La liga francesa es el principal vivero para las otras competiciones del Top 5, incluso se ganó el calificativo despectivo de “liga de granjeros” como si su fútbol careciera de nivel. Sin embargo, los clubes franceses son el principal mercado que exporta futbolistas de lo más variado a las otras grandes ligas y han asumido ese papel de desarrollar talento y proveer de jugadores de primera necesidad, frescos y preparados.
Una irrupción de esta temporada y que representa ese modelo de dar oportunidades a gente muy joven y talentosa es Eduardo Camavinga (Stade Rennais). El centrocampista aparece con 17 años en la Ligue 1 y ofrece una exhibición ante el París Saint-Germain que provoca que todos los ojos del mundo del fútbol se fijen en él.
De Camavinga se destaca siempre su porcentaje de acierto en el pase pero se debe a que busca pases de seguridad y apenas arriesga. De hecho, realiza un mayor porcentaje de sus pases hacia atrás que casi todos los centrocampistas de la Ligue 1. Por eso, pese a completar tantos pases apenas brilla en las métricas relacionadas con la creación y los pases en el último tercio.
Sin embargo, sí resaltan sus buenos números defensivos, como las presiones que llevan a recuperar la posesión y las entradas. Además, es un futbolista con buen manejo de balón al que es muy difícil quitárselo por su buena conducción.
Tras su primera temporada como fijo en la Ligue 1, el margen de progresión de Camavinga es infinito. Aún así, deberá variar y aumentar algunas de sus cualidades para convertirse en un centrocampista total o seguir ganando orden táctico para especializarse como medio defensivo.
El portero serbio, Pedrag Rajković (Stade Reims) tomó una carretera secundaria para conectar sus éxitos con las selecciones inferiores serbias con las ligas de primer nivel. Tras ganar Eurocopa Sub-19 y Mundial Sub-20 se marchó al Maccabi Tel Aviv donde fue titular indiscutible desde su llegada. Todas esas horas bajo palos han contribuido a formar a un portero sólido que ha brillado en su primer año en Ligue 1.
Rajković es un portero que ofrece seguridad, utiliza su envergadura para dominar el juego aéreo y apenas ofrece segundas opciones tras disparo.
En sus facetas para mejorar, su radar muestra que no suele acometer acciones defensivas lejos de la portería. Quizás por su envergadura también podría incrementar la rapidez de algunos de sus gestos, algo que compensa con su buena colocación.
El mapa de tiros recibidos impresiona. Le han marcado sólo uno de los cinco penaltis a los que se ha enfrentado y acierta siempre el lugar del lanzamiento. Ha recibido 17 goles en juego cuando atendiendo a la localización de los remates, razonablemente podría haber encajado 23. Analizando esos goles, sólo dos llegaron desde fuera del área, uno de ellos de libre directo. La mayoría de los goles encajados fueron remates desde zonas peligrosas centradas en el área.
La búsqueda de centrales suele ser una de las preocupaciones de las secretarías técnicas de muchos equipos y la Ligue 1 ha exportado grandes centrales a La Liga en las últimas temporadas. Axel Disasi y Gabriel Magalhães podrían ser una buena pareja en la que fijarse.
Disasi, es un central diestro con buen manejo de balón y destaca en los balones largos. Es algo corpulento y eso puede restarle movilidad y, al mismo tiempo, no se impone lo suficiente en los duelos aéreos para su altura. Además, el ímpetu de la juventud le lleva a cometer algunas faltas innecesarias. En general, es un central muy prometedor si pule sus defectos y encuentra un contexto favorable.
Gabriel, es un central zurdo, con muy buena salida de balón, elegante en sus movimientos y con la rapidez suficiente para corregir pese a medir 1.90 metros. Su radar supera en casi todas las métricas a Disasi. Es dominador en los duelos aéreos aunque todavía debe mejorar en su contundencia y concentración.
Las características, estadísticas y margen de mejora de Gabriel lo convierten en un jugador muy apetecible que probablemente acabará en un grande europeo en el corto plazo.
Baptiste Santamaría es un futbolista muy regular y completo que casi no se ha perdido partidos desde que llegó a la élite del fútbol francés. Su principal cualidad es ayudar en las tareas defensivas al Angers para luego dar continuidad al juego tras recuperar la posesión. Sus números en todas las métricas defensivas lo sitúan claramente por encima de la media.
Con balón, Santamaría aparece en todas las zonas del campo, ya sea pasando o conduciendo el balón para acercarlo al último tercio donde también contribuye a la circulación del balón aunque no esté entre sus funciones principales.
Se perfila bien para la salida de balón, aunque a veces le cuesta manejarse rápido y con precisión ante equipos con presión muy agresiva. En esas circunstancias busca balones largos para evitar pérdidas peligrosas en campo propio. Es un jugador con gran despliegue físico e inteligencia táctica.
Denis Bouanga es una de las opciones de ataque que suenan para reforzar a clubes de La Liga. El extremo del Saint-Étienne ha puesto la chispa en una temporada gris de Les Verts con su capacidad para ensanchar el campo y sus regates, partiendo preferentemente desde banda izquierda.
Sin embargo, su toma de decisiones es un debe pues el porcentaje de regates completados y, sobre todo, su selección de tiro tras regatear a un rival es bastante deficiente. Se coloca entre los mejores 15 jugadores de las cinco grandes ligas europeas en cuanto a la cantidad de tiros que genera tras regatear por cada 90 minutos, pero fuera de los mejores 100 en cuanto a los Goles Esperados (xG) que genera así. No ha marcado ningún gol en esas situaciones.
Bouanga ha anotado 10 goles esta temporada, tres de ellos de penalti, lo que coincide con la estimación más probable de goles esperados. En las zonas centrales cercanas a portería, las más peligrosas, predominan los remates de cabeza lo que por un lado muestra otra cualidad a añadir al repertorio del extremo pero disminuye la probabilidad de gol en el remate.
Es un futbolista con unas grandes condiciones físicas, rápido, que presiona bien y consigue pisar el área con frecuencia partiendo desde la banda. El gabonés es uno de los futbolistas que más remata de toda la Ligue 1 y lo ha hecho en un equipo que este año ha deambulado por la parte baja de la tabla. El problema parece que radica en su toma de decisiones.
Muchos de sus pases al área son centros, que no es la forma más eficiente de atacar, y provoca que, junto con sus pérdidas tras regate, pierda la posesión con frecuencia.
Pese a sus números de goles y sus cualidades, Bouanga, con 25 años, tiene algunas aristas por pulir. Tanto su juego como un posible fichaje se manejan en un equilibrio inestable entre riesgo y recompensa. Todo dependerá del precio que pida el Saint-Étienne que quizás no quiera desprenderse de uno de los pocos futbolistas que aúna rendimiento y margen de mejora en su veterana plantilla.