero es improbable que dos de estos equipos sean capaces de sobrepasar al Atlético. La regularidad tiene sus beneficios.

Un resumen analítico de la transformación del Leeds de la mano de Marcelo Bielsa

La contratación de Marcelo Bielsa por parte del Leeds sorprendió el mundo de fútbol. En junio de 2018, el renombrado entrenador argentino se hizo cargo de un equipo atrapado en la Championship, la segunda división del fútbol inglés. Lo que Bielsa ha logrado desde entonces ha sido muy notable.

Desde su descenso a la Championship en 2004, el Leeds ha sufrido mucha inestabilidad, pero ha estado yendo en la dirección correcta desde el primer partido de Bielsa. Un equipo de media tabla en la Championship se ha transformado en un club de la Premier League.

StatsBomb se enorgullece de haber prestado sus servicios al club durante la temporada 2019-20 y seguirá haciéndolo en su vuelta a la máxima categoría. Vamos a echar un ojo a algunos de los aspectos analíticos que han llevado al Leeds de vuelta a la Premier League después de 16 años de frustración.

Un impacto rápido con una plantilla consistente

En la temporada anterior a la llegada de Bielsa, la 2017-18, el Leeds terminó 13º en la Championship. Fue la sexta vez en ocho temporadas que había terminado la campaña en la mitad de la tabla. El núcleo de la plantilla heredada por Bielsa ha estado en el club durante mucho tiempo.

De hecho, nueve jugadores que tuvieron un papel importante en el ascenso estaban en el club y jugaron con regularidad durante la 2017-18. Bielsa no hizo grandes cambios a la plantilla y utilizó en gran medida lo que ya tenía. En su debut contra el Stoke ya había nombres como Luke Ayling, Liam Cooper, Ezdzhan Alioski, Pablo Hernández, Kalvin Phillips, Stuart Dallas, Mateusz Klich y Jack Harrison.

Durante la 2019-20, cada uno de esos jugadores disputó más de 2000 minutos. Gaetano Berardi, Barry Douglas y Adam Forshaw también jugaron ese día y siguen formando parte de la plantilla casi dos años después. El estilo de juego del Leeds rápidamente se hizo distintiva, como muestra esta red de pases del primer partido con Bielsa al mando:

El resto de la plantilla ha sido construido de manera relativamente barata, especialmente si se tiene en cuenta las cantidades que suelen gastar los aspirantes al ascenso. El Leeds fichó a Patrick Bamford y Barry Douglas en el verano de 2018, pero sus otros refuerzos llegaron cedidos. Fue una tendencia que continuó en la 2019-20 con las llegadas como cedidos de Ben White y Hélder Costa, este último en un acuerdo de préstamo que incluyó la obligación de compra.

Mejores números subyacentes

Bielsa convirtió un equipo de media tabla, con una diferencia negativa de Goles Esperados (xG), en uno con los mejores números subyacentes de la división. Asimismo, lo hizo muy rápidamente. En sus primeros diez partidos el equipo estaba consiguiendo cerca de 0.7 xG más que sus oponentes por partido. Es decir, su producción subyacente estuvo cerca de siete goles mejor que la de sus oponentes a través de estos diez partidos.

A partir de ese momento, a lo largo de dos temporadas, sus números subyacentes sólo empeoró una vez, entre enero y febrero de 2020, e incluso entonces, todavía creó tres goles esperados más que sus oponentes en su peor tramo de diez partidos. En los tramos mejores, frecuentemente creó 11 o 12 goles esperados más que sus oponentes. Los números subyacentes del equipo han sido muy buenos a lo largo de dos temporadas:

Sin embargo, los números subyacentes no representan la realidad y los inevitables vaivenes de la varianza han producido dos tramos en los que los resultados variaban mucho respecto a los goles esperados.

Primero, el Leeds perdió su puesto de ascenso directo en el tramo final de la 2018-19, en parte porque en sus ocho partidos finales rindió diez goles por debajo de lo esperado. Luego, un giro positivo de dimensiones similares, en gran parte en ataque, selló su ascenso a la Premier League tras el regreso del parón de 2019-20:

La salida de los puestos de ascenso directo en la 2018-19 provocó la aparición de una narrativa común sobre los equipos de Bielsa, en concreto que se cansan en el tramo final de la temporada. Es cierto que el estilo de juego del Leeds requiere un alto nivel de aptitud física, pero en este caso no existe evidencia concreta de un bajón global.

En los resultados, sí, pero no en cuanto al nivel de las actuaciones. En términos de xG (sin contar penaltis) el Leeds tuvo el mejor ataque de la división en la 2018-19, con casi 71 goles, pero el mismo total de goles reales fue sólo el quinto mejor registro de la liga. No hay nada intrínsecamente malo en igualar los números esperados, pero los equipos que ganan títulos suelen superarlos.

Ese tipo de impulso a corto plazo puede hacer una gran diferencia y en este caso, cada uno de los equipos que logró el ascenso superó sus números esperados. Sin embargo, fue el otro extremo del campo el que resultó más costoso para el Leeds en la 2018-19. Al recibir 50 goles, encajó alrededor de 13 goles más de lo esperado. Podemos ver de dónde vino la mayoría de la diferencia si miramos los tiros a puerta de larga distancia:

En la 2018-19, tanto Peacock-Farrell como Casilla tuvieron problemas en parar los tiros de larga distancia.

En líneas generales, tiros a puerta desde cualquier posición aproximadamente terminan en gol un 30% de las veces. En la 2018-19, los porteros del Leeds encajaron goles a este ritmo sólo desde tiros de larga distancia. Desde los tiros dentro del área, el Leeds encajó goles a un ritmo cercano al esperado. Asimismo, vale la pena echar un ojo a los goles marcados y recibidos por el Leeds con el marcador igualado.

En esa situación, realizaron casi 150 tiros más que sus oponentes pero marcaron sólo un gol más. La diferencia ocurrió en ambos extremos del campo. El ataque marcó cerca de cinco goles menos de lo esperado mientras que la defensa encajó casi 11 más. Este es un clásico ejemplo de como desde una perspectiva analítica, podemos observar que el proceso es bueno mientras que los resultados son más variables. Teniendo en cuenta los números subyacentes del Leeds en la 2018-19, no había razón de dudar en la capacidad del equipo de Bielsa para luchar otra vez para el ascenso directo en la 2019-20.

Un estilo único

El estilo de juego del Leeds ha generado mucho interés, incluso hasta el punto que el Huddersfield Town ha contratado a uno de sus asistentes, Carlos Corberán, como entrenador principal. Vale la pena preguntarse si un equipo es capaz de presionar con el vigor con el que presiona el Leeds, y con ese estilo lograr éxito, ¿es algo que otros equipos podrían replicar? Esta visualización muestra cómo la proporción de acciones defensivas, incluyendo nuestros exclusivos datos de presión, de cada equipo a los pases de sus rivales compara con la media de la Championship en cada una de seis zonas verticales.

Los tonos rojos indican que el equipo en cuestión hizo una proporción superior a la media de acciones defensivas en esa zona. Podemos ver que el estilo del Leeds fue como el de ningún otro equipo de la Championship en la 2018-19. De hecho, como pocos del mundo:

El Leeds estuvo enormemente activo en todas las zonas del campo, excepto cerca de su propia portería. Este perfil es inusual. Los equipos buenos que hace presión alta (Liverpool, Manchester City) normalmente son muy activos en campo contrario y no tanto en otras zonas. El Leeds cubre casi todo el campo. Podemos ver cómo este estilo ha persistido cuando vemos el mismo gráfico para la 2019-20:

Entre los 92 (91 en la 2019-20) clubes de las primeras cuatro divisiones del fútbol inglés, el Leeds ocupó el segundo puesto en cuanto a su agresión (definida como el porcentaje de las acciones defensivas del equipo registradas a dos segundos de que un oponente reciba el balón) en ambas temporadas, marginalmente detrás del Manchester City en la 2018-19 y del Barnsley en la 2019-20. De hecho, ligeramente aumentó su cifra en la 2019-20, de un 29% a un 30%.

Seguridad defensiva

En la temporada 2019-20, el Leeds nunca bajó del quinto lugar en la clasificación y después de una victoria contra el Luton el 19 de noviembre, nunca terminó una jornada de partidos fuera de los dos primeros puestos. Su ataque no superó de nuevo su xG, pero un enorme siete autogoles por parte de sus oponentes ayudó a acortar la brecha. Fue en defensa donde se vio el verdadero cambio, con un total de 35 goles recibidos que fue mucho más cerca de la cifra esperada que el de la 2018-19.

Al ganar cinco partidos antes del parón y siete de nuevo al regresar, el Leeds encajó sólo cinco goles y un promedio de poco más de medio gol de xG por partido. Sus oponentes promediaron menos de ocho tiros por partido y los que realizaron fueron de una calidad media realmente miserable. La debilidad de los equipos que hace presión alta suelen estar en la calidad de las ocasiones que conceden cuando el oponente es capaz de eludir su presión.

Sin embargo, el Leeds de Bielsa ha recibido una baja volumen de tiros sin sacrificar su habilidad de evitar tiros de buena calidad. Este aspecto será difícil de replicar en una liga superior, pero sus números defensivos durante el tramo final de la temporada fueron casi perfectos:

¿Algo de suerte en la finalización de sus oponentes? Sí, pero podemos ver la falta de ocasiones de buena calidad (¡dónde está la roja!), la escasez de tiros de pie desde zonas centrales (¡pocos hexágonos!) y casi nada en el área pequeña. Irónicamente, los únicos dos goles que el Leeds recibió desde fuera del área esta temporada llegó en este tramo de partidos.

Como era entonces, es ahora

Como señalamos antes, el primer partido de Bielsa fue en casa contra el Stoke. Ochenta y siete partidos y 704 días más tarde, el mismo encuentro se repitió. Una vez más el Leeds dominó el marcador, esta vez con una victoria por 5-0. Si comparamos las redes de pases de estos dos partidos, podemos ver que a pesar de que habían pasado casi dos años, la manera en que jugaba el Leeds, las posiciones que ocupaban sus jugadores y la estructura general del equipo habían variado muy poco:

Fuera de los dos primeros, pocos equipos de la Premier League son capaces de jugar con un estilo cercano al que Bielsa exige a su equipo. Los otros equipos tendrán que prepararse para un duro encuentro. Como único punto de referencia, la única vez que este Leeds se ha enfrentado a un rival de la Premier League fue en un entretenido partido de la FA Cup contra el Arsenal.

En el segundo tiempo, el Arsenal fue mejor y el Leeds perdió 1-0, pero los que vieron el partido recordarán un primer tiempo en que el Leeds abrumó a los Gunners por su energía y viveza. Realizó 15 tiros a los tres de su rival sin lograr abrir el marcador. Contra los equipos más débiles de la Premier League, ese tipo de juego dará dividendos, y el Leeds debería ser capaz de ganar varios partidos de esta manera.

Asimismo, una buena defensa en una temporada de ascenso suele ser un pronosticador de una defensa aceptable en la Premier League. Pocos equipos estarán mejor preparados tanto físicamente como tácticamente. La Premier League será mejor por la presencia del fútbol de Bielsa, y los partidos contra el Manchester City de Pep Guardiola y el Liverpool de Jürgen Klopp deberían ser particularmente entretenidos. El Leeds ha vuelto a la máxima categoría, y se lo merece.

Los jugadores, equipos y tendencias a seguir en la vuelta de la Liga MX

Cuatro meses después de la culminación prematura del Clausura 2020, la Liga MX regresa el jueves con el Apertura de la nueva temporada de 2020-21. El torneo llevará el nombre del Torneo Guard1anes en honor al esfuerzo y sacrificio del personal médico durante la pandemia de COVID-19. Vamos a desgranar algunos equipos, jugadores y tendencias de interés.

Los equipos que rendían por encima o por debajo de sus números subyacentes

Monterrey ganó el Apertura de la 2019-20 pero en los diez partidos del Clausura antes de su suspensión parecía un equipo totalmente distinto. Había perdido cinco partidos, empatado cinco más y no había registrado una sola victoria.

Sin embargo, los números subyacentes sugerían que había poco de lo que preocuparse. El equipo de Antonio Mohamed se encontró en una situación bastante singular porque combinaba la mejor diferencia de Goles Esperados (xG), sin contar penaltis, de la liga con la peor diferencia de goles, otra vez sin contar penaltis.

Con el paso del tiempo estas cosas tienden a nivelarse, y eso es igual de cierto si la situación es al revés. Durante la 2019-20, ningún equipo superó su diferencia de xG en el mismo grado que lo hizo Necaxa. Todo el verde en este gráfico representa producción por encima de lo esperado. Sin embargo, incluso los Rayos empezaba a acercarse a sus números subyacentes en el Clausura.

Esto debería preocupar a equipos como Puebla y Pumas. Ambos estaban compitiendo por los puestos de liguilla en el Clausura, pero tienen algunos de los peores números subyacentes de la división.

León, el rey de los pases filtrados

León anotó más goles que ningún equipo de la Liga MX en la 2019-20 y su marca de xG también estuvo entre los mejores. Sin embargo, su ataque funcionó de manera muy diferente a los de los otros equipos más goleadores. Realizó una cantidad de tiros por debajo de la media de la liga, pero la calidad media de esos tiros fue de lejos la mejor de la división.

Una mirada a su mapa de tiros nos da una buena idea del por qué. ¿Todos esos triángulos? Son tiros precedidos por pases filtrados.

Vamos a separarlos:

Esos son muchos tiros de este tipo, concretamente 11 más que cualquier otro equipo y casi de doble en una base proporcional. Más de un 20% del xG y los goles de León vinieron así. Los pases filtrados producen algunas de las ocasiones de mayor calidad en el fútbol, y León es el rey de los pases filtrados.

Al nivel individual, los dos jugadores de la Liga MX que realizaron más pases filtrados durante la 2019-20 fueron de León, como cuatro de los cinco primeros: Luis Montes, Joel Campbell, Fernando Navarro y Pedro Aquino. Asimismo, Ángel Mena y Leonardo Ramos figuraron entre los 15 primeros.

Así que si te gustan los pases filtrados, León es claramente el equipo para ti. En el extremo opuesto de la escala, en la 2019-20, Chivas fue el único equipo que no marcó ni un gol de un pase filtrado.

Distribuciones de tiros

La semana pasada, analizamos los ataques más asimétricos de las grandes ligas de Europa, y las mismas tendencias generales se mantienen en la Liga MX. Los equipos de la liga realizan un porcentaje marginalmente mayor de sus tiros, generan un porcentaje marginalmente mayor de su xG y anotan un porcentaje marginalmente mayor de sus goles desde la izquierda que la derecha. Como en las grandes ligas europeas, alrededor de un 75% de los goles vienen de tiros desde la zona central.

En la temporada 2019-20, Puebla fue el equipo más asimétrico en cuanto a la proporción de los tiros realizados desde la izquierda y la derecha que realizó desde un lado o otro. Realizó un 59.42% de esos tiros desde la izquierda:

En cuanto a los goles, ningún equipo era tan asimétrico como Necaxa, que anotó casi un cuarto de sus goles desde la derecha, pero sólo un 5.66% desde la izquierda.

Estilos defensivos

Esta visualización muestra cómo la proporción de acciones defensivas, incluyendo nuestros exclusivos datos de presión, de cada equipo a los pases de sus rivales compara con la media de la Liga MX en cada una de seis zonas verticales. Los tonos rojos indican que el equipo en cuestión hizo una proporción superior a la media de acciones defensivas en esa zona.

Así podemos identificar grupos de equipos con estilos defensivos similares. Si te gustan los equipos que defienden de manera proactiva en campo contrario, Monterrey, Pumas o Santos Laguna representarían buenas opciones. Si te interesan los equipos que hacen la mayoría de su trabajo defensivo dentro de su propio tercio, Chivas, Juárez o Toluca serían los mejores. Si buscas los equipos que son más o menos proactivos en todas las zonas del campo, tienes León o Tigres.

Existe un estilo para cada gusto.

Delanteros jóvenes y prometedores

Hubo tres delanteros jóvenes, de 21 años o menos, que disputaron al menos 900 minutos de acción durante la truncada temporada de 2019-20. En el orden de su contribución combinada de goles esperados y goles esperados asistidos por cada 90 minutos, de menor a mayor: Diego Abella (Puebla), Germán Berterame (San Luis), José Macías (León/Chivas), Adrián Lozano (Santos Laguna) y Federico Viñas (América).

Los dos mejores en este sentido, Lozano y Viñas, tienen perfiles bastante diferentes. Lozano es un creador que también aporta una cantidad respetable de tiros; Viñas es un delantero centro puro.

Viñas rindió por encima de su xG en la 2019-20, convirtiéndolo en el máximo goleador, por cada 90 minutos, de la Liga MX entre todos los jugadores que jugaron al menos 900 minutos. Sin embargo, incluso su cifra de xG fue la segunda mejor de la liga sobre esa base.

Macías es un caso interesante. En el Apertura, como jugador de León, acumuló números aceptables, con una cuenta de goles que se exageró considerablemente por los cinco penaltis que convirtió. A partir de enero, cuando volvió a Chivas, sus números fueron muy buenos. ¿Puede mantener esa producción en una muestra de mayor tamaño?

Jugadores ambidiestros

Una de las características únicas de la base de datos de StatsBomb es que recogemos el pie con que se realiza cada pase. Con una muestra suficiente, nos permite ver qué jugadores son los más y los menos ambidiestros. Durante la 2019-20, el central de Pachuca Óscar Murillo fue el jugador más ambidiestro de la Liga MX. Realizó un 49% de sus pases con el pie izquierdo y un 51% con el derecho.

Leonardo Ramos de León y Abella de Pachuca fueron los siguientes más ambidiestros. ¿Pero quién fue el jugador menos ambidiestro? Jaime Gómez de Querétaro, que realizó un 97% de sus pases con el pie derecho. Su compañero de equipo Ayron del Valle y Miguel Herrera de León, ahora de Pachuca, tuvieron cifras muy similares.

Más datos de interés

Si lo tuyo son los regateadores, Querétaro fue el equipo preferido la temporada pasada. Jeison Lucumí y Fabián Castillo, colombianos los dos, fueron los dos primeros de la Liga MX en cuanto a la cantidad de regates tanto intentados como completados.

Fernando Gorriarán tuvo el dudoso honor de realizar más tiros sin marcar (46) que ningún otro jugador, pero el mediocampista de Santos Laguna fue también uno de los jugadores más activos en tareas defensivas. Sólo Luis Quiñones de Tigres y Aquino de León realizaron más entradas, interceptaciones y presiones, todas ajustadas en función de la posesión, por 90 minutos que el uruguayo.

Rodrigo Noya no aguanta bien la presión. Su porcentaje de acierto en el pase bajó de un 81% en todas las situaciones a un 57% en los pases bajo presión, una diferencia de 24 puntos porcentuales que fue la marca más alta entre todos los jugadores de campo que intentaron al menos 20 pases por 90 minutos.

Por último, quedó bastante claro qué equipos sacaron más provecho de las jugadas a balón parado durante la 2019-20. Cruz Azul, Monterrey, Pumas y Santos Laguna fueron los cuatro primeros tanto en el xG generado como en los goles anotados desde esas situaciones.

Distribuciones asimétricas de tiros: Manchester United, Real Madrid, Liverpool y más

En una edición reciente del StatsBomb Podcast, nuestro CEO Ted Knutson hizo referencia al mapa de tiros asimétrico del Manchester United. Existe una pronunciada inclinación hacia la izquierda, la zona en que Anthony Martial y Marcus Rashford, sus dos rematadores de mayor volumen, al menos antes de la llegada de Bruno Fernandes, realizan la mayoría de sus tiros.

Los datos sugieren que una ligera escorada a la izquierda es normal. Para los propósitos de este artículo, hemos dividido el ancho del campo en cinco secciones iguales antes de descartar la zona más ancha de cada lado. Eso nos deja con tres zonas que cubren aproximadamente el ancho del área penal. De izquierda a derecha las nombraremos, bueno... izquierda, centro y derecha.

A lo largo de las últimas dos temporadas, en las cinco grandes ligas europeas, las distribuciones de tiros, y Goles Esperados (xG).

En ese tiempo, un 52.10% de todos los disparos realizados en las dos zonas anchas, izquierda y derecha, se han realizado desde la izquierda. Esta temporada, 62 de los 98 equipos de las cinco grandes ligas han realizado una mayor proporción de esos tiros desde la izquierda. Es intuitivo que sea así. Los extremos izquierdos de la mayoría de los equipos son jugadores diestros encargados de moverse hacia adentro para rematar con el pie preferido. Los extremos derechos zurdos, o al menos los que son buenos, son un bien más raro.

Incluso en ese contexto, la inclinación del United sobresale.

En las tres zonas, sólo seis equipos realizan un mayor porcentaje de tiros desde la izquierda que el 30.35% del United. Si nos limitamos a las dos zonas anchas, sólo cinco equipos realizan una mayor proporción de esos tiros desde la izquierda que el 62.39% del United. Asimismo, es notable que un 24.07% de los goles del United han llegado de esa zona izquierda, más del doble del promedio.

Los equipos que realizan una mayor proporción de sus tiros desde la izquierda que el United son el Nantes, el Watford, el Real Valladolid, el Crystal Palace y el Real Madrid:

Aparte de Karim Benzema, sólo Gareth Bale ha hecho más de diez tiros desde la derecha. En la izquierda, Benzema, Toni Kroos, Vinícius Junior, Marcelo y hasta Casemiro han llegado a dobles cifras. Entre los relativamente escasos minutos de Bale y la ausencia de Marco Asensio por lesión durante la mayor parte de la campaña, el Madrid no ha dispuesto de un rematador natural desde la derecha.

En la 2018-19, hizo un 57.30% de sus tiros desde las dos zonas anchas desde la izquierda; esta temporada, la proporción ha subido a un 67.95%.

¿Y en la derecha? Existen menos sobresalientes allí. Sólo 36 equipos han realizado una mayor proporción de sus tiros desde las dos zonas anchas desde la derecha. Dentro de eso, la mayor proporción es el 57.47% del Liverpool. Como referencia, hay 16 equipos con una inclinación más grande a la izquierda.

Esta tendencia no es muy visible en el mapa de tiros del Liverpool, en parte porque también ha realizado una mayor proporción de tiros desde el centro que el United.

Lo que quizás sea más interesante es que esta inclinación hacia la derecha, aunque relativamente sutil, también estaba presente la temporada pasada, cuando un 56.75% de sus tiros desde las dos zonas anchas se realizaron desde ese lado.

Los cuatro equipos que siguen al Liverpool en los cinco primeros puestos de esta temporada son el Bayer Leverkusen, el Brescia, el Arsenal y el Everton. El Leverkusen también estuvo ahí arriba la temporada pasada. Eso se puede llamar el ‘efecto Bellarabi’:

Si ampliamos nuestro análisis a la proporción entre las tres zonas de tiros realizados desde la derecha, encontramos algunos equipos que tienen problemas en crear tiros desde la zona central y así realizan una proporción relativamente alta de tiros desde ambas zonas anchas.

El Stade Brestois es el principal ejemplo. Esta temporada, ningún equipo ha realizado una mayor proporción de sus tiros, generado una mayor proporción de su xG o anotado una mayor proporción de sus goles desde la derecha. Sin embargo, sólo un 51.08% de sus tiros desde las dos zonas anchas han sido desde la derecha. En una base proporcional, ningún equipo ha realizado menos tiros o anotado menos goles desde el centro.

Existen dos equipos con un equilibrio casi perfecto entre los tiros desde la izquierda y desde la derecha: el Bayern de Múnich y el Saint-Étienne. Tienen eso en común, pero los resultados de sus respectivos ataques casi no podrían ser más diferentes:

De hecho, existe poca evidencia de que el equilibrio entre los tiros desde la izquierda y desde la derecha tenga un efecto marcado en la capacidad de un equipo para crear ocasiones y goles. Los diez equipos más goleadores de las grandes liga europeas muestran una variedad de distribuciones. Parece ser un indicador estilístico, inevitablemente ligado a las características de los jugadores, más que algo que tiene una correlación directa con los resultados.

Para terminar, algunas cosas interesantes:

- tanto el Bournemouth como el Torino no han anotado ni un gol desde la zona derecha esta temporada. El Torino de 81 tiros y 4.82 xG; el Bournemouth de 48 tiros y 3.16 xG

- el Espanyol es el único equipo que no ha anotado un gol desde la zona izquierda. Eso de 69 tiros y 2.94 xG

- la mejor calidad media de tiro desde la izquierda: Paris Saint-Germain (0.11 xG/Shot), Barcelona (0.10), Liverpool (0.09), Dijon (0.08), Borussia Dortmund (0.08).

- la peor calidad media de tiro desde la izquierda: Mallorca (0.04 xG/Shot), SPAL (0.04), Espanyol (0.04), Genoa (0.04), Granada (0.04).

- la mejor calidad media de tiro desde la derecha: Borussia Monchengladbach (0.10 xG/Shot), Paris Saint-Germain (0.10), Hertha Berlin (0.09), Borussia Dortmund (0.09), RB Leipzig (0.09)

- la peor calidad media de tiro desde la derecha: Granada (0.04 xG/Shot), Espanyol (0.04), Mallorca (0.04), Genoa (0.04), Leganés (0.05)

Apuntes de La Liga: La destitución de Celades y la salida de Arthur

Esta semana abordamos la destitución de Albert Celades del Valencia y la salida de Arthur del Barcelona.

Los resultados finalmente castigan a Celades

Un consejo para los que quieran ser propietarios de un club de fútbol... no impongan condiciones inviables a un entrenador que lleva al equipo a acabar entre los cuatro primeros en dos temporadas consecutivas. Si realmente no puede resistirlo, definitivamente no le reemplace con un entrenador de dudosos méritos y experiencia.

En caso de no seguir nuestro consejo, podría sucederle esto:

Hasta hace poco, los resultados del Valencia desde que Albert Celades reemplazó a Marcelino a mediados de septiembre habían sido bastante buenos. Cuando La Liga se detuvo en marzo era séptimo en la clasificación, a sólo cuatro puntos de los puestos de Champions. Sin embargo, los números subyacentes siempre contaban una historia diferente, una que los resultados desde el reinicio han reflejado de manera más exacta. Tres derrotas en cuatro partidos dejó al Valencia a ocho puntos de los cuatro primeros y a Celades sin trabajo.

Ni siquiera necesitamos cavar tan profundo como los Goles Esperados (xG) para entender lo mal que estuvo el Valencia de Celades. Realizó sólo 8.28 tiros por partido, la segunda cifra más baja de La Liga, mientras recibió 15.52 tiros, la peor marca de todos los equipos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que una diferencial negativa de siete tiros por partido no es una fórmula de éxito.

En los días en que el Total Shots Ratio gobernaba el análisis de datos en fútbol, probablemente hubiéramos considerado que cualquier equipo que realizara un 40% o menos de los tiros en sus partidos era bastante pobre. En promedio, el Valencia de Celades sólo realizó un 35%.

Si acudimos al xG, podemos ver que la calidad media de los tiros del Valencia era mejor que la calidad de los tiros que recibió, pero que la diferencia no era lo suficientemente grande como para equilibrar una disparidad tan grande en cuanto al volumen de tiros. Sólo tres equipos acumularon menos xG por partido que el 0.89 del Valencia, mientras sólo uno recibió más xG por partido que su 1.35. El resultado fue la tercera peor diferencia de xG de la división, -0.46 por partido. Esos son los números de un candidato para el descenso más que los de un aspirante para los puestos de Champions.

Los resultados ocultaron esos problemas. El Valencia rendía muy por encima de sus números subyacentes y a pesar de su declive reciente, seguía yendo unos nueve goles por encima de su diferencia de xG cuando Celades fue relevado de sus funciones.

Como ocurre casi siempre, se ha intentado crear un arco narrativo, decir que las cosas estaban bien hasta que las lesiones le lastraron, identificar un punto de inflexión cuando se perdió el control del vestuario. No obstante, la verdad es que el Valencia de Celades nunca fue muy bueno. Sólo fue necesario un poco de tiempo para que los resultados reflejaran esa realidad.

Arthur se despite de un Barcelona cada vez más viejo

El Barcelona ha dado mucha ventaja al Real Madrid en la carrera por el título con dos empates consecutivos contra el Celta Vigo y el Atlético Madrid que le han dejado a dos puntos del líder con un partido más jugado. Incluso si gana los cinco partidos que le quedan, el Madrid puede permitirse el lujo de perder cuatro puntos en sus seis partidos restantes y aun así ganar La Liga gracias a sus enfrentamientos directos.

Fuera del campo de juego, el Barcelona ha confirmado esta semana lo que en esencia equivale a un acuerdo de intercambio con la Juventus que hará que el club italiano pague 72 millones de euros por Arthur, al mismo tiempo que el Barça pague 60 millones de euros por Miralem Pjanic.

No es un acuerdo que tenga mucho sentido deportivo. Los dos jugadores han tenido roles distintos esta temporada, lo que complica una comparación directa. Pero incluso si aceptamos que, a pesar de que existen diferencias estilísticas, los dos tienen un nivel actual similar, sigue siendo difícil formar un argumento convincente para cambiar a un jugador de casi 24 años por uno de 30. Particularmente cuando el Barça ya tiene un amplio contingente de jugadores de 30 o más años.

La verdad es que este acuerdo tiene muy poco que ver con lo que pasa en el campo de juego. Se trata de mover las cifras en una hoja de cálculo para equilibrar los presupuestos. Ambos equipos tenían déficits y construyeron una manera mutuamente favorable de compensarlos.

Puede que el rendimiento no haya sido el principal motivo de la marcha de Arthur, pero también es justo decir que no ha dado el paso adelante que algunos en el club esperaban de él. Antes del inicio de la temporada el por entonces entrenador Ernesto Valverde le fijó el objetivo de aumentar su rendimiento en ataque, y parecía cumplirlo en la primera parte de la campaña. El problema es que no mucho de eso se mantuvo en un tamaño de muestra más grande.

Sus números de tiros y goles esperados siguen siendo más altos que la temporada pasada, pero eso se equilibra con cifras más bajas de pases claves y goles esperados asistidos. El resultado es un cambio insignificante en su producción ofensiva temporada tras temporada. Su cantidad de pases filtrados también se mantiene igual.

Lo que claramente es es un muy hábil regateador y conductor del balón. No es de extrañar que no haya mantenido el ritmo de tres regates exitosos por cada 90 minutos con que empezó la temporada, pero un ritmo de dos por 90 se sitúa entre los primeros de La Liga en su posición. Completa un 88% de sus regates, la marca más alta de todos los centrocampistas que han completado al menos un regate por 90. Una buena cantidad han sido realmente progresivos.

Asimismo, ha conducido el balón a una distancia mayor por 90 que cualquier otro centrocampista de La Liga.

Dado esas fortalezas y su habilidad en el pase, Arthur mereció otra temporada para intentar aumentar su producción ofensiva y aportar más defensivamente. Particularmente por lo difícil que es desenredar cuánto de su estancada producción en el último tercio es debido al declive general de ataque del Barcelona.

Arthur representaba el activo más vendible de un club que necesitaba equilibrar su cuenta. Los problemas físicos que le han hecho perderse varios partidos con golpes y lesiones persistentes crean suficientes dudas como para justificar que el Barça le sacara provecho en un acuerdo favorable. Sin embargo, es difícil calificar así el acuerdo con la Juventus.

Apuntes de La Liga: La nueva realidad, el nuevo rol de Llorente y la salida de Rubi

Con una dosis diaria de partidos, escribir sobre La Liga se siente como disparar a un blanco en movimiento, pero haremos lo mejor que podamos.

La nueva realidad

La Liga está de vuelta y muchas cosas no han cambiado. El Valencia sigue recibiendo tiros a un ritmo alarmante, Messi sigue asumiendo casi toda la responsabilidad del buen funcionamiento del ataque del Barcelona y André Zambo Anguissa sigue siendo uno de los regateadores y conductores del balón más activos de la liga en zonas de mediocampo.

Ha habido muy poca variación en los números de regates intentados y completados, en la velocidad con la que los equipos atacan y en la altura en que defienden. El balón ha estado en juego durante más o menos el mismo tiempo que antes. Se ha pitado un número comparable de tiros libres y los totales de presiones y contrapresiones se han mantenido casi estables.

Sin embargo, algunas cosas sí han cambiado. Estamos trabajando con una muestra muy pequeña, así que hay que tener cuidado al sacar conclusiones concretas, pero algunos patrones sobresalen.

Ya había menos tiros y Goles Esperados (xG) en La Liga que en cualquiera de las otras grandes ligas europeas, pero esas cifras han caído aún más desde el reinicio del campeonato. La cantidad de tiros ha bajado de una media de 22.36 por partido antes del parón a 19.91 después, mientras que la media de xG ha bajado de 2.12 a 1.92. Parece que los equipos están teniendo problemas en avanzar hacia la zona de ataque. Los pases completados en los últimos 20 metros del campo se han reducido en más de un 15%.

La agresividad de los equipos a la hora de disputar la posesión también ha disminuido. En promedio, los equipos están permitiendo más de un pase extra por cada intento de romper las cadenas de pases de sus oponentes. La cantidad de presiones en campo contrario y la proporción de las acciones defensivas que calificamos como agresivas (acciones registradas a dos segundos de que el oponente reciba el balón) también han disminuido.

Llorente brilla en su nuevo rol en el Atlético

El Atlético Madrid ha estado en buena forma desde el reinicio, registrando tres victorias y un empate para aprovechar la irregularidad de otros aspirantes a la Champions y subir al tercer puesto, con seis puntos de ventana sobre el Getafe en la quinta posición.

El equipo de Diego Simeone ha tenido buenos números subyacentes durante toda la temporada, pero una mala racha de cara a la portería que duró hasta principios de febrero hizo que los resultados no le acompañasen. En ese momento, iba más de siete goles por debajo de sus goles esperados, y todos sus delanteros estaban rindiendo por debajo de sus números individuales.

Ahora, parece que las cosas están igualándose. En sus nueve partidos siguientes, el Atlético ha ido unos cuatro goles y medio por encima de lo esperado y lo ha convertido en una racha de cinco victorias y cuatro empates sin conocer la derrota.

Ese aumento parece deberse principalmente a un cambio de fortuna de cara a la portería, pero los resultados del Atlético desde el reinicio de La Liga también tienen bastante que ver con lo bien que ha jugado Marcos Llorente en un papel desconocido de segundo delantero.

Ya se vislumbraban las posibilidades en el dramático triunfo del Atlético sobre el Liverpool antes del parón. Allí, Llorente participó en los tres goles de la prórroga, marcando dos y luego asistiendo a Álvaro Morata en el tercero.

Sin embargo, pocos podían esperar que Llorente reanudara la campaña en un papel tan ofensivo. Mediocentro de profesión, sus actuaciones en sus clubes anteriores o incluso en el Atlético, donde no había encajado como se esperaba, no sugerían que tuviera las habilidades para prosperar más arriba. Sus pases siempre han sido más seguros que incisivos, y nunca ha sido ni siquiera un regateador de volumen medio.

No obstante, Simeone había visto algo. “A partir de verlo en los entrenamientos decidimos ponerle mas adelante desde Liverpool y encontramos a un jugador con características diferentes a los de esa posición,” explicó después de que Llorente diera su tercera asistencia desde el reinicio en la victoria del Atlético por 1-0 sobre el Levante el martes. Una repetición del sorprendentemente hábil juego de pies que le llevó a su gol contra el Osasuna esta vez le dio espacio para un centro raso desviado en su propia portería por Bruno González.

En sólo 231 minutos de fútbol, Llorente ya ha realizado el doble de regates que en los 812 anteriores...

...y ha creado más oportunidades que en la última temporada y media. Después de dos temporadas sin dar un pase filtrado, ha hecho dos en una semana y media. Estamos trabajando con un tamaño de la muestra súper pequeño, y queda por ver cuánto de esto aguantará sobre uno más grande, pero parece que Simeone podría haber diseñado un nuevo delantero.

El Betis destituye a Rubi

Ya estaba cantada. Después de una temporada decepcionante, el Real Betis destituyó a Rubi el domingo tras una derrota por 1-0 ante el Athletic Club que le dejó con sólo un punto en tres partidos desde el reinicio de La Liga y una sola victoria en sus últimos diez.

Rubi logró un excelente séptimo puesto en el Espanyol la temporada pasada, pero no pudo reproducir el fútbol pulcro y progresivo de ese equipo con uno que, al menos sobre el papel, tenía una plantilla más talentosa. Los números subyacentes estaban aceptables, pero nada más, y insuficientes para proteger su puesto dado el presupuesto del club y las pretensiones del mismo al inicio de la temporada.

Rubi no pudo superar los problemas defensivos de un equipo que recibió más goles que todos los demás excepto el Espanyol y el Mallorca, ambos metidos en la pugna para evitar el descenso. Tampoco consiguió obtener ningún tipo de rendimiento de Borja Iglesias, fichado por 28 millones de euros tras una temporada exitosa junto a Rubi en el Espanyol. Esto es simplemente lamentable:

Le reintroducción desde noviembre de elementos del planteamiento de su predecesor Quique Setién impulsó una prometedora cadena de resultados que fue respaldado por buenos números subyacentes. Sin embargo, eso no duró mucho tiempo. La producción en ataque se derrumbó al mismo tiempo que sus números defensivos comenzaron a tambalearse. En los últimos diez partidos de Rubi, el Betis consiguió sólo siete puntos, junto al Eibar, la marca más baja de La Liga.

Rubi deja al Betis en la 14ª puesto, suficientemente por encima de la zona de descenso, pero sin posibilidades razonables de clasificarse para Europa. Se necesita otro reajuste. Parece que por mucho que la dirección hable de modernizar el club, éste sigue siendo el Betis. Cuatro entrenadores y varias remodelaciones entre bambalinas en cuatro temporadas es algo que está a la par en el Benito Villamarín.

Alexis Trujillo se hace cargo del equipo hasta el final de la temporada, pero ¿quién es el siguiente? ¿Javi Gracia? ¿Manuel Pellegrini? ¿Unai Emery?

Un breve análisis de la proactividad de los centrales de La Liga

En 2017, Mark Thompson escribió un artículo para nuestra web inglés sobre como formar un perfil estadístico de un central. Vamos a utilizar un aspecto de su concepto para analizar la proactividad (o agresividad) de los centrales de La Liga en el contexto de sus parejas defensivas y ver en qué grado esa proactividad es una característica inherente del jugador en vez de una función del sistema de juego de su equipo o las características de su compañero de defensa.

En su análisis, Mark clasificó entradas y interceptaciones como acciones proactivas, y recuperaciones y bloqueos como acciones reactivas. Escribió el artículo antes de que nosotros en StatsBomb empezáramos de recoger nuestros propios datos y por eso no incluyó nuestros exclusivos datos de presión. Por razones de simplicidad, he utilizado su fórmula original para este análisis.

Bueno, algunas reglas. Sólo he incluido la pareja defensiva más utilizada por cada equipo, y las parejas tienen que haber empezado y terminado al menos ocho partidos juntas como los dos centrales en un sistema de cuatro defensores. Así quedan descartados los centrales del Espanyol y de la Real Sociedad por falta de partidos, y los de un Leganés que ha jugado casi toda la temporada con tres centrales.

Aquí va la lista:

Y aquí, la diferencia entre las cifras de proactividad de los dos centrales de cada equipo tanto en puntos porcentuales como de manera porcentual:

Esa es el panorama global. Ahora, vamos a enfocarnos en algunos jugadores y parejas concretos.

Clément Lenglet

Sólo Rúben Vezo del Levante hace una proporción mayor de acciones proactivas que Clément Lenglet, y la diferencia entre la proactividad del francés y la de su pareja defensiva Gerard Piqué es una de las más grandes de La Liga.

Cualquier persona que haya visto jugar al Barcelona podrá intuir por qué. Con las subidas habituales de Jordi Alba por la banda izquierda, tiene sentido que el central izquierdo, en este caso Lenglet, tenga que ser más agresivo para cortar los contraataques dirigidos a esa banda.

Es algo que podemos ver en una comparación entre los mapas de todas las acciones defensivas (incluyendo nuestros datos de presión) de él y Piqué. Lenglet tiende defender un poco más lejos de su propia portería y sale a zonas exteriores más a menudo que su compañero de defensa.

Ese patrón sigue vigente si echamos un vistazo a los números de 2018-19. En esa temporada, Piqué jugó una buena cantidad de partidos con tanto Lenglet como Samuel Umtiti. En ambos casos, fue el central izquierdo del sistema que hizo una mayor porcentaje de acciones proactivas, aunque Umtiti fue menos agresivo en este respeto que Lenglet.

Entonces, ¿es una característica inherente de Lenglet o es la disparidad con Piqué más una función del sistema del Barça? En cierto modo, podemos resolver la pregunta con los datos del Sevilla de 2017-18. La pareja de centrales más estable que incluyó a Lenglet fue con Simon Kjaer. Jugaron juntos 12 partidos que cumplió los requisitos de nuestro análisis.

Así podemos ver que dentro de un contexto diferente Lenglet fue menos proactivo que su compañero de defensa.

Felipe

El caso de Felipe del Atlético Madrid aporta más evidencia de que todo esto puede ser contextual. En términos de diferencia porcentual, la diferencia en proactividad entre él y su pareja más estable, Stefan Savić, es mayor que la de cualquier otra pareja de centrales.

Felipe también ha empezado y terminado siete partidos al lado de Mario Hermoso, menos que la cantidad mínima que establecimos como regla pero suficiente como base de comparación en este caso. Con Hermoso, Felipe sigue siendo el central más proactivo. Calificamos un 26.26% de sus acciones como proactivas; la cifra para Hermoso es un 16.35%.

Sin embargo, en el Porto en la 2018-19, Felipe compartió defensa con Eder Militão, ahora del Real Madrid. En esta muestra de 17 partidos, todo cambia. En ese contexto, Felipe fue menos proactivo que su compañero.

Otra vez parece que el sistema influye más que las características del jugador.

Raúl Albiol y Pau Torres

Aparte del Atlético, el resto de los equipos con las diferencias más grandes entre la proactividad de sus dos centrales tiene defensores que han jugado en el equipo durante al menos un par de temporadas. No obstante, si salimos del los primeros cinco y fijarnos en el Villarreal, encontramos un club que tiene no sólo uno sino dos centrales nuevos.

Esta temporada, Raúl Albiol ha sido más proactivo en su trabajo defensivo que Pau Torres, ¿pero en la 2018-19? Albiol sí fue el central más proactivo del Napoli al lado de Kalidou Koulibaly, pero Torres, menos proactivo que Albiol en el Villarreal, fue mucho más proactivo que Luís Hernández en el Malaga.

 


Este ha sido un breve análisis de la proactividad relativa de los centrales de La Liga dentro de sus parejas defensivas. Existen muchos caminos que se pueden tomar para profundizar un poco más en este tema, pero esto ha servido para identificar algunos patrones y preguntas para más investigación.